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Génesis 37:27 - Biblia Version Moderna (1929)

27 Venid y vendámosle a estos Ismaelitas; mas no pongamos nosotros mano sobre él: porque es nuestro hermano, nuestra misma carne. Y convinieron con él sus hermanos;

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Biblia Reina Valera 1960

27 Venid, y vendámosle a los ismaelitas, y no sea nuestra mano sobre él; porque él es nuestro hermano, nuestra propia carne. Y sus hermanos convinieron con él.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

27 En lugar de hacerle daño, vendámoslo a esos mercaderes ismaelitas. Después de todo, es nuestro hermano, ¡de nuestra misma sangre!». Así que sus hermanos estuvieron de acuerdo.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

27 Mejor vendámoslo a esos ismaelitas y no pongamos nuestras manos sobre él, pues es nuestro hermano y carne nuestra. Sus hermanos le hicieron caso,

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La Biblia Textual 3a Edicion

27 Vendámoslo a los ismaelitas y no sea nuestra mano contra él, pues es nuestro hermano, nuestra carne. Y sus hermanos obedecieron.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

27 Vamos a venderlo a los ismaelitas y no pongamos las manos en él, pues es nuestro hermano, carne nuestra es'. Y asintieron sus hermanos.

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Génesis 37:27
15 Tagairtí Cros  

Y Labán le dijo: ¡Ciertamente mi hueso y mi carne eres! Y estuvo con él por espacio de un mes.


Les dijo además Rubén: No derraméis sangre; echadle en esta cisterna que está en el desierto, mas no pongáis la mano sobre él; esto decía por librarle de su mano, a fin de hacerle volver a su padre.


Y decían el uno al otro: Verdaderamente somos dignos de castigo en cuanto a nuestro hermano; porque vimos la angustia de su alma, cuando nos rogaba tuviésemos piedad de él, y no le escuchamos; por tanto a nosotros nos ha sobrevenido este trance angustioso.


Vosotros es cierto os propusisteis contra mí el mal; pero Dios lo propuso para bien, a fin de hacer lo que hoy se ve, a saber, conservar la vida de mucha gente.


¿Por qué pues has despreciado el mandamiento de Jehová, haciendo lo que es malo a sus ojos? ¡A Urías heteo has muerto a cuchillo, y a su mujer has tomado por mujer tuya, matándole a él con la espada de los hijos de Ammón!


Ahora pues, como la carne de estos nuestros hermanos así es nuestra carne, y como los hijos de ellos, son nuestros hijos; y con todo he aquí que vamos sujetando nuestros hijos y nuestras hijas a servidumbre; y hay de nuestras hijas ya sujetas, sin haber poder en nuestra mano para rescatarlas, siendo así que nuestros campos y nuestras viñas ya son de otros.


Entonces les dije: Nosotros según nuestras posibilidades hemos rescatado a nuestros hermanos, los judíos, que habían sido vendidos a los paganos; ¿y vosotros también queréis hacer mercancía de vuestros mismos hermanos, después de rescatados por nosotros? Mas ellos callaron; pues no hallaron respuesta.


¶El que hurtare una persona y la vendiere, o aun si fuere hallada en su poder, será muerto irremisiblemente.


Mas si durare un día o dos, no será vengado, por cuanto era su dinero.


Porque ¿qué aprovechará el hombre si ganare todo el mundo, mas perdiere su alma? o, una vez perdida, ¿qué rescate dará el hombre por su alma?


y dijo:  ¿Qué queréis darme para que yo os le entregue? Y le pagaron treinta siclos de plata.


para los fornicarios, para los sodomitas, para los que hurtan a hombres, para los mentirosos, para los perjuros, y para cualquiera otra cosa que haya contraria a la sana doctrina;


y canela, y especias, e incienso, y ungüento, y olíbano, y vino, y aceite, y flor de harina, y trigo, y bestias de carga, y ovejas; y mercancías de caballos y de carruajes, y de esclavos; y almas de hombres.


¶Entonces dijo Saúl a David: Mira a Merab, mi hija mayor; a ella te daré por mujer, con tal que me seas valiente, y pelees las batallas de Jehová. Saúl empero decía para consigo: No sea mi mano contra él, sino sea contra él la mano de los Filisteos.


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