Biblia Todo Logo
Bíobla ar líne

- Fógraí -





Jeremías 31:18 - Biblia Version Moderna (1929)

18 He escuchado atentamente a Efraim que así se lamentaba: ¡Tú me castigaste, y yo fuí castigado, como novillo no acostumbrado al yugo! ¡hazme volver, y yo me volveré a ti, porque tú eres Jehová mi Dios!

Féach an chaibidil Cóip


Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

18 Escuchando, he oído a Efraín que se lamentaba: Me azotaste, y fui castigado como novillo indómito; conviérteme, y seré convertido, porque tú eres Jehová mi Dios.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Nueva Traducción Viviente

18 Oí a Israel decir: “Me disciplinaste severamente, como a un becerro que necesita ser entrenado para el yugo. Hazme volver a ti y restáurame, porque solo tú eres el Señor mi Dios.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Católica (Latinoamericana)

18 Escucho, escucho quejarse a Efraím: 'Me has pegado, y he sido castigado muy duro, como un novillo no domado; haz que yo vuelva y volveré, ya que tú eres Yavé, mi Dios.

Féach an chaibidil Cóip

La Biblia Textual 3a Edicion

18 Oí atentamente el lamento de Efraín: Me azotaste, Fui castigado como novillo indómito; Conviérteme, y seré convertido, Porque Tú eres YHVH mi Dios.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Serafín de Ausejo 1975

18 Oigo muy bien a Efraín lamentarse: 'Me has castigado y aguanté el castigo como novillo no domesticado. Conviérteme, que quiero convertirme, pues tú eres Yahveh, mi Dios.

Féach an chaibidil Cóip




Jeremías 31:18
54 Tagairtí Cros  

He aquí, dichoso es el hombre a quien Dios reprende; no desprecies pues la corrección del Omnipotente:


Gravemente me ha castigado Jehová; mas no me ha entregado a la muerte.


Antes de ser afligido yo me extraviaba; pero ahora he guardado tu palabra.


Yo sé, oh Jehová, que tus juicios son justos, y que en fidelidad me has afligido.


Mis tiempos están en tu mano; ¡líbrame de la mano de mis enemigos, y de mis perseguidores!


No seas como el caballo, o como el mulo, que no tiene entendimiento; que ha de ser sujetado con cabestro y con freno, jaez que le conviene, por no querer llegar a ti.


¡Oh Jehová, Dios de los Ejércitos, haznos volver, haz resplandecer tu rostro, y seremos salvos!


¡Oh Dios, haznos volver, y haz resplandecer tu rostro, y seremos salvos!


¡Oh Dios de los Ejércitos, haznos volver, y haz resplandecer tu rostro, y seremos salvos!


¡Vuélvenos, oh Dios de nuestra salvación; y cese tu ira hacia nosotros!


¡Bienaventurado el hombre a quien tú, oh Jehová, corriges, y enseñas en tu ley;


El látigo para el caballo, el cabestro para el asno, y la vara para las espaldas de los insensatos.


AQUEL que, siendo muchas veces reprendido, endurece la cerviz, será de repente quebrantado, y eso sin remedio.


¡Hijo mío, no deseches la corrección de Jehová, ni te impacientes a causa de su reprensión!


¿Por qué querréis ser castigados aún, para que sigáis rebelándoos más y más? la cabeza toda está ya enferma, el corazón todo desfallecido;


Tus hijos han desfallecido; tendidos están en las encrucijadas de todas las calles, como antílope en una red, llenos de la ira de Jehová, de la reprensión de tu Dios.


Fué oprimido; pero él mismo se humilló, y no abre su boca: como cordero, es conducido al matadero; y como es muda la oveja delante de los que la esquilan, así él no abre su boca.


¡Míranos! porque tú eres nuestro Padre, aunque Abraham no nos reconoce, e Israel nada sabe de nosotros: tú, ¡oh Jehová! eres nuestro Padre: ¡Redentor nuestro desde la eternidad, es tu nombre!


Pero el pueblo no se vuelve al que le hiere, ni buscan a Jehová de los Ejércitos.


