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Isaías 32:6 - Biblia Version Moderna (1929)

6 porque el vil hablará vilezas, y su corazón obrará iniquidad, para practicar la impiedad, y para hablar error contra Jehová; a fin de dejar vacía el alma de los hambrientos, y para hacer faltar la bebida de los sedientos.

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Biblia Reina Valera 1960

6 Porque el ruin hablará ruindades, y su corazón fabricará iniquidad, para cometer impiedad y para hablar escarnio contra Jehová, dejando vacía el alma hambrienta, y quitando la bebida al sediento.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

6 Pues los necios hablan necedades y hacen planes malvados; practican la impiedad y difunden enseñanzas falsas acerca del Señor. Privan de alimento a los hambrientos y no dan agua a los sedientos.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

6 Pues el hombre sin conciencia dice cosas que chocan la conciencia y trama el mal; es un hipócrita que blasfema contra Yavé, que deja sin comida al hambriento o le niega un vaso de agua al sediento.

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La Biblia Textual 3a Edicion

6 Pues el necio dice necedades, Y su corazón maquina° iniquidades Para cometer impiedades, Para blasfemar contra YHVH, Al dejar vacío al hambriento, Al privar de agua al sediento.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

6 Porque el insensato dice insensateces, su corazón planea el mal, de modo que comete impiedad, dice falsedad acerca de Yahveh, deja vacío el estómago del hambriento y priva al sediento de bebida.

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Isaías 32:6
33 Tagairtí Cros  

¡No dejes inclinar mi corazón a cosa mala, a hacer maldades con los obradores de iniquidad; ni coma yo de sus delicias!


La necedad del hombre pervierte su camino, y luego su corazón se enoja contra Jehová.


Cosa demasiado alta para el necio es la sabiduría: en el tribunal no abre su boca.


a fin de privar de justicia a los desvalidos, y de arrebatar a los pobres de mi pueblo su derecho! para que sean las viudas presa suya, y para saquear a los huérfanos.


Contra una nación impía le enviaré, y contra el pueblo de mi ira le daré comisión; para que se lleve los despojos, y arrebate la presa, y para hollarlos como el Iodo de las calles.


Pues aun cuando se mostrare favor al inicuo, no aprenderá justicia; en la tierra de justicia seguirá haciendo injusticias, y no mirará la majestad de Jehová.


¿Qué tenéis, para que majéis a mi pueblo, y moláis las caras de los pobres? dice el Señor, Jehová de la Ejércitos.


Aunque él también es sabio, y trae el mal, y no revoca sus palabras; sino que se levanta contra la casa de los malhechores, y contra el auxilio de los obradores de iniquidad.


traspasando la ley, y mintiendo contra Jehová, y volviendo atrás de en pos de nuestro Dios; hablando opresión y rebelión; concibiendo y profiriendo del corazón palabras de mentira.


Sus pies corren hacia el mal, y se apresuran a derramar la sangre inocente; sus pensamientos son pensamientos de iniquidad; desolación y destrucción están en sus caminos.


Por tanto el Señor no se regocijará en sus mancebos, ni tendrá compasión de sus huérfanos y de sus viudas; porque cada uno de ellos es un impío y un malhechor, y cada boca habla insensatez. ¡Con todo esto no se aparta su ira, sino que su mano está aún extendida!


¿Puede acaso el etíope mudar su piel, o el leopardo sus manchas? entonces podréis vosotros también obrar bien, que estáis habituados a obrar mal.


¿Es por ventura cosa insuficiente para vosotras el que comáis los pastos buenos, sino que a lo que sobra de vuestro pasto lo habéis de hollar con vuestros pies? ¿ni os basta que bebáis las aguas claras, sino que a las sobrantes las habéis de enturbiar con vuestros pies?


Muchos serán purificados y emblanquecidos y acrisolados; pero los malos seguirán haciendo maldades; y no entenderá ninguno de los malhechores; mas los sabios entenderán.


para que compremos al pobre con dinero, y al menesteroso con un par de zapatos, y vendamos las aechaduras del trigo?


Porque del corazón proceden malos pensamientos, homicidios, adulterios, fornicaciones, hurtos, falsos testimonios, blasfemias.


¶Mas ¡ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque cerráis el reino de los cielos contra los hombres; pues vosotros no entráis, ni dejáis entrar a los que van entrando.


La religión pura y sin mácula delante de nuestro Dios y Padre, es esta: Visitar a los huérfanos y a las viudas en su aflicción, y guardarse sin mancha del mundo.


Como dice el refrán de los antiguos: De los malos procede la maldad: mi mano pues no estará contra ti.


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