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Hebreos 13:4 - Biblia Version Moderna (1929)

4 ¶Honroso sea el matrimonio entre todos, y sea el lecho conyugal sin mancilla; porque a los fornicarios de una parte, y a los adúlteros de otra, Dios los juzgará.

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Biblia Reina Valera 1960

4 Honroso sea en todos el matrimonio, y el lecho sin mancilla; pero a los fornicarios y a los adúlteros los juzgará Dios.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

4 Honren el matrimonio, y los casados manténganse fieles el uno al otro. Con toda seguridad, Dios juzgará a los que cometen inmoralidades sexuales y a los que cometen adulterio.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

4 Que todos respeten el matrimonio y ninguno manche la unión conyugal. Dios castigará a los licenciosos y a los que cometen adulterio.

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La Biblia Textual 3a Edicion

4 Honroso sea en todos el matrimonio y el lecho conyugal sin mancilla, porque Dios juzgará a los fornicarios y adúlteros.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

4 Tengan todos en alta estima el matrimonio y sea sin mancha el lecho conyugal. Pues Dios condenará a libertinos y adúlteros.

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Hebreos 13:4
33 Tagairtí Cros  

Por tanto Jehová Dios hizo caer profundo sueño sobre el hombre, el cual se durmió: y tomó una de sus costillas, y cerró la carne en su lugar.


Por tanto dejará el hombre a su padre y a su madre, y quedará unido a su mujer, y serán una misma carne.


¶Entonces Helcías sacerdote, y Ahicam, y Acbor, y Safán, y Asaya fueron a Hulda profetisa, mujer de Sallum hijo de Ticva, hijo de Carcás, jefe del guardarropa, la cual habitaba en Jerusalem, en la ciudad segunda, y hablaron con ella.


porque sería un fuego que hasta la perdición devoraría, y exterminaría todo mi linaje.


Y lleguéme a la profetisa, la cual concibió y dió a luz un hijo; y Jehová me dijo: Ponle el nombre de Maher-shalal-hash-baz;


La mujer también con quien se acostare el hombre que tuviere la emisión de simiente, una y otro sé lavarán con agua y quedarán inmundos hasta, la tarde.


¶Ni tendrás ayuntamiento carnal con la mujer de tu prójimo, contaminándote con ella.


Y yo me acercaré a vosotros para juicio; y seré veloz testigo contra los hechiceros, y contra los adúlteros, y contra los que juran en falso, y contra los que defraudan al jornalero de su salario, y oprimen a la viuda y al huérfano, y apartan al extranjero de su derecho; y no me temen a mí, dice Jehová de los Ejércitos.


Mas a los que son de afuera los juzga Dios. Quitad pues a aquel hombre malo de en medio de vosotros.


Huíd de la fornicación. Cualquier otro pecado que cometa el hombre, fuera del cuerpo es; mas el que comete fornicación, peca contra su mismo cuerpo.


¿Acaso no sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No os engañéis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los sodomitas,


De manera que el que da a su hija virgen en matrimonio, hace bien, y el que no la da en matrimonio, hace mejor.


¿No tenemos derecho de llevar en derredor con nosotros a una hermana, mujer propia, como los demás apóstoles, y los hermanos del Señor, y Cefas?


porque todos hemos de ser manifestados ante el tribunal de Cristo; para que cada uno reciba otra vez las cosas hechas en el cuerpo, según lo que haya hecho, sea bueno o malo.


Y manifiestas son las obras de la carne, que son: Adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia,


envidias, embriagueces, orgías y otras cosas semejantes: respecto de las cuales os amonesto de antemano, así como os lo he dicho antes, que los que hacen tales cosas no heredarán el reino de Dios.


Porque esto lo sabéis con certeza, que ningún fornicario, ni persona impúdica, u hombre avaro, el cual es idólatra, tiene herencia alguna en el reino de Cristo y de Dios.


¶Cuando fuere hallado un hombre acostado con una mujer casada con marido, entrambos morirán; el hombre que se acostó con la mujer, y la mujer también: así exterminarás el mal de en medio de Israel.


que nadie se propase de lo que es justo, y defraude a su hermano en los negocios; por cuanto el Señor es vengador con respecto a todas las tales cosas; así como también os hemos amonestado y protestado anteriormente.


¶Sean los diáconos maridos de una sola mujer, que gobiernen bien sus hijos y sus casas.


Es pues necesario que el obispo sea irreprensible, marido de una sola mujer, templado, de buen sentido, modesto, hospitalario, apto para enseñar;


uno que gobierne bien su propia casa, teniendo sus hijos en sujeción, con toda decencia;


vedando el casarse, y mandando abstenerse de viandas que creó Dios, para ser recibidas con acciones de gracias por los creyentes, y los que conocen la verdad.


Deseo pues que las viudas más jóvenes se casen, den a luz hijos, gobiernen la casa, y no den al adversario ninguna ocasión de maledicencia:


si alguno fuere sin tacha, marido de una sola mujer, teniendo hijos creyentes, no acusados de disolución, ni contumaces.


que no haya ningún fornicario, u hombre profano, como Esaú, el cual por un solo plato de comida vendió su misma primogenitura:


Excluídos están los perros, y los hechiceros, y los fornicarios, y los homicidas, y los idólatras, y cada uno que ama y obra la mentira.


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