Cantares 7:7 - Biblia Version Moderna (1929)

⁷ Esa tu talla es parecida a la palma, y tus pechos son como racimos de uvas.

Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

⁷ Tu estatura es semejante a la palmera, Y tus pechos a los racimos.

Biblia Nueva Traducción Viviente

⁷ Eres esbelta como una palmera y tus pechos son como los racimos de su fruto.

Biblia Católica (Latinoamericana)

⁷ ¡Qué bella eres, qué encantadora, oh amor, en tus delicias!

La Biblia Textual 3a Edicion

⁷ Tu talle se asemeja a la palmera, Y tus pechos, a sus racimos.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

⁷ ¡Qué bella y qué agraciada! ¡Qué delicioso tu amor!

Cantares 7:7 Tagairtí Cros

Salmos 92:12

El justo florecerá como la palma; crecerá como cedro en el Líbano.

Cantares 1:13

Como manojito de mirra es para mí el amado mío. entre mis pechos reposará.

Cantares 1:15

¡He aquí que eres hermosa, oh amiga mía! ¡he aquí que eres hermosa! ¡tus ojos son como palomas!

Cantares 4:5

Tus dos pechos son como gemelas de gacela, que pacen en medio de los lirios.

Cantares 7:3

tus dos pechos como mellizas de gacela;

Cantares 7:6

¡Cuán hermosa y cuán dulce eres, oh amada mía, entre todas las delicias!

Cantares 7:8

Subiré, digo para mí, en la palma, asiré las ramas de ella; ¡sean pues tus pechos como los racimos de la vid, y la fragancia de tu aliento como de manzanas,

Cantares 8:8

Tenemos una hermana pequeña, que aun no tiene pechos: ¿qué haremos con nuestra hermana en el día en que haya de ser pedida?

Isaías 66:10

¡Regocijaos con Jerusalem y gloriaos en ella, todos los que la amáis! ¡alegraos con ella hasta con alborozo, todos los que os lamentáis por ella!

Jeremías 10:5

Son como una palmera, de obra torneada; mas no hablan: han de ser llevados, porque no pueden dar un paso. No les tengáis miedo, porque no pueden hacer mal, ni tampoco son capaces de hacer bien.

Efesios 3:17

que habite Cristo en vuestros corazones, por medio de la fe; a fin de que, estando arraigados y cimentados en amor,

Efesios 4:13

hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, al estado del hombre perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo: