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Génesis 43:23 - Biblia Version Moderna (1929)

23 Él entonces les respondió: ¡Paz a vosotros; no temáis! vuestro Dios y el Dios de vuestro padre os ha dado un tesoro escondido en vuestros costales; yo recibí vuestro dinero. Y sacóles a Simeón.

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Biblia Reina Valera 1960

23 Él les respondió: Paz a vosotros, no temáis; vuestro Dios y el Dios de vuestro padre os dio el tesoro en vuestros costales; yo recibí vuestro dinero. Y sacó a Simeón a ellos.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

23 —Tranquilos, no tengan miedo —les dijo el administrador—. El Dios de ustedes, el Dios de su padre, debe de haber puesto ese tesoro en sus costales. Me consta que recibí el pago que hicieron. Después soltó a Simeón y lo llevó a donde estaban ellos.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

23 El mayordomo les dijo: 'Quédense tranquilos y no tengan miedo. El Dios de ustedes y el Dios de su padre les ha puesto ese tesoro en sus bolsas, pues yo recibí toda su plata. Y en seguida les devolvió a Simeón.

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La Biblia Textual 3a Edicion

23 Y él respondió: Paz a vosotros, no temáis. Vuestro Dios y el Dios de vuestro padre os dio un tesoro escondido en vuestros costales, vuestra plata llegó a mí. Y les sacó a Simeón.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

23 'Estad tranquilos -dijo aquél-; no temáis. Vuestro Dios y el Dios de vuestro padre es quien puso ese tesoro en vuestros sacos. Yo recibí ya vuestro dinero'. Y les sacó a Simeón.

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Génesis 43:23
17 Tagairtí Cros  

Y él retiróse de ellos, y lloró: después volvió a ellos, les habló; y tomando de entre ellos a Simeón, le ató delante de sus ojos.


Y dijo a sus hermanos: ¡Devuelto es mi dinero; y también vedlo en mi saco! Y se les saltaba el corazón; y temblaron, diciéndose unos a otros: ¡Qué es esto que Dios ha hecho con nosotros!


Y les dijo su padre Jacob: Vosotros me habéis privado de mis hijos: ¡José no parece, y Simeón no parece, y queréis llevar a Benjamín! ¡todas estas cosas me están en contra!


¡y el Dios Todopoderoso os conceda misericordia delante de aquel hombre, para que os devuelva al otro hermano vuestro, y a Benjamín! ¡Y en cuanto a mí, si he de ser privado de mis hijos, privado seré!


también otro dinero hemos traído en nuestra mano para comprar alimentos. No sabemos quién haya puesto nuestro dinero en nuestros costales.


Entonces el Espíritu revistió a Amasai, jefe de los treinta, el cual respondió: ¡Tuyos somos, oh David, y contigo estamos, hijo de Isaí! ¡Paz, paz a ti, y paz a tus ayudadores; porque tu Dios te ayuda! Entonces David los recibió, y los puso entre los jefes de su tropa.


¶Algunos también de Manasés desertaron de las banderas de Saúl para unirse con David, cuando éste vino con los Filisteos a la batalla contra Saúl: bien que no les ayudó; porque, habido consejo, los príncipes de los Filisteos le despacharon, diciendo: Con nuestras cabezas desertará a las filas de Saúl, señor suyo.


¶Entonces el rey envió esta respuesta: A Rehum canciller, y a Simsai secretario, y a los demás de sus compañeros que habitan en Samaria, y en los otros lugares más allá del río: Paz, etc.


Y al entrar en cualquiera casa, decid primeramente: ¡Paz sea a esta casa!


¶Y mientras que estaban hablando de estas cosas, él mismo se puso de pie en medio de ellos; y les dijo: Paz a vosotros.


La paz os dejo; mi paz os doy: no según da el mundo, yo os la doy: no se turbe vuestro corazón, ni se acobarde.


¶Entonces cuando fué la tarde, de aquel mismo día, el primero de la semana, y estando cerradas las puertas del lugar donde se hallaban juntos los discípulos, por temor de los judíos, vino Jesús, y se estuvo de pie en medio de ellos, y les dice: Paz a vosotros.


Jesús, pues, les dijo otra vez: Paz a vosotros. Así como el Padre me envió a mí, yo también os envío a vosotros.


¶Y después de ocho días sus discípulos estaban otra vez dentro, y Tomás con ellos. Viene Jesús, estando cerradas las puertas, y se estuvo en medio de ellos, y dijo: Paz a vosotros.


Dijo entonces el anciano: ¡Paz sea contigo! como quiera que sea, deja de mi cuenta todas tus necesidades; tan sólo que no pases la noche en la calle.


Mas Jehová le dijo: ¡Paz sea contigo! no tengas temor; no morirás.


Y así le diréis: ¡Vive largos años! y ¡paz a ti, y paz a tu casa, y paz a cuanto tienes!


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