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Isaías 1:23 - Biblia Version Moderna (1929)

23 tus príncipes son rebeldes y camaradas de ladrones; cada uno de ellos ama el cohecho y corre tras las dádivas: al huérfano no hacen justicia, ni llega a ellos la querella de la viuda.

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Biblia Reina Valera 1960

23 Tus príncipes, prevaricadores y compañeros de ladrones; todos aman el soborno, y van tras las recompensas; no hacen justicia al huérfano, ni llega a ellos la causa de la viuda.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

23 Tus líderes son rebeldes, compañeros de ladrones. A todos ellos les encantan los sobornos y exigen que se los den, pero se niegan a defender la causa de los huérfanos y a luchar por los derechos de las viudas.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

23 Tus jefes son unos rebeldes, cómplices de ladrones. Todos esperan recompensa y van detrás de los regalos. No hacen justicia al huérfano ni atienden la causa de la viuda.

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La Biblia Textual 3a Edicion

23 Tus príncipes° son rebeldes y cómplices de ladrones, Todos aman el soborno y corren tras las dádivas. No hacen justicia al huérfano ni la causa de la viuda llega a ellos.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

23 Tus príncipes son rebeldes, comparsas de ladrones, cada cual ama el soborno, anda a la caza de regalos. No defienden al huérfano, la causa de la viuda no llega a ellos.

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Isaías 1:23
47 Tagairtí Cros  

Asimismo todos los príncipes de los sacerdotes y el pueblo se portaron muy deslealmente contra Dios, obrando según las abominaciones de los paganos; y contaminaron la Casa de Jehová, la cual él había santificado para sí en Jerusalem.


Y al juzgar, no admitirás regalos; porque el regalo obceca el juicio más despejado, y pervierte las palabras aun de los justos.


El inicuo toma de su seno una dádiva para pervertir los trámites del juicio.


Quien se hace partícipe con un ladrón aborrece su misma alma; pues oye la imprecación, mas no dice nada.


aprended a hacer lo bueno; buscad lo justo; socorred al oprimido; mantened el derecho del huérfano, defended la causa de la viuda!


¡Venid pues, y arguyamos juntos, dice Jehová! ¡Aunque vuestros pecados fuesen como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; aunque fuesen rojos como el carmesí, como lana quedarán!


Tu plata ha venido a ser escorias; tu vino está adulterado con agua:


Por tanto escuchad el oráculo de Jehová, ¡oh hombres escarnecedores! que gobernáis este pueblo que está en Jerusalem:


Jehová entrará en juicio con los ancianos de su pueblo y con sus príncipes; pues que vosotros habéis devorado la viña de Jehová; el despojo del pobre está en vuestras casas.


¡AY de los hijos rebeldes, dice Jehová, que toman consejo, mas no de mí, que ratifican pactos, pero sin mi Espíritu, para añadir pecado sobre pecado!


Aquel que anda en justicias y habla rectitudes, que rechaza con desprecio la ganancia de opresiones, que sacude sus manos de contacto con los sobornos, que tapa sus oídos para no oír propuestas sanguinarias, que cierra sus ojos para no ver el mal;


los que justifican al inicuo mediante una dádiva; y en cuanto al derecho del justo, se lo quitan!


Pero todo el día he extendido mis manos a un pueblo rebelde, que anda en un camino que no es bueno, tras de sus propios pensamientos:


Empero tus ojos y tu corazón están puestos solamente en tu ganancia injusta, y en la sangre inocente, para derramarla, y en la opresión y en la violencia, para practicarlas.


a causa de toda la maldad de los hijos de Israel y de los hijos de Judá, la que ellos han hecho para provocarme a ira; ellos, sus reyes, sus príncipes, sus sacerdotes, y sus profetas y los hombres de Judá y los habitantes de Jerusalem.


Como los guardas de los campos, se ponen a la redonda contra ella; por cuanto se ha rebelado contra mí, dice Jehová.


