23 y ellos, cuando entraron y la poseyeron, no han escuchado tu voz ni han andado en tu ley; nada han hecho de cuanto les mandaste que hiciesen; por lo cual tú has hecho que les suceda todo este mal;
23 y entraron, y la disfrutaron; pero no oyeron tu voz, ni anduvieron en tu ley; nada hicieron de lo que les mandaste hacer; por tanto, has hecho venir sobre ellos todo este mal.
23 Nuestros antepasados vinieron, la conquistaron y vivieron en ella, pero rehusaron obedecerte o seguir tu palabra. No hicieron nada de lo que les ordenaste. Por eso enviaste este terrible desastre sobre ellos.
23 Llegaron a ella y se adueñaron de ella, pero no escucharon tu voz ni se portaron de acuerdo a tus mandamientos. Y como no hicieron nada de lo que tú les habías ordenado, tú mandaste contra ellos todas estas calamidades.
23 Y ellos entraron y la disfrutaron; pero no oyeron tu voz, ni anduvieron en tu Ley. Nada han hecho de cuanto les mandaste hacer; por tanto, has hecho venir sobre ellos todo este mal.
23 Ellos vinieron y lo ocuparon, pero no escucharon tu voz, no caminaron según tu ley ni hicieron nada de cuanto les habías mandado hacer, y así convocaste contra ellos toda esta desgracia.
Desde los días de nuestros padres hemos estado en gran delito hasta el día de hoy; y a causa de nuestras iniquidades, nosotros, nuestros reyes y nuestros sacerdotes hemos sido entregados en manos de los reyes de las tierras, a la espada, al cautiverio, al saqueo y a vergüenza de rostro, como sucede hoy.
Asimismo les diste pan del cielo para satisfacer su hambre, y les sacaste aguas de la peña, para aplacar su sed; y les mandaste que entrasen y heredasen la tierra respecto de la cual alzaste tu mano, jurando dársela.
Y os introduje a una tierra de abundancia, para que comieseis el fruto de ella y el bien de ella; mas cuando entrasteis, contaminasteis mi tierra, y convertisteis mi herencia en una abominación.
No se han humillado hasta el día de hoy, ni han tenido temor, ni han andado en mi ley y en mis estatutos que he puesto delante de vosotros y delante de vuestros padres.
TSADE.- ¡Justo es Jehová! porque yo contra su mandamiento me he rebelado. ¡Oíd, os ruego, todos los pueblos, y mirad mi dolor! mis doncellas y mis mancebos se han ido en cautiverio.
CHETH.- Ha pecado atrozmente Jerusalem; por tanto ha venido a ser como cosa asquerosa; cuantos la honraban la desprecian, porque han visto su desnudez; también ella misma gime y se vuelve atrás.
¶Entonces dije a sus hijos en el desierto: No andéis vosotros en los estatutos de vuestros padres, ni guardéis sus preceptos, ni os contaminéis con sus ídolos:
Mas los hijos también se rebelaron contra mí; no anduvieron en mis estatutos, ni guardaron mis preceptos para hacerlos; en los cuales vivirá el hombre que los hiciere; y profanaron mis días del descanso; de modo que pensaba derramar mi indignación sobre ellos, para desahogar mi ira en ellos, en el desierto.
Mas ellos se rebelaron contra mí, y no quisieron escucharme; no desecharon cada uno sus cosas detestables de delante de sus ojos, y no abandonaron los ídolos de Egipto; de modo que pensaba derramar mi indignación sobre ellos, para desahogar mi ira en ellos en medio de la tierra de Egipto.
De igual manera vosotros también, cuando hubiereis hecho todo lo que os es mandado, decid: Siervos inútiles somos; porque lo que era de nuestra obligación hacer es lo que hemos hecho.
¶Porque cuantos sean de obras legales, están sujetos a maldición; porque está escrito: Maldito es todo aquel que no persevera en todo lo que está escrito en el Libro de la Ley, para hacerlo.
Cuando hubiereis traspasado el pacto de Jehová vuestro Dios, que él os ha prescrito, y hubiereis ido y servido a otros dioses, y os hubiereis postrado ante ellos, entonces se encenderá la ira de Jehová contra vosotros, y pereceréis en breve de sobre esta buena tierra que él os ha dado.