Biblia Todo Logo
Bíobla ar líne

- Fógraí -





Isaías 55:3 - Biblia Version Moderna (1929)

3 ¡Inclinad vuestro oído, y venid a mí! ¡escuchad, y vivirá vuestra alma! y yo haré con vosotros un pacto eterno, las misericordias segurísimas prometidas a David.

Féach an chaibidil Cóip


Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

3 Inclinad vuestro oído, y venid a mí; oíd, y vivirá vuestra alma; y haré con vosotros pacto eterno, las misericordias firmes a David.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Nueva Traducción Viviente

3 »Vengan a mí con los oídos bien abiertos. Escuchen, y encontrarán vida. Haré un pacto eterno con ustedes. Les daré el amor inagotable que le prometí a David.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Católica (Latinoamericana)

3 Atiéndanme y acérquense a mí, escúchenme y su alma vivirá. Voy a hacer con ustedes una alianza para siempre, para darles los bienes que tengo prometidos a David.

Féach an chaibidil Cóip

La Biblia Textual 3a Edicion

3 ¡Inclinad vuestro oído y venid a mí! ¡Escuchad, y vuestra alma vivirá! Y Yo haré con vosotros un pacto eterno, Las misericordias fieles prometidas a David.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Serafín de Ausejo 1975

3 Inclinad vuestro oído y venid a mí, escuchadme y viviréis. Quiero sellar con vosotros una alianza eterna, las gracias permanentes de David.

Féach an chaibidil Cóip




Isaías 55:3
45 Tagairtí Cros  

Y estableceré mi pacto entre mí y ti, y tu simiente después de ti en sus generaciones sucesivas, por pacto eterno, de ser yo tu Dios, y el de tu simiente después de ti.


No se apartará de Judá el cetro, ni la vara de gobernador de entre sus pies, hasta que venga el Pacificador: y a Él será tributada la obediencia de las naciones.


Es verdad que no así ha cumplido mi casa para con Dios: él empero ha hecho conmigo un pacto eterno, bien arreglado en todo y seguro; el cual es toda mi salvación y todo mi placer: ¿pues no lo hará florecer?


Ahora pues sea de tu agrado bendecir la casa de tu siervo, para que permanezca siempre delante de ti; porque tú, oh Jehová Dios, lo has prometido; y con tu bendición será bendecida la casa de tu siervo para siempre.


¡Oh Dios, Jehová, no hagas volver avergonzado el rostro de tu ungido; acuérdate de las misericordias pactadas con  David tu siervo!


He inclinado mi corazón a cumplir tus estatutos de continuo, y hasta el fin. SAMEK


¡Viva mi alma, y te alabará; y ayúdenme tus juicios!


¡ESCUCHA, pueblo mío, mi ley, inclinad vuestro oído a las palabras de mi boca!


Sempiternamente guardaré con él mi misericordia; mi pacto con él es seguro.


Estableceré también su linaje para siempre, y su trono durará como los días del cielo.


y dijo: Si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, e hicieres lo que es recto a sus ojos, y prestares oídos a sus mandamientos, y guardares todos sus estatutos, entonces no enviaré sobre ti ninguna enfermedad de las que envié sobre los Egipcios; porque yo soy Jehová tu Sanador.


¡Hijo mío, fija tu atención en mis palabras; inclina tu oído a mis dichos!


¡Guarda mis mandamientos, y vivirás; sí guarda mi enseñanza como a la niña de tu ojo!


¡Estadme atentos, oh pueblo mío, y prestadme oídos, oh nación mía! porque de mí procederá una ley, y estableceré mi ordenanza para luz de los pueblos.


Porque las montañas se alejarán, y los collados serán removidos; pero mi compasión no se alejará de ti, ni será removido mi pacto de paz, dice Jehová que se compadece de ti.


en un acceso pasajero de ira, te escondí momentáneamente mi rostro; pero con compasiones eternas tendré misericordia de ti, dice Jehová, Redentor tuyo.


Porque yo, Jehová, amo la justicia; aborrezco la rapiña para holocausto; mas a aquellos les daré su recompensa fielmente; haré con ellos un pacto eterno.


sino que servirán a Jehová su Dios, y a David su rey, a quien yo voy a levantar para ellos.


y haré con ellos un pacto eterno, que no me apartaré de ellos, dejando de hacerles bien, sino que pondré mi temor en su corazón, para que no se aparten de mí.


entonces también desecharé yo la simiente de Jacob y de David mi siervo, de modo que no tome de su simiente quienes rijan la simiente de Abraham, Isaac y Jacob: porque yo haré tornar su cautiverio, y tendré compasión de ellos.


A lo cual Jeremías respondió: No te entregarán. Obedece, te lo ruego, a la voz de Jehová, respecto de lo que te digo, para que te vaya bien y para que viva tu alma.


Inquirirán el camino de Sión, puestos hacia allá sus rostros, diciendo: ¡Venid, y unámonos a Jehová en un pacto eterno, que nunca será echado al olvido!


¶Esto no obstante, me acordaré yo de mi pacto hecho contigo en los días de tu mocedad; y estableceré contigo un pacto eterno.


Y yo, Jehová, seré el Dios de ellas, y mi siervo David será el Príncipe en medio de ellas: yo Jehová lo he dicho.


Y celebraré con ellas pacto de paz, y exterminaré de la tierra las bestias feroces; de modo que habiten mis ovejas en los despoblados con seguridad, y duerman en los bosques.


Y celebraré con ellos un pacto de paz; será un pacto eterno con ellos; y los estableceré, y los multiplicaré, y pondré mi Santuario en medio de ellos para siempre.


Por tanto guardaréis mis estatutos y mis preceptos; en los cuales vivirá el hombre que los hiciere. Yo Jehová.


Porque así ha dicho Jehová el Señor a la casa de Israel: ¡Buscadme a mí, y viviréis!


¡Buscad a Jehová, y viviréis! no sea que acometa como fuego a la casa de José, y la devore, sin que tenga Bet-el quién lo apague.


¡Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os daré descanso!


Mas bienaventurados son vuestros ojos, porque ven; y vuestros oídos, porque oyen.


Todavía hablaba él, cuando, he aquí, una nube de luz que les cubrió; y he aquí una voz salía de la nube que decía: ¡Éste es mi amado Hijo, en quien tengo mi complacencia! ¡oídle a él!


Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y ellas me siguen:


Todo cuanto me da el Padre, a mí vendrá; y al que viene a mí, de ninguna manera le desecharé.


¶Y en el último día, el gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie, y clamó, diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mí y beba.


El que es de Dios oye las palabras de Dios: por esto vosotros no las oís, por cuanto no sois de Dios.


Y en testimonio de que le levantó de entre los muertos, para nunca más volver a corrupción, ha dicho así:  Os daré las santas y seguras    bendiciones de David.


Pues Moisés escribe respecto de la  justicia que es de la ley, que el hombre que hiciere las tales cosas, vivirá por ellas.


¶Y el Dios de paz, el cual, en virtud de la sangre del pacto eterno, volvió a traer de entre los muertos al gran pastor de las ovejas, es decir, a nuestro Señor Jesús,


Lean orainn:

Fógraí


Fógraí