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Génesis 37:35 - Biblia Version Moderna (1929)

35 Y levantáronse todos sus hijos y todas sus hijas para consolarle; mas él no quiso ser consolado, diciendo: ¡Porque descenderé a mi hijo lamentándome hasta la sepultura! De este modo le lloraba su padre.

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Biblia Reina Valera 1960

35 Y se levantaron todos sus hijos y todas sus hijas para consolarlo; mas él no quiso recibir consuelo, y dijo: Descenderé enlutado a mi hijo hasta el Seol. Y lo lloró su padre.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

35 Toda su familia intentó consolarlo, pero él no quiso ser consolado. A menudo decía: «Me iré a la tumba llorando a mi hijo», y entonces sollozaba.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

35 Todos sus hijos e hijas acudieron a consolarlo, pero él no quería ser consolado, y decía: 'Estaré todavía de duelo cuando descienda donde mi hijo al lugar de las Sombras. Y su padre lo lloró.

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La Biblia Textual 3a Edicion

35 Y se levantaron todos sus hijos e hijas a consolarlo, pero él rehusó ser consolado y dijo: ¡Descenderé enlutado junto a mi hijo hasta el Seol! Y su padre lloraba por él.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

35 Vinieron todos sus hijos y todas sus hijas a consolarlo; pero él estaba inconsolable y decía: 'En duelo bajaré al seol, al lado de mi hijo'. Y su padre le lloraba.

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Génesis 37:35
18 Tagairtí Cros  

Y expiró Abraham y murió en buena vejez, anciano y saciado de días; y fué agregado a su pueblo.


Entonces contestó Labán y dijo a Jacob: Estas hijas son hijas mías; y estos hijos, hijos míos; los rebaños, rebaños míos; y todo lo que tú estás viendo, mío es. ¿Y qué puedo hacer hoy a estas mis hijas, o a sus hijos que ellas han parido?


Y expiró Isaac y murió, y fué agregado a su pueblo, viejo y harto de días; y le sepultaron sus hijos Esaú y Jacob.


Mas nosotros le dijimos: Hombres de bien somos, no somos espías.


Mas él respondió: No irá mi hijo con vosotros; pues su hermano es muerto, y él solo me ha quedado; y le va a suceder alguna desgracia en el camino por donde vais: así haréis descender mis canas con dolor a la sepultura.


Entonces dijo Israel: ¡Basta! ¡José mi hijo vive todavía; yo iré y le veré antes de morir!


Entonces dijo Israel a José: No pensaba ver ni aun tu rostro, y he aquí que Dios me ha hecho ver también tu descendencia.


Y los ancianos de su casa se pusieron en derredor de él, para alzarle de la tierra; mas él no quiso, ni comió pan con ellos.


Mas ahora que ha muerto, ¿para qué he de ayunar? ¿Podré acaso hacerle volver otra vez? Yo iré a él, mas él no volverá a mí.


Y AVISARON a Joab, diciendo: ¡He aquí que el rey está llorando y lamentándose a causa de Absalom!


Y lamentólos su padre Efraim muchos días, y vinieron sus hermanos a consolarle.


¶Y tres amigos de Job oyeron hablar de toda esta calamidad que le había sobrevenido; y acudieron cada cual de su lugar; es a saber, Elifaz temanita, y Bildad suhita, y Zofar naamatita; porque entre sí habían convenido en ir a condolerse con él y consolarle.


En el día de mi angustia al Señor busqué; mi mano se extendía hacia él de noche sin cansarse; y mi alma rehusaba el consuelo.


Acordábame de Dios, y me llené de turbación; quejábame, y desmayaba mi espíritu. (Pausa.)


Todo cuanto hallare que hacer tu mano, hazlo con tus fuerzas; porque no hay obra, ni empresa, ni ciencia, ni sabiduría en el sepulcro adonde vas.


Así dice Jehová: Se oye una voz en Ramá lamentación y llanto amargo: es Raquel que llora a sus hijos, y rehusa ser consolada acerca de sus hijos, porque ya no existen.


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