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Habacuc 1:4 - Biblia Version Moderna (1929)

4 Por tanto, se paraliza la ley, y el juicio ya no sale conforme a la verdad; porque el inicuo asedia al justo; por tanto procede el juicio pervertido.

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Biblia Reina Valera 1960

4 Por lo cual la ley es debilitada, y el juicio no sale según la verdad; por cuanto el impío asedia al justo, por eso sale torcida la justicia.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

4 La ley se ha estancado y no hay justicia en los tribunales. Los perversos suman más que los justos, de manera que la justicia se ha corrompido.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

4 Por eso, la Ley está sin fuerza y no se hace justicia. Como los malvados mandan a los buenos, no se ve más que derecho torcido.

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La Biblia Textual 3a Edicion

4 Por eso la Ley ha perdido su poder y el derecho no sale vencedor, porque los impíos han cercado al justo, y la justicia resulta pervertida.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

4 La ley cae en desuso y el derecho no se cumple. El impío asedia al justo, se tergiversa el derecho.

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Habacuc 1:4
46 Tagairtí Cros  

luego entraron dos hombres, hijos   de Belial, los cuales se sentaron enfrente de él; y testificaron aquellos hombres de Belial contra Nabot, delante del pueblo, diciendo: ¡Nabot ha renegado de Dios y del rey! y sacándole fuera de la ciudad, le apedrearon de modo que murió.


¿Por qué siguen viviendo los inicuos, llegan a edad provecta, y se hacen poderosos en riquezas?


Pues que los fundamentos del orden se desmoronan; el justo ¿qué ha efectuado?


Tiempo es de hacer algo, Jehová, porque los hombres han invalidado tu ley.


Me han rodeado muchos toros; fuertes toros de Basán me han cercado.


Porque perros me han rodeado; una turba de malhechores me ha cercado; horadaron mis manos y mis pies.


¡Líbrame de los obradores de iniquidad! ¡sálvame de los hombres sanguinarios!


Sin delito mío corren y se aperciben: ¡despierta pues para venir a mi encuentro, y mira!


¿Hasta cuándo, oh Jehová, los inicuos, hasta cuándo han de jactarse los inicuos?


¶No seguirás la muchedumbre para hacer mal; ni darás testimonio en una causa inclinándote al parecer de los grandes, para pervertir la justicia;


¶No pervertirás el derecho de tu gente pobre en su pleito.


¡Ay de los que llaman a lo malo bueno, y a lo bueno malo; que ponen tinieblas por luz, y luz por tinieblas; que ponen lo amargo por dulce, y lo dulce por amargo!


Porque se han multiplicado nuestras transgresiones delante de ti, y nuestros pecados testifican contra nosotros; porque nuestras transgresiones están con nosotros, y en cuanto á nuestras iniquidades, las conocemos;


MUY justo eres, oh Jehová, para que yo contienda contigo; mas quiero tratar contigo de mi causa: ¿Por qué es prosperado el camino de los inicuos? ¿por qué están tranquilos todos los que se portan muy traidoramente?


Porque hasta tus hermanos y la casa de tu padre, aun éstos se han portado engañosamente contigo; aun éstos te han acosado con gritos: no te fíes de ellos aun cuando te hablen palabras buenas.


Y aconteció que como acabase Jeremías de hablar todo lo que Jehová le había mandado decir a todo el pueblo, le prendieron los sacerdotes y los profetas y todo el pueblo, diciendo: ¡Morirás sin remedio!


Aun la cigüeña en los cielos conoce sus épocas determinadas, y la tórtola y la golondrina y la grulla observan el tiempo de su venida; mas mi pueblo no conoce el reglamento de Jehová.


Entonces él me contestó: La iniquidad de la casa de Israel y de Judá es sobremanera grande; de modo que la tierra se ha llenado de homicidios, y la ciudad está atestada de perversidad: porque ellos dicen: Ha abandonado la tierra Jehová; y, Jehová no lo ve.


Hablan vanas palabras: con juramentos falsos hacen los pactos; por tanto el castigo nace como cicuta en los surcos del campo.


Porque yo sé cuán numerosas son vuestras transgresiones, y cuán agravados vuestros pecados, vosotros que sois adversarios al justo, y tomáis cohecho, y a los menesterosos los apartáis de su derecho ante los tribunales.


Vosotros que convertís el derecho en ajenjo, y la justicia la echáis por tierra,


Y les dijo: Admirablemente desecháis el mandamiento de Dios, para guardar vuestra tradición.


¿A cuál de los profetas no persiguieron vuestros padres? ¡y ellos mataron a aquellos que anunciaban de antemano la venida del Justo, de quien ahora vosotros habéis venido a ser los entregadores y matadores!


Y apedreaban a Esteban, el cual invocaba a Cristo, y decía: ¡Señor Jesús, recibe mi espíritu!


¿Abrogamos pues la ley por medio de la fe? No por cierto; antes bien, hacemos estable la ley.


No torcerás el derecho, no harás acepción de personas, ni admitirás los regalos; que el regalo ciega los ojos de los sabios, y pervierte las palabras de los justos.


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