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Génesis 21:17 - Biblia Version Moderna (1929)

17 Mas Dios oyó la voz del muchacho; y el Ángel de Dios llamó a Agar, desde los cielos, y le dijo: ¿Qué tienes, Agar? No temas, porque Dios ha oído la voz del muchacho en donde está.

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Biblia Reina Valera 1960

17 Y oyó Dios la voz del muchacho; y el ángel de Dios llamó a Agar desde el cielo, y le dijo: ¿Qué tienes, Agar? No temas; porque Dios ha oído la voz del muchacho en donde está.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

17 Pero Dios escuchó llorar al muchacho, y el ángel de Dios llamó a Agar desde el cielo: «Agar, ¿qué pasa? ¡No tengas miedo! Dios ha oído llorar al muchacho, allí tendido en el suelo.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

17 Dios oyó los gritos del niño, y el Angel de Dios llamó desde el cielo a Agar y le dijo: '¿Qué te pasa, Agar? No temas, porque Dios ha oído al niño gritando de donde está.

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La Biblia Textual 3a Edicion

17 Pero ’Elohim oyó la voz del muchacho, y el ángel de Dios llamó a Agar desde los cielos, y le dijo: ¿Qué tienes, Agar? No temas, porque ’Elohim ha oído la voz del muchacho en donde está.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

17 Oyó Dios la voz del niño, y el ángel de Dios llamó a Agar desde el cielo y le dijo: '¿Qué te ocurre, Agar? No temas, pues Dios ha escuchado la voz del niño desde el lugar donde él está.

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Génesis 21:17
31 Tagairtí Cros  

DESPUÉS de estas cosas Abram tuvo en visión una revelación de Jehová, que decía: No temas Abram; yo soy tu escudo, tu galardón sobremanera grande.


Díjole además el Ángel de Jehová: He aquí que tú has concebido, y parirás un hijo, y le darás el nombre de Ismael; porque Jehová ha oído tu aflicción.


Y hallóla el Ángel de Jehová junto a una fuente de agua en el desierto, la fuente que está en el camino de Shur;


y dijo: Agar, sierva de Sarai, ¿de dónde vienes? ¿y a dónde vas? Y ella respondió: De la presencia de Sarai, mi señora, voy huyendo.


Y el Ángel de Jehová le dijo: Vuelve a tu señora, y ponte sumisa bajo su mano.


Entonces el Ángel de Jehová le llamó desde los cielos, y le dijo: ¡Abraham! ¡Abraham! Y él respondió: Heme aquí.


Jehová, el Dios del cielo, que me tomó de la casa de mi padre y de la tierra de mi nacimiento, y que me habló y me juró, diciendo: A tu simiente daré esta tierra; él enviará su ángel delante de ti, de modo que puedas tomar de allí mujer para mi hijo.


Y le apareció Jehová aquella noche, y dijo: Yo soy el Dios de Abraham tu padre; no temas, porque contigo soy yo, y te bendeciré, y multiplicaré tu simiente por causa de Abraham mi siervo.


Y dijo: Yo soy Dios, el Dios de tu padre: no temas descender a Egipto; porque allí haré de ti una nación grande.


Pero les tuvo misericordia Jehová, y compadecióse de ellos, y volvió hacia ellos su rostro, a causa de su pacto con Abraham, Isaac y Jacob; y no quiso destruirlos, ni desecharlos de su presencia, hasta entonces.


Mas Joacaz suplicó el favor de Jehová; (y le oyó Jehová, porque vió la opresión de Israel con que los oprimía el rey de Siria.


Tú lo has visto; porque miras el agravio y la vejación, para dar la recompensa con tu mano. A ti se encomienda el desvalido: tú eres el defensor del huérfano.


y clama a mí en el día de angustia; yo te libraré, y tú me glorificarás!


¡Apartaos de mí, todos los obradores de maldad! porque ha oído Jehová la voz de mi lloro.


¡Oidor de la oración, a ti vendrá toda carne!


Él clamará a mí, y yo le responderé; con él estaré yo en la angustia; le libraré, y le glorificaré;


Entonces dijo Moisés al pueblo: No temáis; estad firmes, y veréis la salvación que Jehová obrará por vosotros hoy; porque en cuanto a los Egipcios que hoy habéis visto, nunca mas para siempre los volveréis a ver.


Si de cualquiera manera los afligiereis, y ellos clamaren a mí yo ciertamente oiré su clamor;


porque ese es su único abrigo; es su vestido para cubrir sus carnes; ¿en qué habrá de dormir? pues acontecerá que si clamare a mí, yo oiré, porque soy misericordioso.


Y apareciósele el Ángel de Jehová en una llama de fuego, en medio de una zarza; pues él miró, y he aquí una zarza que ardía en fuego, y la zarza no se consumía.


Dijo también Jehová: He visto, he visto la aflicción de mi pueblo que está en Egipto, y he escuchado su clamor a causa de sus exactores; porque conozco sus dolores;


CARGA del Valle de la Visión: ¿Qué tienes ahora, que has subido, con todos los tuyos, a los terrados?


¡no temas, porque contigo estoy yo! ¡no desmayes, porque yo soy tu Dios! ¡te fortaleceré, sí, te ayudaré, sí, te sustentaré con la diestra de mi justicia!


¶Y Jesús llamando a sí sus discípulos, les dijo: Tengo compasión de esta multitud, que ya hace tres días que permanecen conmigo, y no tienen qué comer; y no quiero despedirlos en ayunas, no sea que desfallezcan en el camino.


Pero Jesús, entreoyendo la razón que se decía, dice al jefe de la sinagoga: No temas; cree solamente.


Entonces clamamos a Jehová, el Dios de nuestros padres; y Jehová oyó nuestra voz, y miró nuestra aflicción y nuestro trabajo y nuestra opresión;


y dieron voces a los hijos de Dan. Pero éstos, volviendo el rostro, dijeron a Mica: ¿Qué tienes, que has juntado gente?


Mas he aquí a Saúl que venía del campo tras los bueyes. Y dijo Saúl: ¿Qué tiene el pueblo que llora? y le refirieron las palabras de los hombres de Jabés.


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