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Jeremías 31:40 - Biblia Version Moderna (1929)

40 Y todo el valle de los cadáveres y de las cenizas, y todos los campos hasta el torrente de Cedrón, y hasta la esquina de la puerta de los Caballos, hacia el oriente, serán santidad a Jehová. La ciudad no será arrancada, ni nunca será derribada para siempre jamás.

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Biblia Reina Valera 1960

40 Y todo el valle de los cuerpos muertos y de la ceniza, y todas las llanuras hasta el arroyo de Cedrón, hasta la esquina de la puerta de los caballos al oriente, será santo a Jehová; no será arrancada ni destruida más para siempre.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

40 y el área entera —incluidos el cementerio y el basurero de cenizas en el valle, y todos los campos en el oriente hasta el valle de Cedrón y hasta la puerta de los Caballos— será santa al Señor. Nunca más la ciudad será conquistada ni destruida».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

40 Y todo el valle de los muertos y de la ceniza, y los campos que limitan con el torrente de Cedrón hasta la esquina de la Puerta de los Caballos, al este, serán consagrados a Yavé. ¡Ya no volverán a ser destruidos ni declarados malditos!

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La Biblia Textual 3a Edicion

40 Y todo el valle de los cadáveres y de las cenizas, y todas las llanuras hasta el arroyo de Cedrón, hasta la esquina del portal de los Caballos, hacia el oriente, estarán consagrados a YHVH. Nunca más será devastada ni destruida.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

40 Y todo el valle de los cadáveres y de la ceniza, y todos los campos hasta el torrente Cedrón, hasta el ángulo de la Puerta de los Caballos, al este, serán cosa santa para Yahveh. No se arrancará ni se destruirá nunca más.

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Jeremías 31:40
23 Tagairtí Cros  

Y todo el país lloraba a grandes voces en tanto que toda la gente pasaba. Y mientras tanto que el rey iba pasando el torrente Cedrón, y toda la gente pasaba adelante por el camino del desierto,


Le dieron pues espacio, y ella misma salió por el camino por donde entran los caballos en la casa del rey; y fué muerta allí.


Los altares también que estaban sobre el terrado de la cámara alta de Acaz, los que hicieron los reyes de Judá, y los altares que hizo Manasés en los dos atrios de la Casa de Jehová, los derribó el rey, y los arrojó de allí, e hizo echar su polvo en el torrente Cedrón.


Y sacó a la Ashera de la Casa de Jehová, fuera de Jerusalem, al valle del Cedrón, y la quemó en el valle del Cedrón, y la molió a golpes, hasta reducirla a polvo; y arrojó su polvo sobre las sepulturas de la gente del pueblo.


Por lo cual le dieron espacio, y ella misma salió a la entrada de la puerta de los caballos, que conduce a la casa del rey; y allí le dieron muerte.


Más arriba de la puerta de los Caballos, restauraron los sacerdotes, cada hombre en frente de su casa.


¡Nos acordamos de tu misericordia, oh Dios, en medio de tu templo!


Así dice Jehová, el Señor tuyo, y tu Dios que defiende la causa de su pueblo: He aquí que he quitado de tu mano la copa de vértigo, la honda y anchurosa copa de mi ardiente ira; tú no la volverás más a beber;


Mira que yo te pongo hoy sobre las naciones y sobre los reinos, para desarraigar, y para derribar, y para arruinar, y para destruir completamente; para edificar también y para plantar.


En cualquier momento que yo hablare acerca de una nación, o de un reino, para desarraigarlo, y para derribarlo, y para destruirlo,


¶Y ahora, sin embargo de esto, así dice Jehová, el Dios de Israel, respecto de esta ciudad, de la cual decís que está entregada en mano del rey de Babilonia, a causa de la espada y del hambre y de la peste:


y los extenderán delante del sol, y delante de la luna, y delante de todo el ejército del cielo, objetos que ellos amaron, y sirvieron, y en pos de los cuales anduvieron, y a quienes consultaron, y ante los cuales se postraron; y no serán recogidos, ni serán enterrados, sino que serán como estiércol sobre la haz del campo.


Y me hizo pasar junto a ellos, todo en derredor; y he aquí que eran muchísimos sobre la haz del valle; y he aquí que estaban muy secos.


Y habitarán en la tierra que dí a mi siervo Jacob, en donde habitaron vuestros padres; y habitarán en ella así ellos como sus hijos, y los hijos de sus hijos, para siempre; y mi siervo David será Príncipe de ellos para siempre.


Y no volveré más a esconder mi rostro de ellos; porque habré derramado mi Espíritu sobre la casa de Israel, dice Jehová el Señor.


Habrá alrededor de ella diez y ocho mil cañas; y el nombre de la ciudad, desde aquel día en adelante, será JEHOVA-SAMMA.


Entonces conoceréis que yo soy Jehová vuestro Dios. que habito en Sión, mi santo monte: y Jerusalem será santa; y los extraños no pasarán más por ella.


Y se habitará tranquilamente en ella; y no habrá más maldición; sino que Jerusalem habitará confiada.


En aquel día habrá aun sobre las campanillas de los caballos el rótulo de SANTIDAD A JEHOVÁ; y las ollas en la Casa de Jehová serán como los tazones delante del altar.


CUANDO Jesús hubo dicho estas palabras, salió con sus discípulos a la otra parte del torrente de Cedrón, donde había un huerto, en el cual entró él con sus discípulos.


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