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2 Reyes 5:8 - Biblia Version Moderna (1929)

8 ¶Mas aconteció que cuando Eliseo, el varón de Dios, supo que el rey de Israel había rasgado sus vestidos, envió al rey, diciendo: ¿Por qué has rasgado tus vestidos? Ruégote venga él a mí, y sabrá que hay profeta en Israel.

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Biblia Reina Valera 1960

8 Cuando Eliseo el varón de Dios oyó que el rey de Israel había rasgado sus vestidos, envió a decir al rey: ¿Por qué has rasgado tus vestidos? Venga ahora a mí, y sabrá que hay profeta en Israel.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

8 Sin embargo, cuando Eliseo, hombre de Dios, supo que el rey de Israel había rasgado sus vestiduras en señal de aflicción, le envió este mensaje: «¿Por qué estás tan disgustado? Envíame a Naamán, así él sabrá que hay un verdadero profeta en Israel».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

8 Eliseo, el hombre de Dios, supo que el rey de Israel había rasgado su ropa, y mandó decir al rey: '¿Por qué rasgaste tu ropa? ¡Que venga a verme y así sabrá si hay o no profeta en Israel!'

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La Biblia Textual 3a Edicion

8 Pero aconteció que oyendo Eliseo, el varón de Dios, que el rey de Israel había rasgado sus vestidos, envió a decir al rey: ¿Por qué has rasgado tus vestidos? Que venga a mí, y sabrá que hay profeta en Israel.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

8 Cuando Eliseo, el varón de Dios, supo que el rey de Israel había rasgado sus vestiduras, envió a decir al rey: '¿Por qué has rasgado tus vestiduras? Que venga a visitarme y sabrá que hay profeta en Israel'.

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2 Reyes 5:8
14 Tagairtí Cros  

¶Entonces dijo David a Joab y a todo el pueblo que había con él: ¡Rasgaos los vestidos, y ceñíos de saco, y haced duelo delante de Abner! Y el rey David iba en pos de las andas.


Entonces Semaya, varón de Dios, tuvo revelación de Dios, que decía:


Y la mujer respondió a Elías: ¡Ahora con esto acabo de conocer que tú eres varón de Dios, y que en tu boca la palabra de Jehová es la verdad!


Y le contestaron: Un hombre vino a encontramos, y nos dijo: Andad, volved al rey que os envió, y decidle: Así dice Jehová: ¿Será que por no haber Dios en Israel, tú envías a consultar a Baal-zebub; dios de Ecrón? Por tanto de la cama adonde has subido no descenderás, sino que de seguro morirás.


Entonces volviéndose con toda su comitiva al varón de Dios, entró, y se presentó delante de él, y dijo: He aquí, yo ya conozco que no hay Dios en toda la tierra sino sólo en Israel. Ahora pues acepta, te lo ruego, un regalo de parte de tu siervo.


Y dijo un día a su señora: ¡Ojalá que mi amo se presentara delante del profeta que hay en Samaria! pues él le sanaría de su lepra.


Y sucedió que como el rey de Israel leyese la carta, rasgó sus vestidos, diciendo: ¿Soy yo acaso Dios, que hace morir y que da vida, para que éste envíe a mí, a fin de que yo sane a un hombre de su lepra? Empero ruegoos tan sólo que consideréis y veáis cómo éste anda buscando pretextos contra mí.


Naamán pues vino con sus caballos, y con su carro de guerra, y paróse a la puerta de la casa de Eliseo.


Y descenderán a mí todos estos tus siervos, y se postrarán delante de mí, diciendo: Sal tú, con todo el pueblo que te sigue: y después de esto saldré. En seguida salió de la presencia de Faraón, ardiendo en ira.


Y ellos, bien que oyeren, o bien que dejaren de oír (porque son una casa rebelde), sin embargo han de conocer que un profeta ha estado en medio de ellos.


También por solo un profeta Jehová sacó a Israel de Egipto, y por solo un profeta éste fué guardado de mal.


Mas hablo a los que son gentiles: por lo mismo pues que soy apóstol de los gentiles, glorifico mi ministerio;


Entonces él le dijo: Mira, te ruego; hay un varón de Dios en esta ciudad, que es un hombre insigne; todo cuanto él dice, se verifica sin falta. Ahora pues, vamos allá; quizá él nos dirá el camino por donde debemos andar.


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