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Hechos 12:23 - Biblia Version Moderna (1929)

23 Y al punto el ángel del Señor le hirió, por cuanto no dió la gloria a Dios: y, comido de gusanos, expiró.

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Biblia Reina Valera 1960

23 Al momento un ángel del Señor le hirió, por cuanto no dio la gloria a Dios; y expiró comido de gusanos.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

23 Al instante, un ángel del Señor hirió a Herodes con una enfermedad, porque él aceptó la adoración de la gente en lugar de darle la gloria a Dios. Así que murió carcomido por gusanos.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

23 Pero de repente lo hirió el ángel del Señor por no haber devuelto a Dios el honor, y empezó a llenarse de gusanos que lo comían, hasta que murió.

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La Biblia Textual 3a Edicion

23 Y al instante (porque no dio la gloria a Dios) un ángel del Señor lo hirió y expiró comido de gusanos.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

23 Pero en aquel mismo instante lo hirió un ángel del Señor, por no haber dado gloria a Dios; y, comido de gusanos, expiró.

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Hechos 12:23
30 Tagairtí Cros  

¶Y aconteció que en aquella misma noche salió un ángel de Jehová, e hirió en el campamento de los Asirios ciento ochenta y cinco mil hombres: y cuando se levantaron por la mañana los que sobrevivieron, ¡he aquí que todos ellos eran cuerpos muertos!


Y envió Jehová un ángel que destruyó a todos los hombres fuertes y valerosos, con los príncipes y los capitanes, en el campamento del rey de Asiria; y él volvió con rostro avergonzado a su propia tierra; donde habiendo entrado en casa de su dios, allí mismo los hijos de sus propias entrañas le hicieron caer a cuchillo.


y después que los gusanos hayan despedazado esta mi piel, aun desde mi carne he de ver a Dios;


Se ha vestido mi carne de gusanos y de costras de polvo; mi piel está rota y asquerosa.


¡NO a nosotros, oh Jehová, no a nosotros, sino a tu nombre da gloria, por causa de tu misericordia y de tu verdad!


¶Por lo cual entraron Moisés y Aarón a donde estaba Faraón, y le dijeron: Así dice Jehová, el Dios de los Hebreos: ¿Hasta cuándo rehusarás humillarte delante de mí?  Deja ir a mi pueblo, para que ellos me sirvan.


Porque yo pasaré por la tierra de Egipto esta noche, y heriré a todo primogénito en la tierra de Egipto, así de hombre como de bestia; y en todos los dioses de Egipto ejecutaré juicios. Yo Jehová.


Y cuando pasare Jehová hiriendo a los Egipcios, verá la sangre en el dintel y en los dos postes de la puerta; y Jehová pasará por alto aquella puerta, y no permitirá que el destructor éntre en vuestras casas para herir.


¶Y aconteció que a la media noche Jehová hirió a todo primogénito en la tierra de Egipto, desde el primogénito de Faraón que se sentaba sobre su trono, hasta el primogénito del cautivo que estaba en el calabozo; y todo primogénito de bestia.


¿Te ensoberbeces todavía contra mi pueblo para no dejarle ir?


Según su sabiduría el hombre será alabado; mas el perverso de corazón será objeto de oprobio.


¡Ha descendido al sepulcro tu fausto, y el estruendo de tus violas; debajo de ti se extiende por cama tuya el gusano, y tus colchas son las lombrices!


¿A quién has vituperado y blasfemado? ¿y contra quién has alzado la voz y levantado en alto tus ojos? ¡contra el Santo de Israel!


porque como a un vestido, los consumirá la polilla, y, como a lana, los consumirá el gusano; mas mi justicia durará para siempre, y mi salvación de siglo en siglo.


Y saldrán, y mirarán los cadáveres de los hombres que se rebelaron contra mí; cuyo gusano no morirá, y su fuego nunca se apagará; y serán un objeto de horror para toda carne.


Hijo del hombre, di al príncipe de Tiro: Así dice Jehová el Señor: Por lo mismo que se ha engreído tu corazón, y has dicho: Dios soy yo; en el asiento de Dios estoy sentado, en medio de los mares; por tanto te digo que eres hombre y no Dios, aunque has puesto tu corazón como corazón de Dios.


¿Porfiarás en decir: Dios soy yo, en presencia de quien te mata? Mas tú eres hombre y no Dios, en la mano de aquel que te traspasa.


Y el pueblo levantó el grito, diciendo: ¡Voz es de Dios, y no de un hombre!


Mas un ángel del Señor abrió de noche las puertas de la cárcel, y sacándolos fuera, dijo:


el cual se opone a Dios, y se ensalza sobre todo lo que se llama Dios, o que es objeto de culto; de modo que se siente en el templo de Dios, ostentando que él es Dios.


Y sucedió que, como a los diez días, Jehová hirió a Nabal de manera que murió.


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