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Isaías 47:10 - Biblia Version Moderna (1929)

10 Pues confiaste en tu maldad; dijiste: ¡Nadie me ve! Tu sabiduría y tu ciencia misma te han pervertido, de modo que dijiste en tu corazón: ¡Yo soy, y fuera de mi no hay otra!

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Biblia Reina Valera 1960

10 Porque te confiaste en tu maldad, diciendo: Nadie me ve. Tu sabiduría y tu misma ciencia te engañaron, y dijiste en tu corazón: Yo, y nadie más.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

10 »Te sentías segura en tu maldad. “Nadie me ve”, dijiste. Pero tu “sabiduría” y tu “conocimiento” te han descarriado, y dijiste: “Yo soy la única, y no hay otra”.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

10 Te sentías segura en tu maldad, y decías: 'Nadie me ve. Tu sabiduría y tu ciencia se te subieron a la cabeza. hasta tal punto que pensabas: 'Yo y nadie más.

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La Biblia Textual 3a Edicion

10 Porque te confiaste en tu maldad, diciendo: No hay quien me vea; Fuiste pervertida por tu arrogante ciencia, Y dijiste en tu corazón: Yo y nadie más que yo.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

10 Confiabas en tu maldad y decías: 'Nadie me ve'. Tu sabiduría y tu ciencia te han descarriado; pues decías en tu corazón: 'Yo, y nadie más'.

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Isaías 47:10
23 Tagairtí Cros  

Dice en su corazón: Dios ha olvidado; esconde su rostro; jamás lo verá.


¡Mirad al hombre que no puso a Dios por su fortaleza, sino confió en la muchedumbre de su riqueza, y esforzóse en su maldad!


Anímanse mutuamente en una empresa mala; tratan de esconder lazos; dicen: ¿Quién los verá?


Nadie hay que tenga potestad sobre el espíritu suyo, para retener el espíritu; ni tiene autoridad el día de la muerte; y no hay descargo en esta guerra: y la maldad no podrá librar a los que le son adictos.


Por cuanto habéis dicho: Hemos hecho pacto con la muerte, y con el infierno tenemos hecho convenio; cuando pasare el azote, cual torrente, no nos alcanzará; porque hemos puesto las mentiras por nuestro refugio, y entre los embustes nos hemos escondido;


¡Ay de los que ahondan el consejo, a fin de ocultarlo a Jehová, y cuyas obras están envueltas en tinieblas; y dicen: ¿quién nos ve? y ¿quién nos conoce?


¡Apaciéntase de ceniza, un corazón engañado le extravía, de modo que no pueda libertar a su alma, ni decir: ¿No hay acaso una mentira en mi mano derecha?


Ahora pues, escucha esto, oh mujer voluptuosa. tú que habitas descuidada, tú que dices en tu corazón: ¡Yo soy, y fuera de mí no hay otra; nunca me sentaré como viuda, ni conoceré pérdida de hijos!


¡Ay de los que son sabios a sus propios ojos, y entendidos en su mismo parecer!


No hay quien pleitee con justicia, ni quien litigue de buena fe: confían en vanidad y hablan embustes; conciben vejación y paren iniquidad.


¿Podrá alguien ocultarse en escondrijos tales que no le vea yo? dice Jehová: ¿no lleno yo los cielos y la tierra? dice Jehová.


Así dice Jehová: No se gloríe el sabio en su sabiduría, ni se gloríe el poderoso en su poder, ni se gloríe el rico en sus riquezas;


Entonces él me dijo: ¿Has visto, oh hijo del hombre, lo que los ancianos de la casa de Israel están haciendo en las tinieblas, cada uno en sus cámaras pintadas de imágenes? porque dicen: ¡Jehová no nos ve! ¡Jehová ha abandonado la tierra!


Entonces él me contestó: La iniquidad de la casa de Israel y de Judá es sobremanera grande; de modo que la tierra se ha llenado de homicidios, y la ciudad está atestada de perversidad: porque ellos dicen: Ha abandonado la tierra Jehová; y, Jehová no lo ve.


Por tanto, oh rey, séate mi consejo acepto, y rompe con tus pecados, por medio de justicia, y con tus iniquidades, usando de misericordia para con los pobres; si por acaso pueda haber alguna prolongación de tu tranquilidad.


¡Ésta es la ciudad regocijada que habitaba descuidadamente, la que decía en su corazón: ¡Yo soy, y fuera de mí no hay ninguna! ¡Cómo ha venido a ser una desolación, una guarida de fieras! todo aquel que pasare junto a ella silbará, y meneará la mano.


Profesando ser sabios, se tornaron insensatos,


Porque la sabiduría de este mundo es insensatez para con Dios. Porque está escrito:Él prende a los sabios en su misma astucia.


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