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Hechos 1:15 - Biblia Version Moderna (1929)

15 ¶En aquellos días, poniéndose Pedro en pie en medio de los hermanos (y el número de las personas reunidas allí en un mismo lugar, era como de ciento veinte), les dijo:

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Biblia Reina Valera 1960

15 En aquellos días Pedro se levantó en medio de los hermanos (y los reunidos eran como ciento veinte en número), y dijo:

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Biblia Nueva Traducción Viviente

15 Durante aquellos días, cuando aproximadamente ciento veinte creyentes estaban juntos en un mismo lugar, Pedro se puso de pie y se dirigió a ellos:

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Biblia Católica (Latinoamericana)

15 Uno de aquellos días, Pedro tomó la palabra en medio de ellos -había allí como ciento veinte personas- y les dijo:

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La Biblia Textual 3a Edicion

15 En aquellos° días, levantándose Pedro en medio de los hermanos, dijo (y el grupo de personas° reunidas era alrededor° de ciento veinte):

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

15 Uno de aquellos días se levantó Pedro en medio de los hermanos -un grupo de unas ciento veinte personas personas en total- y dijo:

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Hechos 1:15
31 Tagairtí Cros  

¶Otra parábola les propuso, diciendo: El reino de los cielos es semejante a un grano de mostaza, que tomó un hombre, y lo sembró en su campo.


Mas yo he rogado por ti, para que tu fe no falte; y tú, vuelto á mí, fortalece a tus hermanos.


En verdad, en verdad os digo: El que creyere en mí, las obras que yo hago, él las hará también; y mayores que éstas hará, por cuanto yo voy al Padre.


Salió, pues, este dicho entre los hermanos, que aquel discípulo no moriría; mas Jesús no le dijo, que no habría de morir; sino: Si quiero que él permanezca hasta que yo venga, ¿que se te da a ti?


Pedro pues os llamó dentro, y los hospedó. ¶Y al otro día, se levantó, y partió con ellos; y ciertos hermanos de los de Joppe le acompañaron.


Y OYERON los apóstoles y los hermanos que estaban en Judea, que los gentiles también habían recibido la palabra de Dios.


y el Espíritu me dijo que fuese con ellos, sin hacer distinción alguna entre ellos y otros. También estos seis hermanos me acompañaron; y entramos en casa de aquel hombre.


y habiéndole hallado, le condujo a Antioquía. Y sucedió que por espacio de un año entero, se reunieron con la iglesia, y enseñaron a mucha gente: y los discípulos fueron llamados Cristianos primeramente en Antioquía.


Y los discípulos determinaron, cada cual según sus facultades, enviar auxilio a los hermanos que habitaban en Judea;


Mas él, haciéndoles seña con la mano para que callasen, les refirió cómo el Señor le había sacado de la cárcel. Y dijo: Haced saber esto a Santiago y a los hermanos. Y partiendo, se fué a otro lugar.


Pero los judíos que no creían, excitaron los ánimos de los gentiles, y los exacerbaron contra los hermanos.


Y CIERTOS hombres que habían descendido desde Judea, enseñaron a los hermanos, diciendo: A menos que seáis circuncidados, conforme a la institución de Moisés, no podéis ser salvos.


Ellos pues, siendo encaminados por la iglesia, pasaron por Fenicia y Samaria, declarando la conversión de los gentiles: y causaban grande gozo a todos los hermanos.


el cual tenía buen testimonio de parte de los hermanos que había en Listra e Iconio.


Ellos entonces, saliendo de la cárcel, entraron en casa de Lidia; y cuando hubieron visto a los hermanos, los consolaron y partieron.


¶Y los hermanos inmediatamente, de noche, enviaron a Pablo y a Silas a Berea; los cuales, habiendo llegado allí, entraron en la sinagoga de los judíos.


Entonces, en el acto, los hermanos enviaron a Pablo, para que fuese hasta el mar; pero Silas y Timoteo permanecieron aún allí.


Y no hallándolos, arrastraron a Jasón y a ciertos hermanos ante los magistrados de la ciudad, gritando: ¡Estos hombres que han trastornado e! mundo habitado, han venido acá también;


¶Y Pablo, habiéndose detenido todavía muchos días, despidióse de los hermanos, y se dió a la vela, para irse a la Siria (y con él Priscila y Aquila), habiéndose traído la cabeza en Cencrea, porque tenía hecho un voto.


Y deseando él pasar a Acaya, le animaron a ello los hermanos, y escribieron cartas a los discípulos, para que le diesen buena acogida: el cual, cuando hubo llegado, fué de mucho provecho a los que habían creído mediante la gracia:


¶Y cuando llegamos a Jerusalem, los hermanos nos recibieron gozosamente.


Y ellos, oyéndolo, glorificaron a Dios; y le dijeron: Estás viendo, hermano, cuantos millares hay entre los judíos de los que han creído; y todos ellos son celosos de la ley;


¶Y nosotros, habiendo acabado el viaje desde Tiro, llegamos a Tolemaida; y habiendo saludado a los hermanos, nos quedamos con ellos un día.


Como también el sumo sacerdote me da testimonio, y todo el cuerpo de los ancianos, de los cuales también recibí cartas para los hermanos, y emprendí marcha para Damasco, a fin de traer a los que allí se hallaren, en prisiones a Jerusalem, para ser castigados.


en donde hallamos hermanos, y fuimos convidados a que nos quedásemos con ellos siete días. Y así llegamos a Roma;


después apareció a quinientos hermanos a la vez; de los cuales la mayor parte permanecen hasta ahora; mas algunos han dormido ya;


Y en aquella hora sucedió un gran terremoto, y cayó la décima parte de la ciudad, y fueron muertas en el terremoto siete mil personas; y los demás fueron atemorizados, y dieron gloria al Dios del cielo.


Tienes empero algunos pocos nombres en Sardis que no han ensuciado sus ropas; y éstos andarán conmigo en vestiduras blancas; porque son dignos.


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