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Hechos 5:26 - Biblia Version Moderna (1929)

26 Entonces el comandante del Templo fué con los alguaciles, y los trajo, mas sin violencia (pues temían al pueblo), para que no les apedreasen a ellos.

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Biblia Reina Valera 1960

26 Entonces fue el jefe de la guardia con los alguaciles, y los trajo sin violencia, porque temían ser apedreados por el pueblo.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

26 El capitán fue con los guardias del templo y arrestó a los apóstoles, pero sin violencia, porque tenían miedo de que la gente los apedreara.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

26 El jefe de la guardia fue con sus ayudantes y los trajeron, pero sin violencia, porque tenían miedo de ser apedreados por el pueblo.

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La Biblia Textual 3a Edicion

26 Entonces el jefe de la guardia fue con los alguaciles y los condujo sin violencia, porque temían que el pueblo pudiera apedrearlos.°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

26 Fue entonces el jefe de la guardia con sus hombres y los condujeron, sin violencia, porque temían al pueblo, no fueran a apedrearles.

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Hechos 5:26
13 Tagairtí Cros  

Y queriendo él matarle, temía al pueblo; porque todos tenían a Juan por profeta.


Pero si dijéremos: De los hombres; tememos al pueblo; porque todos tienen a Juan por profeta.


Mas decían:  No durante la fiesta, no sea que se haga alboroto entre el pueblo.


Y Pedro le seguía de lejos hasta el patio del sumo sacerdote; y entrando dentro; se sentó con los alguaciles, para ver el fin.


Y los escribas y los jefes de los sacerdotes procuraban echarle mano en aquella misma hora; mas temieron al pueblo: porque percibieron que contra ellos había dicho esta parábola.


pero si dijéremos: De los hombres, todo el pueblo nos apedreará; porque están persuadidos de que Juan era profeta.


Y los jefes de los sacerdotes y los escribas buscaban cómo pudieran destruirle: porque temían al pueblo.


Y él fué, y trató con los jefes de los sacerdotes, y los capitanes del Templo, de cómo él le entregaría.


De manera que habiéndolos amenazado todavía más, los soltaron, no hallando cómo castigarlos, a causa del pueblo; porque todos glorificaban a Dios por lo que había sido hecho:


y de los demás ninguno osaba juntarse con ellos; mas el pueblo los engrandecía;


Mas los alguaciles que fueron, no los hallaron en la cárcel; y volviendo, se lo avisaron,


Cuando oyeron estas palabras el capitán del Templo y los jefes de los sacerdotes estaban muy perplejos con respecto a ellos, dudando en qué vendría a parar aquello.


Mas viniendo alguno, les avisó, diciendo: ¡He aquí los hombres que pusisteis en la cárcel, están en el Templo, puestos en pie, y enseñando al pueblo!


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