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Efesios 5:26 - Biblia Version Moderna (1929)

26 para santificarla, habiéndola limpiado con el lavamiento de agua con la palabra;

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Biblia Reina Valera 1960

26 para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra,

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Biblia Nueva Traducción Viviente

26 a fin de hacerla santa y limpia al lavarla mediante la purificación de la palabra de Dios.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

26 Y después de bañarla en el agua y la Palabra para purificarla, la hizo santa,

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La Biblia Textual 3a Edicion

26 para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua con la palabra,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

26 para santificarla, purificándola con el baño de agua por la palabra,

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Efesios 5:26
35 Tagairtí Cros  

Entonces te lavé con agua, y te limpié perfectamente de tus sangres, y  te ungí con aceite;


Luego rociaré sobre vosotros agua limpia, y seréis limpios; de todas vuestras inmundicias, y de todos vuestros ídolos os limpiaré.


Entonces el sacerdote que le purifica, hará que el hombre que se está purificando se presente, juntamente con aquellas cosas, delante de Jehová, a la entrada del Tabernáculo de Reunión.


Porque en este día se ha de hacer expiación por vosotros para purificaros; y de todos vuestros pecados quedaréis limpios delante de Jehová.


Luego hizo Moisés que se presentasen Aarón y sus hijos, y los lavó con agua.


EN aquel día habrá una fuente abierta a la casa de David y a los habitantes de Jerusalem, para el pecado y para la inmundicia.


Jesús le dice: El que está lavado no tiene necesidad de lavarse más que los pies; sino que está del todo limpio: y vosotros estáis limpios, mas no todos.


Ya vosotros estáis limpios por medio de la palabra que os he hablado.


En esto es glorificado mi Padre, en que llevéis mucho fruto; y así seréis discípulos míos.


Ahora ellos han conocido que todo cuanto me has dado, es de ti;


Jesús respondió: En verdad, en verdad te digo: A menos que el hombre naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios.


Y ahora ¿por qué te detienes? levántate, y bautízate, y lava tus pecados, invocando el nombre del Señor.


para abrirles los ojos, a fin de que se vuelvan de las tinieblas a la luz, y de la potestad de Satanás a Dios; para que reciban remisión de pecados, y herencia entre los que son santificados mediante la fe en mí.


Pero ¿qué dice? La palabra está cerca de ti, en tu boca y en tu corazón; es decir, la palabra de fe que nosotros predicamos:


Y esto erais algunos de vosotros: mas habéis sido lavados, mas habéis sido santificados, mas habéis sido justificados, en el nombre del Señor Jesucristo, y por el Espíritu de nuestro Dios.


Porque estoy celoso de vosotros, con celos que lo son de Dios; pues que os he desposado con un solo esposo, para que os presente a Cristo, cual virgen casta.


Tomad asimismo el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios;


Habite ricamente en vosotros la palabra de Cristo, con toda sabiduría; enseñandoos y amonestándoos los unos a los otros, con salmos e himnos y cánticos espirituales, cantando con gracia en vuestros corazones a Dios.


el cual se dió a sí mismo por nosotros, para redimirnos de toda iniquidad, y purificar para sí mismo un pueblo de su propia posesión, celoso de buenas obras.


en la cual voluntad hemos sido santificados, por medio del ofrecimiento del cuerpo de Jesucristo, hecho una sola vez para siempre.


porque con una sola ofrenda ha perfeccionado para siempre a los que son santificados.


acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de fe, teniendo los corazones rociados, para limpiarnos de una mala conciencia, y lavados los cuerpos con agua pura.


¿de cuánto más severo castigo, pensáis, que será tenido por digno aquel que ha hollado bajo sus pies al Hijo de Dios, y ha estimado como inmunda la sangre del pacto con que había sido consagrado al servicio de Dios, y ha hecho ultraje al Espíritu de gracia?


Por lo cual también Jesús, para santificar al pueblo de Dios, con su propia sangre, padeció fuera de la puerta.


Porque la palabra de Dios es viva, y eficaz, y más aguda que toda espada de dos filos, Y penetra hasta la división entre alma y espíritu, sí, y hasta las coyunturas y los tuétanos, y es hábil en discernir los pensamientos y propósitos del corazón.


¿cuánto más la sangre de Cristo (el cual por medio del Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mácula  a Dios) limpiará vuestra conciencia de las obras muertas, para servir al Dios vivo?


De su propia voluntad él nos engendró, con la palabra de verdad, para que seamos nosotros, en cierto sentido, las primicias de sus criaturas.


escogidos conforme a la presciencia de Dios Padre, en santificación del Espíritu, para obedecer y ser rociados con la sangre de Jesucristo: Gracia y paz os sean multiplicadas.


la cual era tipo del bautismo que ahora nos salva a nosotros también (no el quitársenos la inmundicia de la carne, sino el obtener respuesta de una buena conciencia para con Dios), por medio de la resurrección de Jesucristo:


Hacedlo así; porque aquel que no tiene estas cosas, está ciego, teniendo cerrados los ojos, habiendo ya logrado olvidarse de la purificación de sus antiguos pecados.


¶Éste es aquel que vino por medio de agua y sangre, es a saber,  Jesucristo: no con el agua solamente, sino con el agua y con la sangre; y el Espíritu es el que da testimonio, por cuanto el Espíritu es la verdad.


Judas, siervo de Jesucristo, y hermano de Santiago, a los que son llamados, amados en Dios Padre y guardados para Jesucristo:


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