Me iré a los grandes, y hablaré con ellos; porque ellos, sí, conocen el camino de Jehová, la ley de su Dios. Mas veo que éstos todos a una han quebrado el yugo, han roto las coyundas.


Por tanto el león del bosque los mata; el lobo del desierto los saquea; el leopardo vigila en torno de sus ciudades; cualquiera que de ellas saliere, será despedazado: porque sus transgresiones son muchas, y son agravadas sus reincidencias.


Hijo del hombre, tú habitas en medio de la casa rebelde, los cuales tienen ojos para ver, mas no ven; oídos tienen para oír, mas no oyen; porque casa rebelde son.


Sus príncipes en medio de ella son como lobos que arrebatan la presa, derramando sangre, y destruyendo almas, a fin de obtener ganancias injustas.


Cuando termina su holgorio, se entregan desvergonzadamente a la fornicación; sus príncipes aman entrañablemente su mismo oprobio;


Los príncipes de Judá son parecidos a los que remueven los linderos; derramaré sobre ellos mi ira como aguas.


¡Toda su maldad está concentrada en Gilgal; allí pues los aborrecí por la maldad de sus hechos: de mi Casa los expulsaré; no volveré a amarlos más: todos sus príncipes son apóstatas!


Porque yo sé cuán numerosas son vuestras transgresiones, y cuán agravados vuestros pecados, vosotros que sois adversarios al justo, y tomáis cohecho, y a los menesterosos los apartáis de su derecho ante los tribunales.


Sus cabezas juzgan por premios, y sus sacerdotes enseñan por precio, y sus profetas adivinan por dinero; y con todo, se apoyan en Jehová, diciendo: ¿Acaso no está Jehová en medio de nosotros? ¡no vendrá pues sobre nosotros ningún mal!


¡Oíd pues esto, cabezas de la casa de Jacob, y magistrados de la casa de Israel; los que tenéis en abominación el juicio justo, y pervertís toda forma de equidad:


Los ricos de ella están atestados de violencia, y los habitantes de ella hablan mentiras; y su lengua es la decepción misma en medio de su boca.


sus dos manos están listas para hacer maldad; el príncipe pide regalos, y el juez decide por cohecho, también el grande habla sin reparo del deseo de su alma: y así entretejen las intrigas.


y no oprimáis a la viuda y al huérfano, ni al extranjero, ni al pobre; ni maquinéis el mal en vuestros corazones los unos contra los otros.


Y yo me acercaré a vosotros para juicio; y seré veloz testigo contra los hechiceros, y contra los adúlteros, y contra los que juran en falso, y contra los que defraudan al jornalero de su salario, y oprimen a la viuda y al huérfano, y apartan al extranjero de su derecho; y no me temen a mí, dice Jehová de los Ejércitos.


¶Fueron pues los ancianos de Moab y los ancianos de Madián, con las recompensas de la adivinación en su mano; y llegando a donde estaba Balaam, le refirieron las palabras de Balac.


y les dijo:  ¡Escrito está:  Mi casa será llamada Casa de Oración; pero vosotros la hacéis una cueva de ladrones!


Y les enseñaba, diciendo: ¿No está escrito: Mi Casa será llamada Casa de Oración por todas las naciones? pero vosotros la habéis hecho una cueva de ladrones.


diciéndoles: Está escrito: Mi Casa será Casa de Oración: pero vosotros la habéis hecho cueva de ladrones.


Y comenzando desde Moisés y todos los Profetas, les iba interpretando en todas las Escrituras las cosas referentes a él mismo.


No torcerás el derecho, no harás acepción de personas, ni admitirás los regalos; que el regalo ciega los ojos de los sabios, y pervierte las palabras de los justos.


La religión pura y sin mácula delante de nuestro Dios y Padre, es esta: Visitar a los huérfanos y a las viudas en su aflicción, y guardarse sin mancha del mundo.


Pero los hijos de Samuel no anduvieron en los caminos de él, sino que declinaron tras el interés, y admitieron los regalos, y pervirtieron el derecho.


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