Biblia Todo Logo
Bíobla ar líne
- Fógraí -





Jeremías 37:7 - Biblia Version Moderna (1929)

7 Así dice Jehová, el Dios de Israel:  Así diréis al rey de Judá que os ha enviado a mí para consultarme: He aquí que el ejército de Faraón, que salió para ayudaros, ya volvió a su tierra, a Egipto;

Féach an chaibidil Cóip


Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

7 Así ha dicho Jehová Dios de Israel: Diréis así al rey de Judá, que os envió a mí para que me consultaseis: He aquí que el ejército de Faraón que había salido en vuestro socorro, se volvió a su tierra en Egipto.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Nueva Traducción Viviente

7 «Esto dice el Señor, Dios de Israel: el rey de Judá te envió a consultarme acerca de lo que va a suceder. Dile a él: “El ejército del faraón está a punto de regresar a Egipto aunque vino aquí para ayudarte.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Católica (Latinoamericana)

7 Así dice Yavé, Dios de Israel: Esta es la respuesta que entregarán ustedes al rey de Judá que los envió a consultarme: El ejército de Faraón que había salido de Egipto para ayudarlos, se volverá a su país,

Féach an chaibidil Cóip

La Biblia Textual 3a Edicion

7 Así dice YHVH Dios de Israel: Diréis así al rey de Judá, que os envió a mí para que me consultarais: He aquí el ejército de Faraón que había salido en vuestro socorro, se ha vuelto a su tierra en Egipto.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Serafín de Ausejo 1975

7 así dice Yahveh, Dios de Israel: de este modo hablaréis al rey de Judá, que os ha enviado a mí para consultarme: mirad: el ejército del Faraón que ha salido en vuestra ayuda se volverá a su país de Egipto;

Féach an chaibidil Cóip




Jeremías 37:7
22 Tagairtí Cros  

Empero en cuanto al rey de Judá que os ha enviado a consultar a Jehová, así le diréis: Así dice Jehová, el Dios de Israel; tocante a las palabras que has oído,


Y el rey de Egipto no volvió más a salir de su tierra; porque el rey de Babilonia tomó todo lo que había sido del rey de Egipto, desde el torrente de Egipto hasta el río Eufrates.


No hay sabiduría, ni hay entendimiento, ni hay consejo que valgan contra Jehová.


Porque para nada y en vano os ayudarán los Egipcios; por esto la he apellidado Rahab-hemsabet.


He aquí que confías en el báculo de esa caña cascada, es decir, Egipto, en quien si alguno se apoyare, le entrará en la mano, y se la traspasará. Tal es Faraón rey de Egipto para con todos los que confían en él.


Ahora pues ¿qué tienes que ver con el camino de Egipto, para que bebas las aguas del Nilo? o ¿qué tienes que ver con el camino de la Asiria, para que bebas de las aguas del río Eufrates?


¿Por qué corres tan afanada, de uno a otro, cambiando tu camino? De Egipto también te avergonzarás, así como te has avergonzado de Asiria.


De aquél también te apartarás con las manos sobre tu cabeza; por cuanto Jehová ha rechazado con desdén los objetos de tu confianza, y no podrás sacar partido de ellos.


LA revelación que tuvo Jeremías de parte de Jehová, cuando el rey Sedequías envió a Pasur hijo de Malaquías, y a Sofonías hijo del sacerdote Maasías, a él, diciendo:


Ruégote inquieras de Jehová por nosotros; porque Nabucodonosor rey de Babilonia hace guerra contra nosotros: puede ser que Jehová haga con nosotros según todas sus obras maravillosas, para que aquel se retire de nosotros.


¶Y el rey Sedequías envió a Jucal hijo de Selemías y a Sefanías hijo de Maasías sacerdote, al profeta Jeremías, diciendo: Ora por nosotros, te ruego, a Jehová nuestro Dios.


también el ejército de Faraón había salido de Egipto; y los Caldeos que sitiaban a Jerusalem, al oír esta noticia de ellos, se habían retirado de Jerusalem.


Entonces el profeta Jeremías tuvo revelación de Jehová, que decía:


ZAYIN.- En los días de su aflicción y de su vida errante, Jerusalem se acuerda de todas las delicias que tenía en los tiempos pasados cuando cayó su pueblo en mano del adversario, sin haber quien la ayudase, la vieron los adversarios, y riéronse de sus calamidades.


PI- Con todo esto, nuestros ojos desfallecían de esperar nuestro vano socorro; puestos en nuestra atalaya, tendíamos la vista hacia una nación que no nos podía salvar.


Y ni aun con gran fuerza ni con numeroso ejército conseguirá Faraón nada por él en la guerra, cuando se levanten terraplenes y se edifiquen torres, para cortar muchas vidas.


Y Egipto no será más la confianza de la casa de Israel, trayendo a memoria la iniquidad pasada, cuando ella volvía la cara en pos de ellos: y conocerán ellos que yo soy Jehová el Señor.


Por tanto, así dice Jehová el Señor: He aquí que yo estoy contra Faraón rey de Egipto; y quebraré ambos brazos suyos, tanto el fuerte como el que estaba ya quebrado, y la espada caerá de su mano.


Lean orainn:

Fógraí


Fógraí