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Hechos 20:21 - Biblia Version Moderna (1929)

21 testificando a judíos y también a griegos, el arrepentimiento hacia Dios y la fe hacia nuestro Señor Jesucristo.

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Biblia Reina Valera 1960

21 testificando a judíos y a gentiles acerca del arrepentimiento para con Dios, y de la fe en nuestro Señor Jesucristo.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

21 He tenido un solo mensaje para los judíos y los griegos por igual: la necesidad de arrepentirse del pecado, de volver a Dios y de tener fe en nuestro Señor Jesús.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

21 exhortando con insistencia tanto a judíos como a griegos a la conversión a Dios y a la fe en Jesús, nuestro Señor.

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La Biblia Textual 3a Edicion

21 proclamando solemnemente a judíos y a griegos el arrepentimiento para con Dios, y la fe en nuestro Señor Jesús.°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

21 proclamando solemnemente a judíos y a griegos la conversión a Dios y la fe en nuestro Señor Jesús.

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Hechos 20:21
51 Tagairtí Cros  

diciendo:  Arrepentíos; porque el reino de los cielos se ha acercado.


¶Desde entonces comenzó Jesús a predicar, y a decir:  Arrepentíos; porque el reino de los cielos se ha acercado.


y diciendo: Se ha cumplido el tiempo, y se ha acercado el reino de Dios: arrepentíos, y creed el evangelio,


Y saliendo, predicaban que los hombres se arrepintiesen:


Os digo que no; antes bien, si vosotros no os arrepintiereis, todos pereceréis de igual manera.


Os digo que no; antes bien, si vosotros no os arrepintiereis, todos asimismo pereceréis.


De esta manera, yo os lo digo, hay gozo en presencia de los ángeles de Dios, por un solo pecador que se arrepiente.


Dígoos, que así habrá gozo en el cielo por un pecador que se arrepiente, más bien que por noventa y nueve justos que no tienen necesidad de arrepentimiento.


porque tengo cinco hermanos; para que les testifique solemnemente a ellos, de modo que no vengan ellos también a este lugar de tormento!


y que arrepentimiento y remisión de pecados fuesen predicados en su nombre a todas las naciones, comenzando desde Jerusalem.


éstas empero han sido escritas, para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios; y para que, creyendo, tengáis vida en su nombre.


El que cree en el Hijo, tiene vida eterna; mas el que no obedece al Hijo, no verá la vida, sino que la ira de Dios permanece sobre él.


Del mismo testifican todos los profetas, que todo aquel que en él creyere, recibirá en su nombre remisión de pecados.


Al oír ellos estas cosas, callaron, y glorificaron a Dios, diciendo: Luego a los gentiles también les ha concedido Dios arrepentimiento para vida.


A lo que ellos dijeron: Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa.


Pues aquellos tiempos de ignorancia Dios los dejó pasar; mas ahora manda a los hombres, que todos, en todas partes, se arrepientan;


Y esto fué notorio a todos, así judíos como griegos, que habitaban en Efeso; y cayó temor sobre todos ellos; y el nombre del Señor Jesús fué engrandecido.


Entonces Pedro les dijo: ¡Arrepentíos, y sed bautizados, cada uno de vosotros, en el nombre de Jesucristo, para remisión de vuestros pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo!


Y con otras muchas palabras testificaba, y les exhortaba, diciendo: ¡Salvaos de esta generación perversa!


salvo que el Espíritu Santo me testifica en cada ciudad, diciendo que prisiones y aflicciones me esperan.


Pero ninguna de estas cosas me mueve, ni tengo a mi misma vida por cosa que me sea cara, con tal que acabe mi carrera con gozo, y el ministerio que recibí del Señor Jesús, para testificar el evangelio de la gracia de Dios.


¶Y después de algunos días, vino Félix con Drucila, mujer suya, la cual era judía, y enviando a llamar a Pablo, le oyó con respecto a la fe en Cristo Jesús.


para abrirles los ojos, a fin de que se vuelvan de las tinieblas a la luz, y de la potestad de Satanás a Dios; para que reciban remisión de pecados, y herencia entre los que son santificados mediante la fe en mí.


mas declaré primeramente a los de Damasco, y también en Jerusalem, y por todo el país de Judea, y luego a los gentiles, que se arrepintiesen y se convirtiesen a Dios, haciendo obras dignas del arrepentimiento.


¶Y habiéndole señalado un día, vinieron a él en gran número, a su alojamiento; a los cuales expuso la materia, testificando ardorosamente respecto del reino de Dios, y persuadiéndoles respecto de Jesucristo, sacando sus pruebas así de la Ley de Moisés como de los Profetas, desde por la mañana hasta la tarde.


¶¡Arrepentíos pues, y volveos a Dios; para que sean borrados vuestros pecados! para que así vengan tiempos de refrigerio de la presencia del Señor;


¶Ellos pues, habiendo testificado y hablado la palabra del Señor, se volvieron a Jerusalem; y en muchas de las aldeas de los Samaritanos, publicaron las buenas nuevas.


Deudor soy a los griegos y también a los bárbaros, a los sabios y también a los ignorantes.


Pues no me avergüenzo del evangelio; porque es poder de Dios para salvación a todo el que cree, primeramente al judío, y también al griego.


Que si confesares con tu boca al Señor Jesús, y creyeres en tu corazón que Dios le resucitó de entre los muertos, serás salvo:


¿o desprecias la riqueza de su benignidad, y paciencia, y longanimidad, ignorando que la benignidad de Dios te conduce a arrepentimiento?


sino por la nuestra también, a quienes será contada; a nosotros que creemos en Aquel que levantó a Jesús, Señor nuestro, de entre los muertos;


SIENDO pues justificados por la fe, tenemos paz para con Dios, por medio de nuestro Señor Jesucristo;


Pues que los judíos piden señales, y los griegos buscan la sabiduría;


Porque el pesar que es según Dios obra el arrepentimiento para salvación, de que nunca se arrepiente; mas el pesar del mundo obra la muerte.


mas conociendo que el hombre es justificado, no por obras legales, sino por medio de fe en Jesucristo, nosotros mismos hemos creído en Cristo Jesús, para que seamos justificados por la fe en Cristo, y no por obras legales: pues que por obras legales no se justificará ninguna carne.


He sido 'crucificado' con Cristo; sin embargo vivo; mas no ya yo, sino que Cristo vive en mí: y aquella vida que ahora vivo en la carne, la vivo por la fe en el Hijo de Dios, el cual me amó, y se dió a sí mismo por mí.


Empero la Escritura ha encerrado a todo el mundo bajo pecado, para que la promesa, que es por fe en Jesucristo, sea dada a los creyentes.


¶Por esto, yo también, habiendo oído hablar de vuestra fe en el Señor Jesús, y del amor que tenéis hacia todos los santos,


Pues aunque estoy ausente en la carne, estoy sin embargo con vosotros en espíritu, regocijándome al ver vuestro buen orden, y la firmeza de vuestra fe en Cristo.


oyendo hablar de tu amor y fe, que tienes hacia el Señor Jesús, y para con todos los santos;


TODO aquel que cree que Jesús es el Cristo, es engendrado de Dios; y cada uno que ama al que engendra, ama también al que de él es engendrado.


Pues ¿quién es el que vence al mundo, sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios?


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