Jeremías 9:18 - Biblia Version Moderna (1929)

¹⁸ y apresúrense a levantar el llanto sobre nosotros; para que nuestros ojos se deshagan en lágrimas, y nuestros párpados broten chorros de aguas!

Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

¹⁸ y dense prisa, y levanten llanto por nosotros, y desháganse nuestros ojos en lágrimas, y nuestros párpados se destilen en aguas.

Biblia Nueva Traducción Viviente

¹⁸ ¡Rápido! ¡Comiencen a llorar! Que las lágrimas fluyan de sus ojos.

Biblia Católica (Latinoamericana)

¹⁸ Sí, una queja llega desde Sión: '¡Ah, qué arruinados y avergonzados estamos! Tener que abandonar la patria y ver nuestras casas destruidas.

La Biblia Textual 3a Edicion

¹⁸ Que se apresuren a levantar el llanto sobre nosotros; Para que nuestros ojos se deshagan en lágrimas, Y nuestros párpados destilen agua.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

¹⁸ ¡Sí! ¡Escuchad! De Sión se oye un lamento: ¡Ay! Cómo estamos oprimidos, se nos cae la cara de vergüenza; pues hemos tenido que abandonar el país, porque han derribado nuestras moradas.

Jeremías 9:18 Tagairtí Cros

Salmos 119:136

Mis ojos derraman ríos de aguas, porque los hombres no guardan tu ley. TSADE

Isaías 22:4

Por tanto dije: ¡Apartad de mí la vista, para que llore amargamente: no os empeñéis en consolarme de la desolación de la hija de mi pueblo!

Jeremías 13:17

Mas si no oyereis, mi alma llorará en secreto vuestra soberbia, y con amargo llanto mis ojos se desharán en lágrimas: por cuanto ha sido cautivada la grey de Jehová.

Jeremías 14:17

Por tanto tú les dirás esta palabra: ¡Desháganse mis ojos en lágrimas, día y noche, sin cesar nunca; porque la virgen hija de mi pueblo está quebrantada con quebranto grande, y con una herida muy maligna!

Jeremías 3:24

Mas, aquella cosa vergonzosa ha devorado las labores de nuestros padres desde nuestra mocedad; sus rebaños y sus vacadas, sus hijos y sus hijas.

Jeremías 3:25

¡Acostémonos pues en nuestra ignominia, y cúbranos nuestra confusión; porque hemos pecado contra Jehová nuestro Dios, nosotros y nuestros padres, desde nuestra mocedad hasta el día de hoy, y no hemos obedecido la voz de Jehová nuestro Dios!

Jeremías 4:20

¡Destrucción sobre destrucción es anunciada; porque toda la tierra es dada a saco; súbitamente son saqueadas mis tiendas, en un momento las cortinas de mi habitación!

Jeremías 6:26

¡Oh hija de mi pueblo, cíñete de saco, y revuélcate en la ceniza! haz por ti misma llanto, como por un hijo único, amarguísima lamentación! porque viene súbitamente el saqueador sobre nosotros.

Jeremías 7:29

¡Rapa, oh Sión, las guedejas de tu nazareato, y arrójalas de ti; y alza sobre los cerros pelados una lamentación! porque Jehová ha despreciado y desechado la generación de su ira:

Jeremías 9:1

¡OH si fuera aguas mi cabeza, y mis ojos fuente de lágrimas; para que día y noche yo llorara por los muertos de la hija de mi pueblo!

Jeremías 9:10

A causa de las montañas alzaré lloro y llanto, y por los pastos del desierto, lamentación; porque están quemados, de modo que ninguno pasa por ellos, ni se oye la voz de ganado: desde las aves del cielo hasta las bestias, todo ha huído, se ha ido.

Jeremías 9:20

¡Oíd pues, oh mujeres, el oráculo de Jehová, y reciba vuestro oído la palabra de su boca! Enseñad también a vuestras hijas el llanto, y cada cual a su compañera, la lamentación.

Lamentaciones 1:2

BETH.- Llora amargamente en la noche; las lágrimas están sobre sus mejillas; no tiene quien la consuele entre todos sus amantes; todos sus amigos se han portado traidoramente para con ella; se han hecho enemigos suyos.

Lamentaciones 2:11

KAPH.- Mis ojos se deshacen en lágrimas; hierven mis entrañas; derrámase a tierra mi hígado a causa del quebranto de la hija de mi pueblo; en tanto que se desmayan los pequeñitos y los niños de pecho por las calles de la ciudad.

Lamentaciones 2:13

MEM.- ¿Cómo podré exhortarte? ¿a qué he de semejarte, oh hija de Jerusalem? ¿con qué te compararé, para poderte consolar, oh virgen hija de Sión? porque grande como el mar es tu quebranto; ¿quien pues te sanará?

Lamentaciones 2:18

TSADE.- El corazón de los sitiados clama por auxilio al Señor: ¡Oh muro de la hija de Sión, haz correr, como un torrente, tus lágrimas noche y día; no te concedas descanso, ni cese de llorar la niña de tu ojo!

Lamentaciones 3:48

Mis ojos derraman ríos de aguas a causa del quebranto de la hija de mi pueblo.

Amós 5:16

Por tanto, así dice Jehová, el Dios de los Ejércitos, el Señor: Por todas las calles habrá lamentos, y en todas las afueras de la ciudad, dirán: ¡Ay! ¡ay! a los labradores los llamarán al lloro, y a los lamentos a todos los que saben endechar.

Lucas 19:41

Y cuando llegó cerca y vió la ciudad, lloró sobre ella,