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2 Reyes 6:29 - Biblia Version Moderna (1929)

29 Cocimos pues a mi hijo, y le comimos; mas cuando yo le dije a ella al otro día: Da acá a tu hijo, para que le comamos, ella escondió a su hijo.

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Biblia Reina Valera 1960

29 Cocimos, pues, a mi hijo, y lo comimos. El día siguiente yo le dije: Da acá tu hijo, y comámoslo. Mas ella ha escondido a su hijo.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

29 Entonces cocinamos a mi hijo y nos lo comimos. Al día siguiente, yo le dije: “Mata a tu hijo para que nos lo comamos”, pero ella lo había escondido.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

29 Pues bien cocimos a mi hijo y lo comimos, pero cuando al día siguiente le digo: Dame a tu hijo para que lo comamos, lo escondió'.

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La Biblia Textual 3a Edicion

29 Cocimos, pues, mi hijo y lo comimos; y al día siguiente le dije: Entrega tu hijo para que podamos comerlo, pero ella ha escondido a su hijo.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

29 Cocimos a mi hijo y nos lo comimos; y al día siguiente le dije: 'Dame tu hijo y nos lo comeremos'. Pero ella ha escondido a su hijo'.

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2 Reyes 6:29
9 Tagairtí Cros  

En esto la mujer cuyo era el niño vivo, habló al rey, (porque ardían sus entrañas a causa de su hijo), y dijo: ¡Óyeme, señor mío! ¡Dadle a ella el niño vivo, y de ninguna manera le matéis! en tanto que aquella decía: ¡No ha de ser ni mío ni tuyo; sino partidle!


¿Se olvidará acaso la mujer de su niño mamante, de modo que no tenga compasión del hijo de sus entrañas? ¡Aun las tales le pueden olvidar; mas no me olvidaré yo de ti!


¡Como alguno a quien su madre consuela, así os consolaré yo a vosotros, y seréis consolados en Jerusalem!


YOD.- ¡Las misericordiosas manos de las mujeres cuecen a sus mismos hijos! ¡éstos les sirven de comida en el quebranto de la hija de mi pueblo!


¶Y si ni aun con ésto quisiereis obedecerme, sino que siguiereis andando en oposición conmigo,


Y comeréis las carnes de vuestros hijos, las carnes también de vuestras hijas comeréis.


Te sitiará en todas tus ciudades, hasta que caigan tus muros altos y encastillados en que confiabas, en toda la extensión de tu tierra; sí, te sitiará en todas tus ciudades, en toda tu tierra que te habrá dado Jehová tu Dios.


Y comerás el fruto de tu seno, la carne de tus hijos y de tus hijas que te hubiere dado Jehová tu Dios, en la premura y en la estrechez con que te estrecharán tus enemigos.


así respecto de su niño recién nacido como respecto de sus demás hijos que hubiere parido; porque ella sola los comerá ocultamente, en la falta de todo, en la premura y en la estrechez con que te estrecharán tus enemigos dentro de tus ciudades.


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