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Isaías 26:9 - Biblia Version Moderna (1929)

9 Con mi alma te he deseado en la noche, y con mi espíritu en medio de mí madrugo para buscarte; porque cuando tus juicios están en la tierra, los habitantes del mundo aprenden justicia.

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Biblia Reina Valera 1960

9 Con mi alma te he deseado en la noche, y en tanto que me dure el espíritu dentro de mí, madrugaré a buscarte; porque luego que hay juicios tuyos en la tierra, los moradores del mundo aprenden justicia.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

9 Te busco por la noche; en la mañana te busco de todo corazón. Pues solo cuando tú vengas a juzgar la tierra, la gente aprenderá lo correcto.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

9 Mi alma te desea por la noche y mi espíritu se despierta en mí desde la mañana. Cuando a la tierra le llegan tus juicios, los habitantes del mundo aprenden a ser justos.

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La Biblia Textual 3a Edicion

9 Mi alma te anhela de noche, Y por ti madruga mi espíritu dentro de mí, Porque cuando tus juicios se manifiestan en la tierra, Los habitantes del mundo aprenden justicia.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

9 Con mi alma te ansío de noche, con mi espíritu te busco en mi pecho; porque cuando lucen tus juicios en la tierra, aprenden justicia los habitantes del orbe.

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Isaías 26:9
28 Tagairtí Cros  

Él es Jehová, el Dios nuestro; en toda la tierra se manifiestan sus juicios.


Él es Jehová, el Dios nuestro; en toda la tierra se manifiestan sus juicios.


De tu nombre me acuerdo de noche, oh Jehová, y guardo tu ley.


A media noche me levantaré para alabarte por tus justos juicios.


¡Mi alma espera a Jehová más que aquellos que aguardan la mañana! ¡sí, que aguardan la mañana!


Y los hombres dirán: ¡Ciertamente hay galardón para el justo! ¡ciertamente hay Dios que juzga en la tierra!


¡OH Dios, Dios mío eres tú! ¡de madrugada te buscaré! ¡mi alma tiene sed de ti; mi carne suspira por ti, en tierra seca y sedienta, donde no hay aguas;


Como de meollo y de grosura será saciada mi alma, y con labios de alegría te alabará mi boca,


y todos los hombres temerán; y protestarán que es obra de Dios, y entenderán sus hechos.


Cuando los iba matando, entonces le buscaban; volvían también y preguntaban solícitos por Dios;


¡y conozcan todos que tú, cuyo nombre es JEHOVÁ, tú solo eres Altísimo sobre toda la tierra!


Yo amo a los que me aman, y los que me buscan temprano me hallarán.


Por tanto, con esto será perdonada la iniquidad de Jacob; y este es todo el fruto de ello, a saber, el quitar su pecado; mientras Israel pone todas las piedras del altar idolátrico, como piedras de cal, hechas pedazos; de manera que nunca jamás vuelvan a levantarse las Asheras y las imágenes del sol.


¿Quién hay de entre vosotros que teme a Jehová, que escucha la voz de su siervo; que sin embargo anda en tinieblas y no tiene luz? ¡Confíe en el nombre de Jehová, y apóyese en su Dios!


¡Buscad a Jehová mientras pueda ser hallado, invocadle en tanto que esté cercano!


QOPH.- ¡Levántate, clama de noche, al comienzo de las vigilias; derrama, como aguas, tu corazón ante la presencia del Señor! ¡levanta hacia él tus manos por la vida de tus pequeñitos que se desmayan a causa del hambre en las encrucijadas de todas las calles!


Bueno es Jehová a los que le esperan, al alma que le busca.


Y tú serás un escarnio y un vituperio, un escarmiento y un asombro a las naciones que están en derredor de ti, cuando yo haya ejecutado juicios en ti, en ira y en indignación y con acaloradas reprensiones, (yo, Jehová, lo he dicho,)


Yo pues iré, y me volveré a mi lugar, hasta tanto que ellos reconozcan su ofensa y busquen mi rostro: en su adversidad me buscarán con empeño; dirán:


Mas buscad primeramente el reino de Dios, y su justicia; y todas estas cosas os serán dadas por añadidura.


¶Y levantándose de madrugada, siendo aún muy obscuro, salió y fue a un lugar solitario, y allí oraba.


¶Y sucedió en aquellos días que fué a la montaña a orar; y pasó toda la noche en oración a Dios.


Y en aquella hora sucedió un gran terremoto, y cayó la décima parte de la ciudad, y fueron muertas en el terremoto siete mil personas; y los demás fueron atemorizados, y dieron gloria al Dios del cielo.


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