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Hechos 22:4 - Biblia Version Moderna (1929)

4 Y perseguía a los de este Camino hasta la muerte, atando y metiendo en las cárceles a hombres y asimismo a mujeres.

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Biblia Reina Valera 1960

4 Perseguía yo este Camino hasta la muerte, prendiendo y entregando en cárceles a hombres y mujeres;

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Biblia Nueva Traducción Viviente

4 Perseguí a los seguidores del Camino, acosando a algunos hasta la muerte, y arresté tanto a hombres como a mujeres para arrojarlos en la cárcel.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

4 Así que perseguí a muerte a este camino e hice encadenar y meter en la cárcel a hombres y mujeres;'

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La Biblia Textual 3a Edicion

4 Yo perseguí a muerte este Camino, atando y entregando en cárceles a varones y también a mujeres,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

4 Perseguí a muerte este Camino, apresé y encarcelé hombres y mujeres,

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Hechos 22:4
17 Tagairtí Cros  

Ésta, siguiendo tras Pablo y nosotros, clamaba, diciendo: ¡Estos hombres son siervos del Dios altísimo, los cuales os proclaman el camino de la salvación!


Y comenzó a hablar con denuedo en la sinagoga. Mas cuando le oyeron Priscila y Aquila, le llevaron consigo, y le expusieron más perfectamente el camino de Dios.


¶Y por aquel tiempo ocurrió no pequeño alboroto acerca del Camino.


Mas cuando algunos se endurecieron y rehusaron creer, hablando mal del Camino delante de la multitud, apartóse Pablo de ellos, y separó a los discípulos, razonando diariamente en la escuela de Tirano.


Mas esto sí, te confieso, que según el Camino que ellos llaman secta, así sirvo al Dios de nuestros padres, creyendo todo lo que es conforme a la Ley, y todo lo que está escrito en los Profetas:


y arrojándole fuera de la ciudad, le apedrearon; y los testigos depositaron las ropas de ellos a los pies de un joven que se llamaba Saulo.


Y todos los que le oían quedaron asombrados, y decían: ¿No es éste aquel que en Jerusalem destrozaba a los que invocan este Nombre? y aquí también había venido para esto mismo, para conducirlos atados ante los jefes de los sacerdotes.


pues soy el menor de los apóstoles, y no soy digno de ser llamado apóstol, porque perseguí a la Iglesia de Dios.


Porque habéis oído hablar de mi manera de vida, en otro tiempo, en el judaísmo, de cómo perseguía desmedidamente a la iglesia de Dios y la destrozaba:


con respecto a celo, perseguidor de la iglesia, en cuanto a justicia que haya en la ley, irreprensible.


Y muchos seguirán sus prácticas lascivas, y por causa de ellos el camino de la verdad será infamado.


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