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Hebreos 12:3 - Biblia Version Moderna (1929)

3 Pues considerad a aquel que soportó tal contradicción de los pecadores contra sí mismo, para que no os canséis, desmayando en vuestras almas.

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Biblia Reina Valera 1960

3 Considerad a aquel que sufrió tal contradicción de pecadores contra sí mismo, para que vuestro ánimo no se canse hasta desmayar.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

3 Piensen en toda la hostilidad que soportó por parte de pecadores, así no se cansarán ni se darán por vencidos.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

3 Piensen en Jesús, que sufrió tantas contradicciones de parte de gente mala, y no les faltarán las fuerzas ni el ánimo.

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La Biblia Textual 3a Edicion

3 Considerad pues al que soportó tal contradicción de pecadores contra sí mismo, para que vuestro ánimo° no se canse y desfallezca,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

3 Fijaos bien en él, que soportó tamaña oposición por parte de los pecadores, para que no os canséis ni perdáis ánimos.

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Hebreos 12:3
46 Tagairtí Cros  

Si desfallecieres en el día de adversidad, escasa es tu fuerza.


Jehová el Señor me ha dado la lengua de los instruídos, para que sepa sustentar con palabras al cansado; despierta mañana tras mañana, despierta mi oído para oír como los instruídos.


Vino el Hijo del hombre, que come y bebe, y dicen: ¡He aquí un hombre comilón y bebedor de vino, amigo de publicanos y de pecadores!  Y sin embargo la sabiduría es vindicada por parte de sus hijos.


Pero los fariseos oyéndolo, decían: Éste no echa fuera los demonios sino en unióncon Beelzebub, príncipe de los demonios.


¿Por qué traspasan tus discípulos la tradición de los antiguos? pues no se lavan las manos cuando comen pan.


¶Y llegado que hubo al Templo, los jefes de los sacerdotes y los ancianos del pueblo vinieron a él, mientras enseñaba, y le dicen:  ¿Con qué autoridad haces estas cosas? ¿y quién te ha dado esta autoridad?


Y procuraron echarle mano, pero temían a las multitudes; porque éstas le tenían por profeta.


¶Entonces saliendo los fariseos, consultaron entre sí de cómo podrían entramparle en alguna palabra.


Y ACONTECIÓ que al entrar en casa de uno de los principales de los fariseos en un día de sábado, a comer pan, ellos le estaban observando disimuladamente.


Y los fariseos y los escribas murmuraban, diciendo: Éste recibe a los pecadores, y con ellos come.


¶Y los fariseos que eran amadores del dinero, oían todas estas cosas, y se mofaban de él.


Y Simeón los bendijo; y a María su madre le dijo: He aquí que este niño es puesto para caída y levantamiento de muchos en Israel, y para blanco de contradicción,


Y los escribas y fariseos comenzaron a discurrir, diciendo: ¿Quién es éste que habla blasfemias? ¿quién puede perdonar pecados, sino solo Dios?


Y muchos de ellos dijeron: ¡Demonio tiene, y está loco! ¿por qué le escucháis?


Y cuando hubo dicho esto, uno de los alguaciles que estaba presente, dió a Jesús una bofetada, diciendo: ¿Respondes así al sumo sacerdote?


Y por esta causa los judíos perseguían a Jesús, y procuraban matarle, por cuanto hacia estas cosas en el sábado.


Y había mucho murmullo entre las multitudes respecto de él: algunos decían: ¡Es hombre bueno! otros decían: ¡No, sino que engaña al pueblo!


Le dijeron, entonces, los fariseos: Tú das testimonio de ti mismo; tu testimonio no es fehaciente.


Los judíos, pues, le dijeron: Ahora sabemos que tienes demonio. Abraham es muerto, y los profetas; y tú dices: Si alguno guardare mi palabra, no probará jamás la muerte.


Por tanto alzaron piedras para arrojárselas; mas ocultóse Jesús, y salió del Templo, yendo por en medio de ellos, y así pasó adelante.


Aquellos de los fariseos que estaban con él oyeron esto, y le dijeron: ¿Acaso nosotros también somos ciegos?


¶Por lo cual, amados hermanos míos, estad firmes, inmóviles, abundando siempre en la obra del Señor, sabiendo que vuestra obra no es en vano en el Señor.


POR lo cual, teniendo nosotros este ministerio, según hemos alcanzado misericordia, no desfallecemos.


¶Por lo cual, no desfallecemos; mas aunque nuestro hombre exterior vaya decayendo, el hombre interior empero va renovándose de día en día.


Y no nos cansemos en el bien hacer; porque  a su tiempo segaremos, si no desmayamos.


y le dirá: Oye, oh Israel: vosotros os acercáis hoy para pelear contra vuestros enemigos. No desmaye vuestro corazón; no temáis, ni os alarméis, ni os acobardéis a causa de ellos;


¶Vosotros, empero, hermanos, no os canséis en el bien hacer.


mirando a Jesús, autor y consumador de nuestra fe, el cual por el gozo que fué puesto delante de él, soportó la cruz, despreciando la vergüenza, y se ha sentado a la diestra de Dios.


y habéis olvidado la exhortación que arguye con vosotros, como con hijos, diciendo: Hijo mío, no tengas en poco la corrección del Señor, ni desfallezcas cuando eres reprendido por él;


POR lo cual, hermanos santos, participantes de una vocación celestial, considerad al Apóstol y Sumo Sacerdote de nuestra profesión, Jesús;


quien, cuando fué ultrajado, no volvió a ultrajar; cuando padeció, no usó de amenazas, sino que remitió su causa a aquel que juzga justamente;


Y tienes paciencia, y has padecido afrenta por amor de mi nombre, y no te has cansado.


con tal que temáis a Jehová, y le sirváis con sinceridad, de todo vuestro corazón, pues ¡ved cuán grandes cosas él ha hecho por vosotros!


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