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Hebreos 6:2 - Biblia Version Moderna (1929)

2 de los bautismos, de la enseñanza catequística, y de la imposición de manos, y de la resurrección de los muertos, y del juicio eterno.

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Biblia Reina Valera 1960

2 de la doctrina de bautismos, de la imposición de manos, de la resurrección de los muertos y del juicio eterno.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

2 Ustedes tampoco necesitan más enseñanza acerca de los bautismos, la imposición de manos, la resurrección de los muertos y el juicio eterno.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

2 la doctrina referente a los bautismos, la imposición de las manos, la resurrección de los muertos y el juicio definitivo.

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La Biblia Textual 3a Edicion

2 de la doctrina de bautismos, de la imposición de manos, de la resurrección de muertos, y del juicio eterno.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

2 enseñanzas sobre abluciones, imposición de manos, resurrección de muertos y juicio final.

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Hebreos 6:2
57 Tagairtí Cros  

Pues que Dios traerá toda obra a juicio, juntamente con toda cosa encubierta, sea buena o sea mala.


¡Vivirán tus muertos; los cadáveres de mi pueblo se levantarán! ¡Despertad y cantad, vosotros que moráis en el polvo! porque como el rocío de hierbas es tu rocío, y la tierra echará fuera los muertos.


También una multitud de dormidos en el polvo de la tierra despertará; los unos para vida eterna, y los otros para deshonra y aborrecimiento eterno.


Id, pues, y haced discípulos entre todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo:


Pero Juan quería estorbárselo del todo, diciendo:  Yo he menester ser bautizado por ti, ¿y tú vienes a mí?


El que creyere y fuere bautizado será salvo; mas el que no creyere, será condenado.


Y al volver de la plaza, si no se bautizan, no comen: y otras muchas cosas hay que han recibido para guardar aferradamente, como bautismos de copas, y de jarros, y de vasos de cobre, y de lechos.


Porque dejáis el mandamiento de Dios y os aferráis a la tradición de los hombres, como los bautismos de los jarros y de las copas: y otras muchas cosas semejantes a éstas hacéis.


Mas el fariseo cuando vió esto, se maravilló de que no hubiese sido bautizado primero, antes de comer.


Empero yo tengo un bautismo de que he de ser bautizado; ¡y cómo me angustio hasta que se cumpla!


y serás bienaventurado, porque ellos no tienen con que recompensarte: pues serás recompensado en la resurrección de los justos.


Juan respondió a todos, diciendo: Yo en verdad os bautizo con agua; viene empero aquel que es más poderoso que yo, de quien no soy digno de desatar la correa de sus zapatos: él os bautizará con el Espíritu Santo y fuego:


Y no le conocía: mas el que me envió a bautizar con agua, el mismo me dijo: Aquel sobre quien vieres al Espíritu descender y permanecer sobre él, ése es el que bautiza con el Espíritu Santo.


y saldrán; los que hicieron bien, para resurrección de vida, y los que hicieron mal, para resurrección de condenación.


¿Puede alguno vedar el uso de agua, para que éstos no sean bautizados, los cuales han recibido el Espíritu Santo lo mismo que nosotros?


Entonces, cuando hubieron ayunado y orado, y puesto sobre ellos las manos, los despidieron.


Y cuando fué bautizada, y su casa también, nos rogó, diciendo: Si me habéis juzgado ser fiel al Señor, entrad en mi casa, y morad allí. Y nos obligó.


Y tomándolos, en aquella misma hora de la noche, lavó sus heridas, e inmediatamente fué bautizado, él y todos los suyos.


Y también ciertos de los filósofos epicureos y de los estoicos disputaban con él. Y decían algunos: ¿Qué quiere decir este palabrero? y otros: ¡Parece que es algún anunciador de dioses extranjeros! porque predicaba la buena nueva de Jesús, y de la resurrección.


Entonces Pedro les dijo: ¡Arrepentíos, y sed bautizados, cada uno de vosotros, en el nombre de Jesucristo, para remisión de vuestros pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo!


Aquellos pues que recibieron su palabra fueron bautizados; y se agregaron a los discípulos en aquel mismo día como tres mil almas.


¶Mas habiendo percibido Pablo que una parte era de saduceos y la otra de fariseos, clamó en el Sinedrio: ¡Hermanos, yo soy fariseo, hijo de fariseo: en cuanto a la esperanza nuestra, y a la resurrección de los muertos, soy yo juzgado!


teniendo esperanza en Dios, la cual ellos también esperan, que ha de haber resurrección así de justos como de injustos.


a menos que sea acerca de esta sola palabra que dije en alta voz: En cuanto a la resurrección de los muertos soy yo juzgado hoy por vosotros.


Y razonando Pablo de la justicia, de la continencia y del juicio venidero, Félix, aterrado, respondió: Por ahora véte; cuando tuviere un tiempo conveniente, te enviaré a llamar.


¿Por qué se estima cosa increíble para vosotros que Dios resucite a hombres muertos?


indignados de que enseñasen al pueblo, y proclamasen en nombre de Jesús la resurrección de entre los muertos.


a quienes presentaron delante de los apóstoles; los cuales, habiendo orado, les impusieron las manos.


en el día en que juzgará Dios las obras más ocultas de los hombres según mi evangelio, por medio de Jesucristo.


y todos fueron bautizados a Moisés en la nube y en el mar;


Porque por un mismo Espíritu todos nosotros fuimos bautizados, para ser constituídos en un solo cuerpo, ora seamos judíos o griegos, ora seamos siervos o libres; y a todos se nos hizo beber de un mismo Espíritu.


porque todos hemos de ser manifestados ante el tribunal de Cristo; para que cada uno reciba otra vez las cosas hechas en el cuerpo, según lo que haya hecho, sea bueno o malo.


el cual transformará nuestro vil cuerpo, para que sea hecho semejante a su cuerpo glorioso, según la operación de aquel poder con que puede también sujetar a sí mismo todas las cosas.


habiendo sido sepultados con él en el bautismo, en el cual también fuisteis resucitados con él, por medio de la fe en la operación de Dios, que le resucitó de entre los muertos.


hombres que según la verdad se han descarriado, diciendo que la resurrección ha pasado ya; y subvierten la fe de algunos.


Mujeres hubo que recibieron por resurrección a sus hijos muertos; y otros fueron muertos a palos, no admitiendo la libertad, para alcanzar otra resurrección mejor:


consistiendo solamente (además de viandas, y bebidas y diversos géneros de bautismos) en reglamentos carnales, impuestos hasta el tiempo de reformación.


pero los cielos de ahora y la tierra, por la misma palabra están guardados para el fuego, siendo reservados para el día del juicio y de la destrucción de los hombres inicuos.


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