¡Sáname, oh Jehová, y quedaré sano; sálvame, y seré salvo; porque tú eres mi alabanza!


En vano he castigado a vuestros hijos; pues no reciben la corrección: vuestra misma espada ha devorado a vuestros profetas, como un león asolador.


¡Acostémonos pues en nuestra ignominia, y cúbranos nuestra confusión; porque hemos pecado contra Jehová nuestro Dios, nosotros y nuestros padres, desde nuestra mocedad hasta el día de hoy, y no hemos obedecido la voz de Jehová nuestro Dios!


Porque habrá tiempo en que los atalayas sobre los montes de Samaria, clamen: ¡Levantaos, y subamos a Sión, a Jehová nuestro Dios!


Con lloros vendrán, y en medio de suplicaciones yo los conduciré; los haré andar junto a corrientes de aguas, por caminos rectos en que no tropezarán: porque soy un Padre a Israel, y Efraim es mi primogénito.


¡Oh Jehová! ¿no están tus ojos dirigidos hacia la verdad? tú los castigaste, mas no se dolieron; los consumiste, mas se negaron a recibir la corrección; han hecho sus rostros más duros que la roca; rehusan volverse a ti.


¡Haznos volver, oh Jehová, a ti, para que nosotros nos volvamos; renueva nuestros días, para que sean como de antiguos tiempos:


Y os acordaréis allí de todos vuestros caminos, y de todas vuestras obras con las que os habéis contaminado; y os aborreceréis a vosotros mismos, a causa de todas las maldades que habéis cometido.


Conforme está escrito en la ley de Moisés, todo este mal nos ha sobrevenido; mas no hemos suplicado la gracia de Jehová nuestro Dios, a fin de volvernos de nuestras iniquidades,  de alcanzar inteligencia en tu verdad.


Y Efraim es una novilla enseñada, a la que le gusta trillar; ¡mas yo hago pasar el yugo sobre su hermosa cerviz! a Efraim le haré uncir, Judá tirará del arado, y Jacob desmenuzará los terrones.


Porque Israel se ha hecho indomable como novilla cerrera; ahora pues los apacentará Jehová como cordero solitario en lugar espacioso.


Yo pues iré, y me volveré a mi lugar, hasta tanto que ellos reconozcan su ofensa y busquen mi rostro: en su adversidad me buscarán con empeño; dirán:


¶Y viendo Dios las obras de ellos y cómo se volvieron de su camino malo, se arrepintió Dios del mal que había dicho que les haría, y no lo hizo.


No escucha la voz, no admite la corrección; en Jehová no confía; a su Dios no se acerca.


Entonces los que temían a Jehová hablaron cada uno con su compañero; y Jehová escuchó, y los oyó; y fué escrito un libro de memoria delante de él, a favor de los que temen a Jehová, y de los que piensan en su nombre.


Y él volverá el corazón de los padres hacia los hijos, y el corazón de los hijos hacia los padres; no sea que yo venga y hiera la tierra con maldición.


¶Los de la bandera del campamento de Efraim, repartidos según sus escuadrones, estarán al occidente, siendo el príncipe de los hijos de Efraim, Elisama hijo de Amiud;


E irá delante de su faz, en el espíritu y poder de Elías, para hacer volver el corazón de los padres hacia los hijos, de los desobedientes también a la cordura de los justos; aparejando así un pueblo preparado para el Señor.


Y levantóse, y fué a su padre. Y estando todavía lejos, le vió su padre; y conmoviéronsele las entrañas; y corrió, y le echó los brazos al cuello, y le besó fervorosamente.


A vosotros primero, habiendo resucitado Dios a su siervo Jesús, le ha enviado para bendeciros, apartando a cada uno de vosotros de sus iniquidades.


porque Dios es el que obra en vosotros, así el querer como el obrar a causa de su buena voluntad.


y habéis olvidado la exhortación que arguye con vosotros, como con hijos, diciendo: Hijo mío, no tengas en poco la corrección del Señor, ni desfallezcas cuando eres reprendido por él;


Yo a cuantos amo los reprendo y castigo; sé celoso pues y arrepiéntete.


Lean orainn:

Fógraí


Fógraí