Jonás 2:6 - Biblia Version Moderna (1929)

⁶ ¡Desciendo hasta los cimientos de las montañas; la tierra con sus cerrojos me tiene aprisionado para siempre! ¡Empero tú haces subir mi vida desde el lugar de corrupción, oh Jehová, Dios mío!

Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

⁶ Descendí a los cimientos de los montes; La tierra echó sus cerrojos sobre mí para siempre; Mas tú sacaste mi vida de la sepultura, oh Jehová Dios mío.

Biblia Nueva Traducción Viviente

⁶ Me hundí hasta las raíces de las montañas. Me quedé preso en la tierra, cuyas puertas se cierran para siempre. Pero tú, oh Señor mi Dios, ¡me arrebataste de las garras de la muerte!

Biblia Católica (Latinoamericana)

⁶ Me subían las aguas hasta el cuello, el abismo me rodeaba, las algas se enredaban en mi cabeza.

La Biblia Textual 3a Edicion

⁶ Descendí a los cimientos de los montes, Y cuando la tierra echaba sus cerrojos Para siempre sobre mí, Tú, oh YHVH, Dios mío, Sacaste de la fosa mi vida,

Biblia Serafín de Ausejo 1975

⁶ El agua me alcanzaba hasta el cuello, el abismo me envolvía, las algas se enredaban en mi cabeza.

Jonás 2:6 Tagairtí Cros

Job 33:24

entonces se compadece de él, y dice: ¡Líbrale de descender al hoyo; yo he hallado el rescate!

Job 33:28

antes, él ha redimido mi alma, para que no pasase al hoyo; y mi vida ve ya la luz.

Salmos 104:6

La cubrió con el mar profundo, como con un vestido; sobre las montañas estaban las aguas.

Salmos 104:8

(elevándose las montañas, bajando los valles) a este lugar que fundaste para ellos.

Salmos 116:3

Rodeáronme ligaduras de muerte, angustias del sepulcro me sorprendieron: hallé aflicción y dolor.

Salmos 143:7

¡Apresúrate, respóndeme, oh Jehová! se desmaya mi espíritu; ¡no escondas de mí tu rostro, de modo que yo sea como los que bajan al hoyo!

Salmos 16:10

porque no dejarás mi alma entre los muertos, ni permitirás que tu Santo vea corrupción.

Salmos 18:5

ligaduras del sepulcro me rodearon, se me pusieron delante lazos de muerte.

Salmos 30:3

Jehová, hiciste subir del sepulcro mi alma, dísteme vida para que yo no bajase a la sepultura.

Salmos 30:9

¿Qué provecho habrá en mi sangre, cuando yo haya descendido a la sepultura? ¿acaso te alabará el polvo? ¿anunciará tu verdad?

Salmos 55:23

Tú empero, oh Dios, harás que ellos desciendan al pozo de perdición: los hombres sanguinarios y engañosos no llegarán a la mitad de sus días; mas yo confiaré en ti.

Salmos 65:6

el que asienta las montañas con su fortaleza, ceñido de poder;

Salmos 69:2

¡Estoy hundido en cieno profundo, y no hallo donde asentar el pie; he entrado en honduras de aguas, y la corriente me ha anegado!

Isaías 38:10

Yo dije: ¡En lo más floreciente de mis días entraré por las puertas del sepulcro! ¡he sido privado del resto de mis años!

Isaías 38:17

¡He aquí que se ha cambiado en paz mi amarga aflicción! y tú en amor hacia mi alma la libraste del hoyo de destrucción; porque has echado todos mis pecados tras de tus espaldas.

Isaías 40:12

¿Quién midió las aguas en el hueco de su mano, y tomó las dimensiones de los cielos con un palmo, y comprendió en una medida el polvo de la tierra, y pesó en romana las montañas, y los collados en balanzas?

Ezequiel 26:20

entonces te haré descender con los que bajan al hoyo, a las gentes de antiguo tiempo, y te haré habitar en la tierra de abajo, entre las ruinas de la antigüedad, con los que descienden al hoyo; para que no seas habitada; mas yo pondré gloria en la tierra de los vivientes.

Ezequiel 31:14

a fin de que ninguno de los árboles junto a las aguas se engría más a causa de su elevación, ni ponga su cúspide entre las nubes; ni confíe en sí mismo a causa de su elevación, ninguno de los que son regados con las aguas: porque todos ellos están entregados a la muerte, a la tierra de abajo, en medio de los hijos de los hombres, juntamente con los que bajan al hoyo.

Habacuc 3:10

¡Te ven las montañas, y se retuercen en angustia, pasa una inundación de aguas: el abismo da su voz levanta en alto sus manos.

Habacuc 3:6

¡Se para y mide la tierra! ¡echa una mirada, y hace estremecer a las naciones! se esparcen también como polvo las montañas sempiternas, se hunden los collados eternos; ¡suyos son los senderos de las eternidad!

Mateo 16:18

Y yo también te digo a ti, que tú eres Pedro, y sobre esta Roca edificaré mi Iglesia; y las puertas del sepulcro no prevalecerán contra ella.

Deuteronomio 32:22

Porque se ha encendido un fuego en mi ira que arderá hasta lo más hondo del infierno; y consumirá la tierra y sus productos, y abrasará los cimientos de los montes.