Biblia Todo Logo
Bíobla ar líne
- Fógraí -





Jeremías 34:22 - Biblia Version Moderna (1929)

22 He aquí que voy a mandar, dice Jehová, y ellos volverán a esta ciudad, y pelearán contra ella, y la tomarán, y la quemarán a fuego: también a las ciudades de Judá convertiré en una desolación sin habitante.

Féach an chaibidil Cóip


Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

22 He aquí, mandaré yo, dice Jehová, y los haré volver a esta ciudad, y pelearán contra ella y la tomarán, y la quemarán con fuego; y reduciré a soledad las ciudades de Judá, hasta no quedar morador.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Nueva Traducción Viviente

22 llamaré a los ejércitos babilónicos para que regresen. Pelearán contra esta ciudad, la conquistarán y la incendiarán. Me aseguraré de que todas las ciudades de Judá sean destruidas y que nadie viva allí”».

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Católica (Latinoamericana)

22 Pues ahora les doy una orden para que vuelvan. Atacarán esta ciudad y la tomarán para pegarle fuego. Y de las ciudades de Judá no quedarán más que ruinas solitarias.

Féach an chaibidil Cóip

La Biblia Textual 3a Edicion

22 Yo lo he ordenado, dice YHVH, y los haré volver a esta ciudad, para que peleen contra ella y la conquisten, y le prendan fuego. Y haré que las ciudades de Judá queden desoladas y sin habitantes.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Serafín de Ausejo 1975

22 Estoy dando ya la orden -oráculo de Yahveh- para hacerlos volver a esta ciudad, a fin de que luchen contra ella, la tomen y la entreguen al fuego; pues de las ciudades de Judá voy a hacer un desierto, sin habitantes'.

Féach an chaibidil Cóip




Jeremías 34:22
36 Tagairtí Cros  

Y dijo David a Abisai y a todos sus siervos: He aquí que mi mismo hijo, que salió de mis entrañas, va buscando mi vida; ¿pues qué mucho que lo haga así ahora este benjamita? Déjale que siga maldiciendo; porque se lo ha dicho Jehová.


Así prendieron al rey, y le llevaron al rey de Babilonia en Ribla; donde pronunciaron sentencia contra él.


Y quemó la Casa de Jehová y la casa del rey; también quemó a fuego todas las casas de Jerusalem, y todos los palacios.


Por lo cual él trajo contra ellos al rey de los Caldeos, que mató a espada sus guerreros escogidos en la Casa de su Santuario; y no tuvo compasión del mancebo ni de la virgen, del anciano ni de la cabeza cana; a todos los entregó Dios en su mano.


Yo he comisionado mis huestes consagradas; sí, he llamado mis héroes para ejecutar mi ira, los que se regocijan orgullosamente para hacer mi obra.


Lo que queda en la ciudad es desolación, y la puerta está derribada hasta quedar en ruinas.


¿Acaso tú, orgulloso rey, nunca has oído que de luengos tiempos lo hice yo? ¿que de los días de la antigüedad lo tengo yo ideado? ahora empero lo he hecho suceder; y tú serás para hacer desolaciones, tornando ciudades fortificadas en montones de escombros.


Entonces yo dije: ¿Hasta cuándo, Señor? y respondió: Hasta que las ciudades queden desoladas, por falta de habitantes; y las casas, por no haber hombre en ellas; y la tierra venga a ser una desolación completa;


Tus santas ciudades han venido a ser un desierto; Sión ha venido a ser un desierto; Jerusalem es una desolación.


Contra él rugieron los leoncillos, y dieron sus bramidos; y convirtieron su tierra en una desolación: sus ciudades han sido quemadas; quedan sin habitante.


Y vendrán los Caldeos que pelean contra esta ciudad, y pegarán fuego a  esta ciudad y la quemarán, juntamente con las casas en cuyos terrados sus  habitantes quemaban incienso a Baal, y derramaban libaciones a otros dioses, para provocarme a ira.


Así dice Jehová: Todavía se oirá en este lugar, que decís que está desolado, sin hombres y sin bestias, es a saber, en las ciudades de Judá y en las calles de Jerusalem, que están desoladas, sin hombres y sin habitantes y sin bestias,


¶Así dice Jehová, el Dios de Israel: Vé y habla a Sedequías rey de Judá, y dile: Así dice Jehová: He aquí que voy a entregar esta ciudad en mano del rey de Babilonia, y él la quemará a fuego.


También sacarán a todas tus mujeres y a tus hijos a los Caldeos; y tú mismo no podrás escapar de su mano; porque serás tomado preso por mano del rey de Babilonia; y harás que esta ciudad sea quemada a fuego.


Y los Caldeos quemaron a fuego la casa del rey y las casas del pueblo; y derribaron los muros de Jerusalem.


Ya subió el león de su breñal, es decir, el asolador de las naciones; se ha puesto en marcha; partió de su lugar, para convertir tu tierra en una desolación: tus ciudades serán asoladas, hasta quedar sin habitante.


Sí; de modo que no pudo aguantarlo más Jehová, a causa de la maldad de vuestras obras, y a causa de las abominaciones que cometisteis; por lo cual vuestra tierra ha venido a ser un desierto y un asombro, y una maldición, sin habitante; como parece hoy:


A causa de la ira de Jehová, no será habitada, sino que toda ella será una desolación; cuantos pasaren junto a Babilonia quedarán asombrados, y silbarán a causa de todas sus plagas.


Y quemó la Casa de Jehová y la casa del rey; también quemó a fuego todas las casas de Jerusalem, y todos los palacios.


se efectuó una brecha en la ciudad, y todos los hombres de guerra huyeron, saliendo de la ciudad de noche, por la vía secreta de la puerta que había entre los dos muros, la cual estaba cerca del jardín del rey, mientras los Caldeos tenían la ciudad cercada en derredor; y se fueron camino del Arabá.


Y convertiré a Jerusalem en montones de escombros, dice Jehová, en albergue de chacales; y las ciudades de Judá las tornaré en una desolación sin habitante.


ALEPH.- ¡Cómo se sienta solitaria la ciudad que estaba llena de gente! ¡cómo ha venido a ser semejante a una viuda! aquella que era grande entre las naciones y princesa entre las provincias, ¡cómo ha sido hecha tributaria!


Por cuanto habéis entristecido el corazón del justo con vuestras mentiras, a quien yo no he entristecido, y habéis robustecido las manos del inicuo, para que no se vuelva de su mal camino, a fin de que tenga vida;


¿Sonará trompeta en la ciudad, sin que se atemorice el pueblo? ¿o habrá calamidad en alguna ciudad, que no la haya causado Jehová?


Esto no obstante, la tierra será desolada, a causa de los que habitan en ella, con motivo del fruto de sus malas obras.


Entonces el ángel de Jehová respondió y dijo: ¡Oh Jehová de los Ejércitos! ¿hasta cuándo no te compadecerás de Jerusalem y de las ciudades de Judá, contra las cuales has tenido indignación estos setenta años?


sino que los dispersaré, como con torbellino, por todas las naciones que no han conocido. Así en efecto, fué desolada la tierra tras de ellos, de manera que nadie pasaba ni volvía por ella: porque sus enemigos convirtieron la tierra deliciosa en un desierto.


El rey, pues, se indignó, y enviando sus tropas, destruyó a aquellos homicidas, y puso a fuego su ciudad.


Lean orainn:

Fógraí


Fógraí