Biblia Todo Logo
Bíobla ar líne

- Fógraí -





Isaías 47:5 - Biblia Version Moderna (1929)

5 ¡Siéntate silenciosa, y entra en tinieblas, oh hija de los Caldeos! porque no volverán más a llamarte Señora de los reinos.

Féach an chaibidil Cóip


Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

5 Siéntate, calla, y entra en tinieblas, hija de los caldeos; porque nunca más te llamarán señora de reinos.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Nueva Traducción Viviente

5 «Oh Babilonia hermosa, siéntate ahora en oscuridad y en silencio. Nunca más serás conocida como la reina de los reinos.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Católica (Latinoamericana)

5 Siéntate en silencio, colócate en la sombra, hija de los caldeos. Ya nunca más te llamarán soberana de los reinos.

Féach an chaibidil Cóip

La Biblia Textual 3a Edicion

5 Siéntate y calla, y entra en las tinieblas, oh hija de los caldeos, Porque nunca más te volverán a llamar soberana de reinos.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Serafín de Ausejo 1975

5 Siéntate en silencio y entra en la oscuridad hija de los caldeos, que ya no te llamarán soberana de reinos.

Féach an chaibidil Cóip




Isaías 47:5
25 Tagairtí Cros  

¡Jehová, no sea yo avergonzado, porque a ti he invocado: sean avergonzados los inicuos, y estén callados en el sepulcro!


¡Callad, y sabed que yo soy Dios! ¡Seré ensalzado entre las naciones; seré ensalzado en la tierra!


Porque a las estrellas del cielo y sus constelaciones no despedirán luz; se obscurecerá el sol en su salida, y la luna no hará resplandecer su luz.


Y la tornaré en posesión de erizos, en charcos de agua; y la barreré con escoba de destrucción, dice Jehová de los Ejércitos.


que entonarás este cántico triunfal respecto del rey de Babilonia, y dirás: ¡Cómo ha cesado de sus vejaciones el opresor! ¡el exactor de oro ha cesado!


He aquí que esto es lo que viene: hombres montados, caballerías por pares. Y tornó a hablar, diciendo: ¡Ha caído, ha caído Babilonia, y todas las imágenes de sus dioses están destrozadas, derribadas por tierra!


¡Callad, oh habitantes de la ciudad isleña! tú a quien los comerciantes de Sidón, pasando el mar, llenaron de riquezas.


¡DESCIENDE, y siéntate en el polvo, oh virgen, hija de Babilonia! ¡siéntate en tierra, sin trono, oh hija de los Caldeos! porque no volverán más a llamarte tierna y delicada.


Y dijiste: Para siempre seré señora: por manera que no pusiste estas cosas en tu corazón; no te acordaste del paradero de ello.


Y haré que perezca de entre ellas la voz de gozo y la voz de alegría, la voz del novio y la voz de la novia, el sonido del molino y la luz de la lámpara.


Dirán: ¿Por qué nos quedamos sentados? Congregaos, y entremos en las ciudades fortificadas, y estaremos allí callados; puesto que Jehová nuestro Dios nos ha reducido a silencio, y nos ha dado a beber agua de hiel, por haber pecado contra Jehová.


ALEPH.- ¡Cómo se sienta solitaria la ciudad que estaba llena de gente! ¡cómo ha venido a ser semejante a una viuda! aquella que era grande entre las naciones y princesa entre las provincias, ¡cómo ha sido hecha tributaria!


YOD.-  Se sientan en tierra y guardan silencio los ancianos de la hija de Sión; echan polvo sobre sus cabezas; se ciñen de saco: las vírgenes de Jerusalem tienen abatidas las cabezas hasta la tierra.


Jehová empero está en su santo Templo: ¡guarde silencio delante de él toda la tierra!


¡Guarde silencio toda carne delante de Jehová, porque despierta ya, y sale de su santa morada!


olas embravecidas del mar, que espuman sus propias obras vergonzosas; estrellas errantes, a quienes ha sido reservada la negrura de las tinieblas para siempre!


Y la mujer que tú viste es aquella gran ciudad, la cual tiene el imperio sobre los reyes de la tierra.


Cuanto se ha glorificado, y vivido en delicias, tanto dadle de tormento y de llanto; porque ella dice en su corazón: Estoy sentada reina, y no soy viuda, ni nunca veré el duelo.


Él guardará los pies de sus santos; mas los impíos enmudecerán en tinieblas; que por fuerza propia no prevalecerá ninguno.


Lean orainn:

Fógraí


Fógraí