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Jeremías 22:21 - Biblia Version Moderna (1929)

21 Yo te hablé en tu prosperidad,  mas tú dijiste: ¡No escucharé! Este ha sido tu proceder desde tu mocedad; no has escuchado mi voz.

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Biblia Reina Valera 1960

21 Te he hablado en tus prosperidades, mas dijiste: No oiré. Este fue tu camino desde tu juventud, que nunca oíste mi voz.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

21 Te lo advertí cuando eras próspero, pero respondiste: “¡No me fastidies!”. Has sido así desde tu niñez; ¡nunca me obedeces!

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Biblia Católica (Latinoamericana)

21 Te hablé cuando te sonreía la fortuna y dijiste: 'No tengo ganas de oír. Te has acostumbrado desde tu juventud a no escuchar mi voz.

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La Biblia Textual 3a Edicion

21 En tu gran prosperidad te hablé, Pero dijiste: No escucharé. Éste ha sido tu camino desde tu juventud: Nunca escuchaste mi voz.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

21 Te hablé cuando vivías tranquila. Dijiste: 'No quiero oír'. Éste es tu proceder desde tu juventud: nunca has escuchado mi voz.

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Jeremías 22:21
35 Tagairtí Cros  

¶Y habló Jehová a Manasés y a su pueblo; pero no hicieron caso.


MUCHAS veces me han angustiado desde mi juventud, (¡oh diga así Israel!)


no sea que me sacie del bien, y reniegue de ti, y diga: ¿Quién es Jehová? o no sea que empobrezca, y hurte, y use profanamente el nombre de mi Dios!


Al contrario, no las oíste, ni las conociste, ni desde entonces tienes abiertos los ojos; porque yo sé que eres muy desleal, y transgresor desde el nacimiento, has sido llamado.


Este pueblo malo que rehusa con desprecio oír mis palabras, que anda en la dureza de su corazón, y se ha ido tras otros dioses, para servirles y para adorarlos, vendrá a ser como este cinto, que no sirve ya para nada.


Así dice Jehová de los Ejércitos, el Dios de Israel: ¡He aquí que voy a traer sobre esta ciudad y sobre todas las ciudades que dependen de ella, todo el mal que he pronunciado contra ellas; por cuanto han endurecido su cerviz, para no escuchar mis palabras!


Guarda tu pie de andar descalzo, y tu garganta de arder en sed: mas tú dijiste: ¡No hay remedio, no; pues amo a los extraños, y en pos de ellos me iré!


¡Oh generación perversa, atended al oráculo de Jehová! ¿Por ventura he sido yo un yermo para Israel, o una tierra de densas tinieblas? ¿por qué pues ha dicho mi pueblo: ¡Sacudimos el yugo! ¡no volveremos más a ti!


¶Desde el año trece de Josías hijo de Amón, rey de Judá, hasta este día, por veinte y tres años, he tenido revelación de Jehová, y os he hablado, madrugando y hablando; mas no habéis escuchado.


Y Jehová os ha enviado todos sus siervos los profetas, madrugando y enviando, (aunque no habéis escuchado, ni siquiera habéis inclinado vuestros oídos para escuchar),


Pero vosotros no me habéis escuchado, dice Jehová; a fin de provocarme a ira con las obras de vuestras manos, para vuestro propio daño.


Por tanto, así dice Jehová de los Ejércitos: Por cuanto no habéis escuchado mis palabras,


Mas, aquella cosa vergonzosa ha devorado las labores de nuestros padres desde nuestra mocedad; sus rebaños y sus vacadas, sus hijos y sus hijas.


¡Acostémonos pues en nuestra ignominia, y cúbranos nuestra confusión; porque hemos pecado contra Jehová nuestro Dios, nosotros y nuestros padres, desde nuestra mocedad hasta el día de hoy, y no hemos obedecido la voz de Jehová nuestro Dios!


Pues que los hijos de Israel y los hijos de Judá han hecho solamente lo que es malo delante de mi vista,  desde su mocedad; porque los hijos de Israel no han hecho más que provocarme a ira con la obra de sus manos, dice Jehová.


También os he enviado a todos mis siervos los profetas, madrugando y enviando, diciendo: Volveos cada cual de su mal camino, y enmendad vuestras obras, y no vayáis tras otros dioses para servirles, y habitaréis en la tierra que he dado a vosotros y a vuestros padres pero no inclinasteis el oído, ni me habéis escuchado.


Moab ha estado descuidado desde su mocedad, y, como el vino, ha descansado sobre sus heces, sin ser trasegado de vasija en vasija, ni se ha ido en cautiverio; por tanto permanece su sabor en él, y su olor no se ha mudado.


Así dice Jehová: Deteneos en medio de los caminos, y mirad; y preguntad cuáles sean las sendas antiguas, y dónde está el camino bueno; y andad en él; y hallaréis descanso para vuestras almas. Mas ellos dijeron: ¡No andaremos en él!


Pero rebelóse contra mí la casa de Israel en el desierto; en mis estatutos no anduvieron, sino que despreciaron mis preceptos, en los cuales vivirá el hombre que los hiciere; y profanaron en gran manera mis días del descanso; de modo que pensaba derramar mi indignación sobre ellos en el desierto, para exterminarlos.


Mas los hijos también se rebelaron contra mí; no anduvieron en mis estatutos, ni guardaron mis preceptos para hacerlos; en los cuales vivirá el hombre que los hiciere; y profanaron mis días del descanso; de modo que pensaba derramar mi indignación sobre ellos, para desahogar mi ira en ellos, en el desierto.


Pues yo los traje a la tierra que había jurado darles; mas cuando pusieron los ojos en todo collado alto, y en todo árbol frondoso, ofrecieron allí sus sacrificios, y presentaron allí su ofrenda para provocarme a ira, y pusieron allí sus olores gratos, y derramaron allí sus libaciones.


Mas ellos se rebelaron contra mí, y no quisieron escucharme; no desecharon cada uno sus cosas detestables de delante de sus ojos, y no abandonaron los ídolos de Egipto; de modo que pensaba derramar mi indignación sobre ellos, para desahogar mi ira en ellos en medio de la tierra de Egipto.


No escucha la voz, no admite la corrección; en Jehová no confía; a su Dios no se acerca.


¿No son éstas las palabras que proclamó Jehová por los profetas anteriores, cuando Jerusalem estaba habitada y en prosperidad, juntamente con sus ciudades alrededor de ella, y cuando el Mediodía y la Sefela estaban habitadas?


Porque conozco tu rebelión y tu dura cerviz: he aquí, estando yo todavía vivo en medio de vosotros, rebeldes habéis sido para con Jehová; ¿cuánto más pues lo seréis después de mi muerte?


Rebeldes habéis sido para con Jehová desde el día en que os conocí.


¶Acuérdate, jamás se te olvide, de cómo provocaste a Jehová tu Dios en el desierto; desde el día que saliste de la tierra de Egipto hasta vuestra llegada a este lugar, habéis sido rebeldes para con Jehová.


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