Biblia Todo Logo
Bíobla ar líne

- Fógraí -





Hechos 7:30 - Biblia Version Moderna (1929)

30 ¶Y habiéndose cumplido cuarenta años, se le apareció un Ángel, en el desierto del monte Sinaí, en llama de fuego, en una zarza.

Féach an chaibidil Cóip


Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

30 Pasados cuarenta años, un ángel se le apareció en el desierto del monte Sinaí, en la llama de fuego de una zarza.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Nueva Traducción Viviente

30 »Cuarenta años después, en el desierto que está cerca del monte Sinaí, un ángel se le apareció a Moisés en la llama de una zarza ardiente.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Católica (Latinoamericana)

30 Pasados cuarenta años se le apareció un ángel en el desierto del monte Sinaí en la llama de una zarza que ardía.

Féach an chaibidil Cóip

La Biblia Textual 3a Edicion

30 Transcurridos cuarenta años, el ángel se le apareció en el desierto del monte Sinay,° en la llama de una zarza ardiente.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Serafín de Ausejo 1975

30 Cumplidos los cuarenta años, se le apareció en el desierto del monte Sinaí un ángel en la llama de una zarza que ardía.

Féach an chaibidil Cóip




Hechos 7:30
24 Tagairtí Cros  

Levantóse pues, y comió, y bebió; y caminó en la virtud de aquella comida cuarenta días y cuarenta noches, hasta Horeb, el Monte de Dios.


hiciste subir hombres sobre nuestra cabeza; entramos en fuego y en aguas; ¡pero nos has sacado al goce de sobreabundante bien!


Díjole además: Yo soy el Dios de tu padre, el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob. Entonces cubrióse Moisés el rostro, porque tuvo temor de mirar a Dios.


Y Moisés era de edad de ochenta años, y Aarón de ochenta y tres años, cuando hablaron a Faraón.


Cuando pasares por las aguas, estaré yo contigo, y si por los ríos, no te anegarán; cuando anduvieres por en medio del fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en ti:


En todas sus aflicciones él fué afligido, y el Ángel de su presencia los salvaba; en su amor y en su compasión los redimió, y los alzaba en brazos, y los llevaba todos los días de la antigüedad.


Y juntándose en derredor los sátrapas, los gobernadores, y los prefectos y los consejeros del rey, se pusieron a examinar a esos hombres sobre cuyos cuerpos el fuego no tuvo poder, ni un cabello de su cabeza se había chamuscado, ni sus ropas habían mudado de apariencia, niolor de fuego había pasado por ellos.


HE aquí pues que voy a enviar mi mensajero, el cual preparará el camino delante de mí; y repentinamente vendrá a su Templo el Señor a quien buscáis; es decir, el Ángel del Pacto, en quien os deleitéis; he aquí que vendrá, dice Jehová de los Ejércitos.


Pero en cuanto a los muertos, que ellos hayan de resucitar, ¿nunca leísteis en el Libro de Moisés, en el pasaje acerca de la zarza como le habló Dios, diciendo: Yo soy el Dios de Abraham, y Dios de Isaac, y Dios de Jacob?


Empero el que los muertos hayan de resucitar, Moisés mismo lo manifestó en el pasaje acerca de la zarza, cuando llama al Señor, Dios de Abraham, Dios de Isaac, y Dios de Jacob.


Mas en tanto que se acercaba el tiempo de la promesa que había jurado Dios a Abraham, se aumentó el pueblo, y multiplicóse en Egipto,


Mas viéndolo Moisés, se maravilló del espectáculo; y acercándose él para observarlo, vino a él la voz del Señor, diciendo:


Yo soy el Dios de tus padres, el Dios de Abraham, y el Dios de Isaac, y el Dios de Jacob. Moisés entonces temblaba, y no osaba mirarlo.


A este Moisés de quien habían renegado diciendo: ¿Quién te constituyo a ti príncipe y juez? a éste mismo envió Dios como príncipe y redentor, por medio del ángel que le apareció en la zarza.


(pues que esta Agar es el monte Sinaí, en Arabia, y corresponde a la Jerusalem de ahora, porque está en servidumbre con todos sus hijos)


y en las cosas más preciosas de la tierra y su plenitud: en fin, el favor de Aquel que habitó en la zarza venga sobre la cabeza de José, y sobre la coronilla del nazareo, el separado de entre sus hermanos.


A vosotros empero os ha tomado Jehová, y os ha sacado de aquel horno de hierro, Egipto, para que seáis su pueblo de herencia, como hoy se ve.


Lean orainn:

Fógraí


Fógraí