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Habacuc 3:3 - Biblia Version Moderna (1929)

3 ¡Viene Dios desde Temán, y el Santo desde el monte Parán: (pausa; ) su gloria cubre los cielos, y la tierra se llena de su alabanza!

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Biblia Reina Valera 1960

3 Dios vendrá de Temán, Y el Santo desde el monte de Parán. Selah Su gloria cubrió los cielos, Y la tierra se llenó de su alabanza.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

3 »¡Veo a Dios cruzando el desierto de Edom; el Santo viene desde el monte Parán! Su brillante esplendor llena los cielos, y la tierra se llena de su alabanza.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

3 Viene Dios de Temán, el Santo, desde el monte Parán. Su majestad envuelve los cielos y su Gloria repleta la tierra.

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La Biblia Textual 3a Edicion

3 Dios viene desde Temán, El Santo, de los montes de Parán. SelahSu esplendor eclipsa los cielos y la tierra se llena de sus alabanzas.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

3 Dios viene de Temán, el Santo del monte Parán. Selah Su majestad cubre los cielos, de su gloria se llena la tierra.

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Habacuc 3:3
32 Tagairtí Cros  

Habitó pues en el desierto de Parán; y su madre le tomó mujer de la tierra de Egipto.


Y eran los hijos de Elifaz, Temán, Omar, Zefo, Gatam y Kenaz.


Ellos pues se levantaron, y desde  Madián vinieron a Parán. Luego tomando consigo algunos hombres de Parán, se fueron a Egipto, a Faraón rey de Egipto; quien le dió casa, y le señaló manutención, y le dió tierras.


Ensalzado sobre todas las naciones es Jehová, y sobre los cielos, su gloria.


¡alaben ellos el nombre de Jehová, porque su nombre solo es ensalzado; su gloria está sobre la tierra y el cielo!


Muchos son los que dicen de mi alma: ¡No hay para él socorro en Dios! (Pausa.)


Con mi voz seguí clamando a Jehová, y él me respondió desde su monte santo. (Pausa.)


¡Atemorizaos, y no pequéis! ¡discurrid en vuestro corazón, sobre vuestra cama, y callad! (Pausa.)


Conforme a tu nombre, oh Dios, así es tu loor hasta los fines de la tierra: de justicia está llena tu diestra.


Los carros de Dios son veinte millares de miles sobre miles; el Señor está en medio de ellos; como en Sinaí, así en el Santuario.


Jehová se ha hecho conocer en el juicio que ejecutó; en la obra de sus mismas manos fué enredado el inicuo. (Meditación. Pausa.)


¡Pon espanto en ellos, oh Jehová! ¡conozcan las naciones que ellas son míseros mortales! (Pausa.)


¶Y todo el pueblo estaba observando los truenos, y las llamas, y el sonido de la trompeta, y el monte que humeaba; y viéndolo el pueblo, temblaron y pusiéronse de lejos;


¡AY de los que bajan a Egipto por socorro, y se apoyan en caballos; y ponen su confianza en carros de guerra, porque son muchos, y en caballería, por ser muy fuerte; pero no miran al Santo de Israel, ni acuden a Jehová!


Y el uno clamaba al otro, diciendo: ¡Santo, santo, santo es Jehová de los Ejércitos, toda la tierra está llena de su gloria!


Cuando hiciste cosas temerosas que no esperábamos, entonces descendiste; derritiéronse las montañas a tu presencia.


Acerca de Edom. Así dice Jehová de los Ejércitos: ¿No hay acaso ya más sabiduría en Temán? ¿ha perecido el consejo de los entendidos? ¿se ha desvanecido su sabiduría?


y he aquí la gloria del Dios de Israel, que venía de la parte del oriente; y su voz era como el estruendo de muchas aguas; y la tierra resplandecía con la gloria de él.


sino que enviaré un fuego contra Temán, que devorará los palacios de Bozra.


Por tanto desmayarán tus valientes, oh Temán, a fin de que con degüello cada uno sea cortado de la serranía de Esaú.


¡Porque la tierra estará llena del conocimiento de la gloria de Jehová, como las aguas cubren el mar!


Entonces los hijos de Israel se pusieron en marcha, conforme a sus jornadas, del desierto de Sinaí; y vino 1a nube a posar en el desierto de Parán.


Y dijo: Jehová vino de Sinaí, y desde Seir levantóse como el sol para ellos: resplandeció desde el monte Parán, y vino de en medio de diez millares de santos ángeles: a su diestra traía una ley de fuego para ellos.


y me dijisteis: He aquí, Jehová nuestro Dios nos ha hecho ver su gloria y su grandeza, y hemos oído su voz de en medio del fuego. Hoy hemos visto que Dios habla con el hombre, y éste vive.


Y MURIÓ Samuel; y reunióse todo Israel, y le hicieron lamentación, y le enterraron en su casa, en Ramá. Después de esto David se levantó, y fuese al desierto de Parán.


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