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2 Tesalonicenses 1:11 - Biblia Version Moderna (1929)

11 Por esto también oramos siempre por vosotros, para que nuestro Dios os tenga por dignos de vuestra vocación, y cumpla poderosamente en vosotros toda complacencia en la bondad, y toda obra de fe:

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Biblia Reina Valera 1960

11 Por lo cual asimismo oramos siempre por vosotros, para que nuestro Dios os tenga por dignos de su llamamiento, y cumpla todo propósito de bondad y toda obra de fe con su poder,

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Biblia Nueva Traducción Viviente

11 Así que seguimos orando por ustedes, pidiéndole a nuestro Dios que los ayude para que vivan una vida digna de su llamado. Que él les dé el poder para llevar a cabo todas las cosas buenas que la fe los mueve a hacer.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

11 Estos son nuestros pensamientos en todo momento mientras rogamos por ustedes: que nuestro Dios los haga dignos de su llamada y que, por su poder, lleve a efecto sus buenos propósitos, haciendo que su fe sea activa y eficiente.

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La Biblia Textual 3a Edicion

11 Para lo cual, asimismo oramos siempre por vosotros, para que nuestro Dios os considere dignos del llamamiento, y lleve a cumplimiento con poder todo propósito de bondad y obra de fe;

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

11 Teniendo esto en cuenta, no cesamos de orar por vosotros, para que nuestro Dios os haga dignos de su llamada y lleve a cabo, con su poder, todo buen propósito y actividad de fe,

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2 Tesalonicenses 1:11
41 Tagairtí Cros  

Jehová completará por mí lo que ha comenzado. ¡Oh Jehová, tu misericordia es para siempre; no desampares la obra de tus manos!


¡Porque este Dios es nuestro Dios para siempre jamás: él nos guiará hasta la muerte!


¡Haz bien en tu buena voluntad a Sión! ¡edifica los muros de Jerusalem!


El Dios nuestro es Dios de salvación, y a Jehová, el Señor, pertenece librar de la muerte.


Pero la senda de los justos es como la luz de la aurora, que se va aumentando en resplandor hasta que el día es perfecto.


Y se dirá en aquel día: ¡He aquí, éste es nuestro Dios; le hemos esperado, y él nos salvará! ¡éste es Jehová, le hemos esperado; estaremos alegres, y nos regocijaremos en su salvación!


¡deje el malo su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase a Jehová, el cual tendrá compasión de él, y a nuestro Dios, porque es grande en perdonar!


¿Por ventura traeré al punto de nacer, y no haré dar a luz? dice Jehová. ¿o yo que hago dar a luz, estorbaré el nacimiento? dice nuestro Dios.


¡He aquí que existe nuestro Dios, a quien nosotros servimos; él tiene poder para libramos del horno ardiendo en fuego; y de tu mano, oh rey, él nos librará!


¡Conozcámos le pues! ¡sigamos adelante para conocer a Jehová! Su salida está aparejada como el alba; y él vendrá a nosotros como la lluvia, como la lluvia tardía que riega la tierra.


¿Qué eres tú, oh gran montaña? ante Zorobabel te convertirás en llanura; y él sacará la piedra de remate con aclamaciones de: ¡Gracia, gracia a ella!


La tierra de suyo da fruto; primero hierba, luego espiga, luego grano lleno en la espiga.


¶No temáis, manada pequeña, porque al Padre le place daros el reino.


Porque me es testigo Dios, a quien sirvo en mi espíritu en el evangelio de su Hijo, cuán incesantemente hago mención de vosotros, rogando siempre en mis oraciones,


Porque los dones y la vocación de Dios no están sujetos a cambio de ánimo.


¶Y yo también estoy persuadido respecto de vosotros, hermanos míos, que estáis llenos de bondad, surtidos de toda clase de conocimientos, capaces también de amonestaros los unos a los otros.


Y a los que predestinó, los llamó también; y a los que llamó, los justificó también; y a los que justificó, también los glorificó.


el cual os confirmará hasta el fin, para que seáis irreprensibles en el día de nuestro Señor Jesucristo.


no ceso de dar gracias a causa de vosotros, haciendo mención de vosotros en mis oraciones;


habiéndonos predestinado, en su amor, a la adopción de hijos, por medio de Jesucristo, para sí mismo, según el beneplácito de su voluntad;


habiéndonos dado a conocer el misterio de su voluntad, según su beneplácito, que se propuso en sí mismo.


estando plenamente persuadido de esto mismo, que aquel que comenzó en vosotros la buena obra, la seguirá perfeccionando hasta el día de Jesucristo:


porque Dios es el que obra en vosotros, así el querer como el obrar a causa de su buena voluntad.


sigo corriendo presuroso hacia el blanco, para el premio de la vocación celestial de Dios en Cristo Jesús.


acordándonos sin cesar, en presencia del Dios y Padre nuestro, de la obra de vuestra fe, y del trabajo de vuestro amor, y de la paciencia de vuestra esperanza en nuestro Señor Jesucristo;


lo cual es manifiesta señal del justo juicio de Dios; para que seáis tenidos por dignos del reino de Dios, a causa del cual también padecéis;


a la cual os llamó por medio de nuestro evangelio, para la consecución de la gloria de nuestro Señor Jesucristo.


mirando a Jesús, autor y consumador de nuestra fe, el cual por el gozo que fué puesto delante de él, soportó la cruz, despreciando la vergüenza, y se ha sentado a la diestra de Dios.


POR lo cual, hermanos santos, participantes de una vocación celestial, considerad al Apóstol y Sumo Sacerdote de nuestra profesión, Jesús;


Y el Dios de toda gracia, que os ha llamado a su eterna gloria en Cristo, después que hayáis sufrido por un poco de tiempo, él mismo os perfeccionará, os afirmará, os fortalecerá.


Tienes empero algunos pocos nombres en Sardis que no han ensuciado sus ropas; y éstos andarán conmigo en vestiduras blancas; porque son dignos.


y los has hecho para nuestro Dios reyes y sacerdotes; y reinarán sobre la tierra!


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