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2 Tesalonicenses 1:8 - Biblia Version Moderna (1929)

8 en llamas de fuego, tomando venganza en los que no conocen a Dios y en los que no obedecen al evangelio de nuestro Señor Jesús:

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Biblia Reina Valera 1960

8 en llama de fuego, para dar retribución a los que no conocieron a Dios, ni obedecen al evangelio de nuestro Señor Jesucristo;

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Biblia Nueva Traducción Viviente

8 en llamas de fuego, y traerá juicio sobre los que no conocen a Dios y sobre los que se niegan a obedecer la Buena Noticia de nuestro Señor Jesús.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

8 Entonces la llama ardiente castigará a los que no reconocen a Dios y no obedecen al Evangelio de Jesús, nuestro Señor.

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La Biblia Textual 3a Edicion

8 en llama de fuego, para dar retribución a los que no conocen° a Dios, ni obedecen el evangelio de nuestro Señor Jesús;°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

8 en medio de un fuego flameante, para hacer justicia con los que no han reconocido a Dios y no han aceptado el evangelio de nuestro Señor Jesús.

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2 Tesalonicenses 1:8
59 Tagairtí Cros  

De modo que arrojó al hombre, y colocó al frente del jardín de Edén los querubines y una espada de fuego que daba vueltas por todos lados, para guardar el camino del árbol de la vida.


y aquel que quisiere tocarlos, ármese de hierro, y de un asta de lanza; ¡y a fuego serán del todo consumidos en su mismo lugar!


Al oír de mí, me obedecerán; los hombres extraños me dirán lisonjas serviles.


Derrama antes tu ira sobre las naciones que no te conocen, y sobre los reinos que no invocan tu nombre:


Y confiarán en ti los que conocen tu nombre; porque nunca has desamparado a los que te buscan, oh Jehová.


¡OH Dios de las venganzas, Jehová, oh Dios de las venganzas, manifiéstate en gloria!


Mas respondió Faraón: ¿Quién es Jehová, para que yo oiga su voz y deje ir a Israel? No conozco a Jehová, ni tampoco dejaré ir a Israel.


Si fuereis bien dispuestos y obedientes, de lo mejor de la tierra comeréis;


Mas la destrucción de los transgresores y de los pecadores será a un mismo tiempo; y los que abandonan a Jehová serán consumidos.


Al secarse sus ramas, serán quebradas; las mujeres vendrán y las encenderán; porque no es pueblo de entendimiento; por tanto su Hacedor no tendrá compasión de él, y el que lo formó no le mostrará favor.


para proclamar el año de la buena voluntad de Jehová, y el día de la venganza de nuestro Dios; para consolar a todos los que lloran;


Derrama antes tu ardiente indignación sobre las naciones que no te conocen, y sobre las familias que no invocan tu nombre; porque han devorado a Jacob, sí, le han devorado y consumido, y han asolado su habitación.


Tu morada, oh Jeremías, está en medio del engaño; por amar el engaño, ellos rehusan conocerme a mí, dice Jehová.


Un río de fuego procedía y salía de delante de él; millares de millares ministraban delante de él, y millones de millones en su presencia se levantaban; el Juez se sentó, y los libros fueron abiertos.


y a los que se han vuelto atrás de en pos de Jehová, y a los que no buscan a Jehová, ni inquieren por él.


Entonces dirá también a los que estarán a su izquierda:  ¡Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno, preparado para el diablo y sus ángeles!


Y éstos irán al suplicio eterno; pero los justos a la vida eterna.


Y ésta es la condenación, que la luz ha venido al mundo, y los hombres amaron más bien las tinieblas que la luz, por cuanto sus obras eran malas.


Ellos, pues, le dijeron: ¿Dónde está tu Padre? Jesús respondió: Ni a mí me conocéis, ni tampoco a mí Padre: si me conocierais a mí conoceríais a mi Padre también.


Y la palabra de Dios siguió creciendo; y multiplicóse extraordinariamente en Jerusalem el número de los creyentes; y una gran compañía de los sacerdotes era obediente a la fe.


¶Y como no quisieron tener a Dios en su conocimiento, los entregó Dios a un ánimo réprobo, para hacer tosas que no convienen;


por medio de quien recibimos gracia y apostolado, para obediencia a la fe entre todas las naciones, por causa de su nombre,


Pero no todos escucharon las buenas nuevas. Porque Isaías dice: Señor, ¿quién ha creído a nuestro mensaje?


