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Hechos 6:9 - Biblia Version Moderna (1929)

9 Levantáronse entonces unos hombres de la sinagoga llamada de los Libertos, y de los Cireneos, y los Alejandrinos, y los de Cilicia y la provincia de Asia, disputando con Esteban.

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Biblia Reina Valera 1960

9 Entonces se levantaron unos de la sinagoga llamada de los libertos, y de los de Cirene, de Alejandría, de Cilicia y de Asia, disputando con Esteban.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

9 Cierto día, unos hombres de la sinagoga de los Esclavos Liberados —así la llamaban— comenzaron a debatir con él. Eran judíos de Cirene, Alejandría, Cilicia y de la provincia de Asia.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

9 Se le echaron encima algunos de la sinagoga llamada de los libertos y otros llegados de Cirene, Alejandría, Cilicia y Asia. Se pusieron a discutir con Esteban,

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La Biblia Textual 3a Edicion

9 Pero algunos de la llamada Sinagoga de Libertos° (tanto cireneos como alejandrinos), y de los de Cilicia y de Asia, se levantaron para disputar con Esteban.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

9 Surgieron algunos de la sinagoga llamada de los Libertos, oiriundos de Cirene y Alejandría, de Cilicia y de Asia, que disputaban con Esteban,

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Hechos 6:9
27 Tagairtí Cros  

Y guardaos de los hombres; porque os entregarán a los concilios, y en sus sinagogas os azotarán;


¶¡Por tanto, he aquí, yo os envío profetas, y sabios, y escribas; de los cuales, a unos mataréis y crucificaréis, y a otros de ellos azotaréis en vuestras sinagogas, y perseguiréis de ciudad en ciudad;


Y al salir de la ciudad, encontraron a un hombre de Cirene, llamado Simón; a éste le tomaron por fuerza para que llevase la cruz.


Mirad empero por vosotros mismos; porque os entregarán a los concilios, y en las sinagogas seréis azotados; y seréis presentados ante gobernadores y reyes, por mi causa, para testimonio a ellos.


Pero antes de todas estas cosas, os echarán mano, y os perseguirán, entregándoos a las sinagogas; y metiéndoos en las cárceles; y seréis llevados ante reyes y gobernadores, por causa de mi nombre.


Y algunos de ellos eran hombres de Chipre y de Cirene, los cuales, cuando vinieron a Antioquía, hablaron a los griegos también, publicando la buena nueva del Señor Jesús.


HABÍA en la iglesia que estaba en Antioquía, profetas y maestros, como Bernabé y Simeón, que se llamaba Niger, y Lucio de Cirene, y Manahén (hermano de leche de Herodes tetrarca), y Saulo.


Mas viendo los judíos las multitudes, se llenaron de celos, y contradecían las cosas dichas por Pablo, y blasfemaban.


escribiendo y enviando por mano de ellos, a este efecto: Los apóstoles y los ancianos y los hermanos, a los hermanos de entre los gentiles, que están en Antioquía y Siria y Cilicia; salud:


Y pasó por la Siria y Cilicia, confirmando las iglesias.


¶Y pasaron por la región de Frigia y de Galacia, habiéndoles vedado el Espíritu Santo que predicasen la palabra en la provincia de Asia;


¶Entretanto vino a Efeso cierto judío, llamado Apolos, natural de Alejandría, hombre elocuente y poderoso en las Escrituras.


Y esto sucedió por espacio de dos años, de modo que todos los que habitaban en la provincia de Asia oyeron la palabra del Señor, así judíos como griegos.


y veis y oís que no sólo en Efeso, sino por casi toda la provincia de Asia, este Pablo con sus persuasiones aparta a mucha gente, diciendo que no son dioses los que son hechos de mano


¶Y estando para cumplirse los siete días, los judíos de la provincia de Asia, habiéndole visto en el Templo, incitaron a toda la multitud, y le echaron mano,


Mas Pablo dijo: Soy en verdad un judío, de Tarso en Cilicia, ciudadano de no obscura ciudad, y ruégote me permitas hablar al pueblo.


Y dije yo: Señor, ellos mismos saben que yo echaba en la cárcel, y azotaba de sinagoga en sinagoga, a los que creían en ti;


Yo soy judío, nacido en Tarso, en Cilicia, pero educado en esta ciudad, a los pies de Gamaliel, instruído por él conforme a lo más riguroso de la ley de nuestros padres, siendo celoso por Dios, así como vosotros lo sois el día de hoy.


Y habiendo éste leído la carta, le preguntó de qué provincia era; y cuando supo que era de Cilicia,


Ocupado en presentarlas, me hallaron, purificado en el Templo, no con turba alguna, ni tampoco con tumulto. Mas éste lo causaron ciertos judíos de la provincia de Asia;


Y castigándolos muchas veces, por todas las sinagogas, les hacía fuerza para que blasfemasen; y estando sobremanera enfurecido contra ellos, iba en persecución de ellos hasta las ciudades extranjeras.


Mas no podían contrarrestar la sabiduría y el espíritu con que hablaba.


¿Dónde está el sabio? ¿dónde está el escriba? ¿dónde está el disputador de este siglo? ¿No ha tornado Dios en insensatez la sabiduría del mundo?


Después fuí a las regiones de Siria y Cilicia:


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