Ester 2:15 - Biblia Version Moderna (1929)15 Mas cuando a Ester hija de Abihael, tío de Mardoqueo, a quien éste había tomado por hija suya, le tocó en turno entrar al rey, ella no pidió otra cosa sino lo que dijo Hegeo, eunuco del rey, guarda de las mujeres: y Ester hallaba gracia en presencia de cuantos la miraban. Féach an chaibidilTuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 196015 Cuando le llegó a Ester, hija de Abihail tío de Mardoqueo, quien la había tomado por hija, el tiempo de venir al rey, ninguna cosa procuró sino lo que dijo Hegai eunuco del rey, guarda de las mujeres; y ganaba Ester el favor de todos los que la veían. Féach an chaibidilBiblia Nueva Traducción Viviente15 Ester era hija de Abihail, tío de Mardoqueo. (Mardoqueo había adoptado como hija a su prima menor, Ester). Cuando a Ester le llegó el turno de ser llevada ante el rey, ella siguió el consejo de Hegai, el eunuco encargado del harén. No pidió nada aparte de lo que él le sugirió, y todos los que la veían, la admiraban. Féach an chaibidilBiblia Católica (Latinoamericana)15 Llegó el día en que Ester, hija de Abijail, el tío de Mardoqueo, su padre adoptivo, debía presentarse ante el rey. Ella no exigió nada fuera de lo que le había proporcionado Hegué, el eunuco del rey encargado de la custodia de las mujeres. Pues bien, todos los que la veían, encontraron a Ester deslumbrante. Féach an chaibidilLa Biblia Textual 3a Edicion15 Y cuando le tocó el turno de ir al rey a Ester, hija de Abihail, tío de Mardoqueo, quien la había tomado por hija suya, ella no solicitó cosa alguna, sino lo que había indicado Hegai, eunuco del rey y guardián de las mujeres, pues Ester hallaba gracia a los ojos de todos cuantos la veían. Féach an chaibidilBiblia Serafín de Ausejo 197515 Cuando a Ester, hija de Abijail, tío de Mardoqueo, que la había adoptado por hija, le llegó el turno para presentarse al rey, no pidió nada fuera de lo que le recomendó Hegué, eunuco del rey, guardián de las mujeres; pero Ester se ganaba el favor de cuantos la veían. Féach an chaibidil |
y a este efecto nombre el rey comisionados en todas las provincias de su reino, que hagan reunir a todas las vírgenes jóvenes de hermoso parecer, en Susán, ciudad metrópoli, en la casa de las mujeres, a cargo de Hegeo, eunuco del rey, guarda de las mujeres; y dénseles las cosas para su purificación;