Biblia Todo Logo
Bíobla ar líne
- Fógraí -





2 Timoteo 4:8 - Biblia Version Moderna (1929)

8 de ahora en adelante me está reservada la corona de justicia, que me dará el Señor, el justo Juez, en aquel día; y no solo a mí, sino a todos los que aman su aparecimiento.

Féach an chaibidil Cóip


Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

8 Por lo demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día; y no solo a mí, sino también a todos los que aman su venida.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Nueva Traducción Viviente

8 Ahora me espera el premio, la corona de justicia que el Señor, el Juez justo, me dará el día de su regreso; y el premio no es solo para mí, sino para todos los que esperan con anhelo su venida.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Católica (Latinoamericana)

8 Sólo me queda recibir la corona de toda vida santa con la que me premiará aquel día el Señor, juez justo; y conmigo la recibirán todos los que anhelaron su venida gloriosa.

Féach an chaibidil Cóip

La Biblia Textual 3a Edicion

8 Por lo demás, me está reservada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, Juez justo, en aquel día; y no sólo a mí, sino también a todos los que han demostrado amar° su aparecimiento.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Serafín de Ausejo 1975

8 Y ahora está ya preparada para mí la corona de justicia, con la que me retribuirá en aquel día el Señor, el juez justo; y no sólo a mí, sino también a todos los que hayan mirado con amor su venida.

Féach an chaibidil Cóip




2 Timoteo 4:8
39 Tagairtí Cros  

¡Lejos sea de ti el obrar de esta manera, que hagas morir al justo con el inicuo, y que el justo sea tratado como el inicuo! ¡Lejos sea esto de ti! ¿El Juez de toda la tierra no ha de hacer justicia?


¡Cuán grande es tu bondad que has guardado para los que te temen, que has obrado para los que en ti confían delante de los hijos de los hombres!


Dios es un justo Juez; y Dios se aira con el inicuo todos los días.


Dará a tu cabeza una b guirnalda de gracia; diadema de hermosura te entregará.


Y ellos me serán un tesoro especial, dice Jehová de los Ejércitos, en aquel día que yo preparo; y me compadeceré de ellos, como un hombre se compadece de su mismo hijo que le sirve.


¶Empero con respecto de aquel día y hora nadie sabe cuando será, ni siquiera los ángeles del cielo, ni tampoco el Hijo, sino solamente el Padre.


Muchos me dirán en aquel día: ¡Señor! ¡Señor!  ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchas obras poderosas?


Yo os digo que será más llevadera la condena de Sodoma en aquel día, que la de esa ciudad.


mas según tu dureza y tu corazón impenitente, atesoras para ti mismo la ira para el día de la ira y de la revelación del justo juicio de Dios;


Y no tan sólo así, sino que nosotros también, que tenemos las primicias del Espíritu, sí, nosotros mismos gemimos dentro de nosotros, aguardando la adopción, es decir, la redención de nuestro cuerpo.


mas, según está escrito:Cosas que ojo no vió, ni oído oyó, y que jamás entraron en pensamiento humano —las cosas grandes que ha preparado Dios para los que le aman.


la obra de cada cual será puesta de manifiesto; porque el día la declarará, pues que en fuego es revelado; y el fuego mismo probará la obra de cada cual, qué tal sea.


Y todo aquel que lucha en la palestra, es templado en todas las cosas. Ellos en verdad lo hacen para ganar una corona corruptible, mas nosotros, una corona incorruptible.


Y así en esta tienda gemimos, deseando ardientemente ser revestidos de nuestra morada que es del cielo:


si de manera alguna yo alcance a la resurrección de entre los muertos.


a causa de la esperanza que os está guardada en los cielos, de la cual supisteis antes por la palabra de la verdad del evangelio,


y para esperar a su Hijo, cuando venga de los cielos, a quien él resucitó de entre los muertos; es a saber, a Jesús, que nos liberta de la ira venidera.


Vosotros empero, hermanos, no estáis en tinieblas, para que aquel día a vosotros os sorprenda como ladrón:


y entonces será revelado el inicuo, a quien el Señor Jesús matará con el espíritu de su boca, y destruirá con el resplandor de su advenimiento;


atesorando para sí un buen fondo para el tiempo venidero, para que echen mano de la vida que lo es en verdad.


mas ha sido ahora manifestada por medio del aparecimiento de nuestro Salvador Cristo Jesús, el cual ha abolido la muerte, y ha sacado a luz la vida y la inmortalidad por medio del evangelio;


Por causa de lo cual también padezco estas cosas; sin embargo, no me avergüenzo; porque yo sé a quien he creído, y estoy seguro que él es poderoso para guardar mi depósito hasta aquel día.


(¡concédale el Señor que halle misericordia del Señor en aquel día!) y cuantos servicios me prestó en Efeso, tú lo sabes muy bien.


Así también si alguno contendiere como atleta, no es coronado si no contendiere legítimamente.


REQUIÉROTE solemnemente en  presencia de Dios y de Cristo Jesús, el cual juzgará a vivos y muertos, al tiempo de su aparecimiento y de su reino,


aguardando aquella esperanza bienaventurada, y el aparecimiento en gloria del gran Dios y Salvador nuestro, Jesucristo;


Ninguna corrección por el presente parece ser motivo de gozo, sino antes, de tristeza; empero más tarde, produce el fruto apacible de justicia para los que son ejercitados por medio de ella.


así también Cristo, habiendo sido ofrecido una sola vez, para llevar los pecados de muchos, la segunda vez, sin pecado, aparecerá para la salvación de los que le esperan.


¶Bienaventurado el hombre que soporta la tentación; porque cuando raya sido probado, recibirá la corona de vida, que ha prometido el Señor a los que le aman.


para la posesión de una herencia incorruptible, y sin mancilla, e inmarcesible, guardada en los cielos para vosotros,


y cuando fuere manifestado el Pastor principal, recibiréis la corona inmarcesible de gloria.


He aquí que viene con las nubes, y todo ojo le verá; y también aquellos que le traspasaron; y todas las tribus de la tierra plañirán a causa de él.  Así sea. Amén.


¶Y ví el cielo abierto; y he aquí un caballo blanco, y aquel que estaba sentado sobre él se llamaba Fiel y Verdadero; y en justicia juzga y hace guerra.


No temas las cosas que vas a sufrir. He aquí, el diablo va a echar a algunos de vosotros en la cárcel, para que seáis probados; y tendréis una tribulación de diez días.  Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida.


¶El que da testimonio de estas cosas dice: Ciertamente yo vengo presto. Amén. ¡Ven, Señor Jesús!


los veinticuatro ancianos caen delante de aquel que está sentado sobre el trono, y adoran a Aquel que vive por los siglos de los siglos, y echan sus coronas ante el trono, diciendo:


Y en torno del trono había veinticuatro tronos, y sobre los tronos ví sentados veinticuatro ancianos, revestidos de ropas blancas; y sobre sus cabezas había coronas de oro.


Lean orainn:

Fógraí


Fógraí