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Isaías 24:6 - Biblia Version Moderna (1929)

6 Por tanto la maldición ha devorado la tierra, y los que habitan en ella son culpables: por tanto son abrasados los habitantes de la tierra, y pocos hombres son dejados en ella.

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Biblia Reina Valera 1960

6 Por esta causa la maldición consumió la tierra, y sus moradores fueron asolados; por esta causa fueron consumidos los habitantes de la tierra, y disminuyeron los hombres.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

6 Por lo tanto, una maldición consume la tierra; sus habitantes tienen que pagar el precio por su pecado. El fuego los destruye, y solo unos cuantos quedan con vida.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

6 Por eso, una maldición ha devorado la tierra por culpa de sus habitantes; por eso, se han ido muriendo y sólo quedan unos pocos. ('

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La Biblia Textual 3a Edicion

6 Por esto una maldición devora la tierra, Y sus habitantes lo pagan. Por esta causa los habitantes de la tierra son consumidos, Y la humanidad ha disminuido.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

6 Por eso la maldición devora la tierra, y expían la culpa los que la habitan; por eso disminuyen los habitantes y quedan hombres contados.

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Isaías 24:6
28 Tagairtí Cros  

Entonces Joaquín rey de Judá salió al rey de Babilonia, él, y su madre, y sus siervos, y sus príncipes, y sus eunucos: de modo que le tomó el rey de Babilonia en el año octavo del reinado de éste.


Sin embargo, de los más pobres del país el capitán de la guardia dejó algunos para que fuesen viñadores y labradores.


Y vendrá a ser el fuerte como estopa, y su obra como la chispa; y arderán entrambos, y no habrá quien los apague.


Si Jehová de los Ejércitos no nos hubiera dejado algunos restos escasos, hubiéramos sido como Sodoma, y fuéramos semejantes a Gomorra.


Porque mi espada, dice Jehová, está ebria en el cielo; sobre Edom descenderá, y sobre el pueblo de mi anatema, para juicio.


por tanto yo he profanado a los príncipes del Santuario, y he entregado a Jacob a la maldición, y a Israel al vituperio.


Por tanto, como la lengua del fuego devora el rastrojo, y como la hierba seca se hunde en las llamas, así la raíz de ellos será como podredumbre, y su flor como polvo se levantará; por cuanto han rechazado la ley de Jehová de los Ejércitos, y han tratado con desprecio la palabra del Santo de Israel.


Por la ira de Jehová de los Ejércitos está entenebrecida la tierra, y el pueblo es como pábulo del fuego; no hay hombre que perdone a su hermano;


¿Hasta cuándo llorará la tierra, y se marchitarán las plantas de todo campo? A causa de la maldad de los que habitan en ella, las bestias han perecido, y las aves; por cuanto ellos dijeron: ¡Jehová no verá nuestra postrimería!


Por tanto, así dice Jehová, el Dios de los Ejércitos: por cuanto decís esto; he aquí, yo hago que mis palabras en tu boca sean el fuego, y este pueblo la leña, para que los devore.


En seguida tomarás de ellos unos pocos en número, y los atarás en la falda de tu capa.


y enviaré sobre vosotros las fieras del campo, que os priven de hijos, y que destruyan vuestras bestias, y a vosotros os reduzcan a pocos, y hagan solitarios vuestros caminos.


Si no escuchareis, y si no hiciereis caso de ello, para dar gloria a mi Nombre, dice Jehová de los Ejércitos, entonces enviaré sobre vosotros una maldición, y maldeciré vuestras bendiciones; y también las he maldecido ya, porque no hacéis caso de mí.


¡Con maldición sois malditos; porque me habéis robado; es decir, esta nación entera!


¡PUES he aquí que viene el día que arderá como homo; y todos los soberbios y todos los obradores de iniquidad serán como hojarasca; y aquel día que viene los abrasará, dice Jehová de los Ejércitos, de modo que no les deje raíz ni rama!


Y él volverá el corazón de los padres hacia los hijos, y el corazón de los hijos hacia los padres; no sea que yo venga y hiera la tierra con maldición.


Y todo el pueblo respondiendo, dijo:  ¡Recaiga su sangre sobre nosotros, y sobre nuestros hijos!


porque la puerta es angosta, y estrecho el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan.


E Isaías clama respecto de Israel: Aun cuando el número de los hijos de Israel fuere como las arenas del mar,un resto solamente será salvo;


Y quedaréis muy pocos en número, después de haber sido vosotros como las estrellas del cielo en muchedumbre; por cuanto tú no obedeciste la voz de Jehová tu Dios.


Y os esparcirá Jehová entre las naciones, y quedaréis pocos en número entre las naciones adonde os llevará Jehová.


Vendrá empero el día del Señor como ladrón; día en que los cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos serán disueltos con ardiente calor; la tierra también y las obras que hay en ella serán abrasadas.


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