Porque no osaré hablar sino respecto de lo que ha obrado Cristo por mi medio, para traer a obediencia a los gentiles, por palabra y por obra,


pero es ahora revelado, y por los escritos de los profetas, según el mandamiento del Dios eterno, es dado a conocer a todas las naciones, para traer a los hombres a la obediencia de la fe; —


¿Acaso no sabéis que a quien os ofrecéis como siervos para obedecerle, siervos sois de aquel a quien obedecéis, ya sea de pecado paré muerte, ya de obediencia para justicia?


Despertad a vuestros sentidos, como es justo, y no pequéis; porque hay algunos que no tienen el conocimiento de Dios: lo digo para moveros a vergüenza.


derribando razonamientos soberbios, y toda cosa elevada que se ensalza contra el conocimiento de Dios, y poniendo todo pensamiento en cautiverio a la obediencia de Cristo;


¡OH gálatas insensatos! ¿quién os alucinó a vosotros, ante cuyos ojos Jesucristo ha sido claramente representado como crucificado?


¶Por otra parte, en aquel tiempo, vosotros, gentiles, no conociendo a Dios, estabais bajo servidumbre a los que por su naturaleza no son dioses.


Mía es la venganza y la retribución; al debido tiempo resbalará su pie; porque se acerca el día de su calamidad, y se apresuran los males preparados para ellos.


Os acercasteis, pues, y estuvisteis al pie del monte; y el monte se abrasaba en fuego hasta el centro de los cielos, en medio de oscuridad, y nube, y densas tinieblas.


Cuando te vieres en angustia, y te sobrevinieren todas estas cosas en los días venideros, entonces te has de volver a Jehová tu Dios, y escucharás su voz;


(yo mediaba entre vosotros y Jehová en ese tiempo, para poneros delante la palabra de Jehová; porque temisteis a causa del fuego, y no subisteis al monte), y dijo así:


no en la pasión de concupiscencia, así como los gentiles que no conocen a Dios;


sino cierta horrenda expectación de juicio, y un ardor de fuego, que devorará a los adversarios.


Porque sabemos quién es aquel que ha dicho: Mía es la venganza; yo daré la recompensa. Y otra vez dice: Juzgará el Señor a su pueblo.


¶Por fe Abraham, habiendo sido llamado, para que saliera a un lugar que había de recibir como herencia, obedeció; y salió sin saber a dónde iba.


porque el Dios nuestro es un fuego consumidor.


¿cómo escaparemos nosotros, si descuidamos una salvación tan grande? la cual, habiendo sido anunciada al principio por el Señor, nos ha sido confirmada por los que le oyeron a él;


y habiendo sido hecho perfecto, vino a ser autor de eterna salvación a todos los que le obedecen;


escogidos conforme a la presciencia de Dios Padre, en santificación del Espíritu, para obedecer y ser rociados con la sangre de Jesucristo: Gracia y paz os sean multiplicadas.


Así como Sara obedecía a Abraham, llamándole señor; cuyas hijas sois vosotras, si hacéis bien, y no teméis a causa de ningún terror.


Porque ha llegado el tiempo que comience el juicio desde la Casa de Dios; y si comienza por nosotros, ¿cuál será el fin de los que no obedecen al evangelio de Dios?


pero los cielos de ahora y la tierra, por la misma palabra están guardados para el fuego, siendo reservados para el día del juicio y de la destrucción de los hombres inicuos.


¶Así como Sodoma y Gomorra, y las ciudades en torno de ellas, de la misma manera que éstos, habiéndose entregado a la fornicación, y yendo descaminados en pos de otra carne, nos están propuestas, como escarmiento, sufriendo el castigo de fuego eterno.


Y el diablo que los había extraviado fué arrojado en el lago de fuego y azufre, endonde están también la bestia y el falso profeta; y serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos.


Mas en cuanto a los cobardes, y los incrédulos, y los abominables, y los homicidas, y los fornicarios, y los hechiceros, y los idólatras, y todos los mentirosos, su parte será en el lago que arde con fuego y azufre: que es la muerte segunda.


y clamaban a gran voz: ¿Hasta cuándo, oh Soberano nuestro, el fiel y el verdadero no juzgas y tomas venganza de nuestra sangre, en los que habitan sobre la tierra?


¶Y los hijos de Elí eran hijos de Belial; no conocían a Jehová.


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