Biblia Todo Logo
Bíobla ar líne
- Fógraí -





Hechos 7:51 - Biblia Version Moderna (1929)

51 ¶ Hombres duros de cerviz e incircuncisos de corazón y de oídos; vosotros resistís siempre al Espíritu Santo: como hicieron vuestros padres, así hacéis vosotros.

Féach an chaibidil Cóip


Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

51 ¡Duros de cerviz, e incircuncisos de corazón y de oídos! Vosotros resistís siempre al Espíritu Santo; como vuestros padres, así también vosotros.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Nueva Traducción Viviente

51 »¡Pueblo terco! Ustedes son paganos de corazón y sordos a la verdad. ¿Resistirán para siempre al Espíritu Santo? Eso es lo que hicieron sus antepasados, ¡y ustedes también!

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Católica (Latinoamericana)

51 Ustedes son un pueblo de cabeza dura, y la circuncisión no les abrió el corazón ni los oídos. Ustedes siempre resisten al Espíritu Santo, al igual que sus padres.

Féach an chaibidil Cóip

La Biblia Textual 3a Edicion

51 ¡Duros de cerviz, e incircuncisos de corazones y de oídos! Vosotros resistís siempre al Espíritu Santo; como vuestros padres, también vosotros.°

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Serafín de Ausejo 1975

51 ¡Gente de dura cerviz e incircuncisos de corazón y de oídos! Siempre estáis resistiendo al Espíritu Santo. Como vuestros padres, igual vosotros.

Féach an chaibidil Cóip




Hechos 7:51
38 Tagairtí Cros  

Mas ellos no quisieron escuchar, sino antes endurecieron su cerviz como la cerviz de sus padres, los cuales no creyeron en Jehová su Dios;


Ahora pues, no endurezcáis vosotros la cerviz como vuestros padres; dad la mano a Jehová, y venid a su Santuario, que él ha santificado para siempre; y servid a Jehová vuestro Dios, para que se aparte de vosotros el ardor de su ira.


¶Pero ellos y nuestros padres se portaron soberbiamente, y endurecieron su cerviz, y no obedecieron tus mandamientos;


Tú empero con larga espera los sufriste muchos años, y testificaste contra ellos por tu Espíritu, por conducto de tus profetas: pero ellos no dieron oídos; por lo cual los entregaste en mano de los pueblos de las tierras.


No levantéis en alto vuestro cuerno; no habléis con erguida cerviz.


y no sean como sus padres, generación contumaz y rebelde, generación que no dispuso su corazón, y cuyo espíritu no fué leal para con Dios.


Jehová dijo también a Moisés: Yo he observado a este pueblo, y he aquí que es pueblo de dura cerviz.


(tierra que mana leche y miel); pues yo no iré en medio de ti, porque eres pueblo de dura cerviz; no sea que te consuma en el camino.


Jehová también había dicho a Moisés: Di a los hijos de Israel: Vosotros sois un pueblo de dura cerviz; si por un momento me presentara en medio de ti, te consumiría. Ahora pues quita tus atavíos de sobre ti, para que yo sepa lo que tenga de hacer contigo.


y dijo: ¡Si yo he hallado gracia en tus ojos, oh Señor, vaya, te lo ruego, mi Señor en medio de nosotros, aunque somos un pueblo de dura cerviz; y perdona nuestra iniquidad y nuestro pecado, y tennos por herencia tuya!


Por cuanto conocí que eres duro, que tu cerviz es un nervio de hierro, y tu frente es de bronce;


Ellos empero se rebelaron, y contristaron su Espíritu Santo; por lo cual se convirtió en enemigo suyo, y él mismo peleó contra ellos.


los cuales no escucharon, ni inclinaron el oído; sino que hicieron duras sus cervices, para no oír, ni recibir la corrección.


Circuncidaos para Jehová, quitando los prepucios de vuestros corazones, oh hombres de Judá y moradores de Jerusalem; no sea que salga, como fuego, mi ira, y arda de modo que no haya quien la apague, a causa de la maldad de vuestros hechos.


¿A quiénes he de hablar y testificar de modo que oigan? He aquí que es incircunciso el oído de ellos, de manera que no pueden escuchar: he aquí que la palabra de Jehová ha venido a ser un oprobio para ellos; no tienen deleite en ella.


Y los hijos son de rostro duro, y obstinados de corazón: yo te voy a enviar a ellos; y les dirás: ¡Así dice Jehová el Señor!


introduciendo vosotros a los hijos de tierra extraña, incircuncisos de corazón e incircuncisos en la carne, a que estén en mi Santuario; profanando mi Casa cuando ofrecéis mi pan, a saber, el sebo y la sangre; y, habéis roto mi pacto, con todas vuestras abominaciones!


¶Así dice Jehová el Señor: Ningún hijo de tierra extraña, incircunciso de corazón e incircunciso en la carne, ha de entrar en mi Santuario, de entre todos los hijos de tierra extraña que haya en medio de los hijos de Israel.


yo también tuve que andar en oposición con ellos, y los traje a la tierra de sus enemigos. Si entonces se doblegare su corazón incircunciso, y aceptaren el castigo de su iniquidad,


por cuanto fuisteis rebeldes a mis órdenes en el desierto de Zin, en aquella contienda de la Congregación, no santificándome delante de los ojos de ellos, en el asunto de las aguas. Estas son las aguas de Meriba-cades, en el desierto de Zin.


Mas no podían contrarrestar la sabiduría y el espíritu con que hablaba.


Mas el que hacía el agravio a su prójimo le rechazó, diciendo: ¿Quién te constituyó a ti príncipe y juez sobre nosotros?


A este Moisés de quien habían renegado diciendo: ¿Quién te constituyo a ti príncipe y juez? a éste mismo envió Dios como príncipe y redentor, por medio del ángel que le apareció en la zarza.


a quien no quisieron nuestros padres ser obedientes, sino que le rechazaron, y en sus corazones se volvieron atrás a Egipto,


Y los patriarcas, movidos de envidia, vendieron a José para Egipto. Mas Dios era con él,


Porque la circuncisión en verdad aprovecha, si tú cumples la ley; mas si eres transgresor de la ley, tu circuncisión se hace incircuncisión.


Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con en cual sois sellados para el día de la redención.


Circuncidad pues vuestros corazones, y no endurezcáis más vuestra cerviz;


Y Jehová tu Dios circuncidará tu corazón y el corazón de tu simiente, para que ames a Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma, a fin de que vivas.


Porque conozco tu rebelión y tu dura cerviz: he aquí, estando yo todavía vivo en medio de vosotros, rebeldes habéis sido para con Jehová; ¿cuánto más pues lo seréis después de mi muerte?


Además me habló Jehová, diciendo: He visto este pueblo, y he aquí que es un pueblo de dura cerviz.


Sabe pues, que no por tu justicia Jehová tu Dios te va a dar esta buena tierra para que la poseas; porque eres un pueblo de dura cerviz.


Porque nosotros somos la verdadera circuncisión, los cuales adoramos a Dios en espíritu, y nos gloriamos en Cristo Jesús, y no ponemos confianza alguna en la carne.


en el cual también fuisteis circuncidados con una circuncisión hecha sin mano, desvistiéndoos enteramente del cuerpo de la carne, por medio de la circuncisión de Cristo;


Lean orainn:

Fógraí


Fógraí