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2 Reyes 5:5 - Biblia Version Moderna (1929)

5 Y dijo el rey de Siria: ¡Ea, anda! que yo enviaré una carta al rey de Israel. Partió pues Naamán, llevando consigo diez talentos de plata, y  seis mil siclos de oro, y diez mudas de vestidos.

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Biblia Reina Valera 1960

5 Y le dijo el rey de Siria: Anda, ve, y yo enviaré cartas al rey de Israel. Salió, pues, él, llevando consigo diez talentos de plata, y seis mil piezas de oro, y diez mudas de vestidos.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

5 «Ve a visitar al profeta —le dijo el rey de Aram—. Te daré una carta de presentación para que se la lleves al rey de Israel». Entonces Naamán emprendió viaje y llevaba de regalo trescientos cuarenta kilos de plata, sesenta y ocho kilos de oro, y diez mudas de ropa.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

5 El rey de Aram le dijo: '¡Anda inmediatamente! Te voy a entregar una carta para el rey de Israel'. Se puso en camino, llevando diez talentos de plata, seis mil piezas de oro y diez trajes para cambiarse.

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La Biblia Textual 3a Edicion

5 Y el rey de Siria dijo: Ve allí con una carta° para el rey de Israel. Y partió llevando en su mano diez talentos de plata, seis mil piezas° de oro y diez mudas de vestidos.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

5 El rey de Aram le contestó: 'Vete, pues, y yo enviaré una carta al rey de Israel'. Se puso en camino, llevando consigo diez talentos de plata, seis mil siclos de oro y diez vestidos.

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2 Reyes 5:5
21 Tagairtí Cros  

Y dijeron uno al otro: ¡Vamos! hagamos ladrillos, y cozámoslos bien. Y sirvióles el ladrillo de piedra, y el betún les sirvió de argamasa,


¡Vamos, descendamos, y confundamos allí mismo su lengua, de manera que no entienda uno el habla del otro!


A cada uno de ellos dió mudas de vestidos; mas a Benjamín le dió trescientas monedas de plata y cinco mudas de vestidos.


¶Entonces dijo el rey al varón de Dios: Ven a casa conmigo, y toma un refresco, y yo te daré un regalo.


Dijo entonces el rey de Israel a sus siervos: ¿No sabéis que es nuestra Ramot-galaad; y con todo estamos callados, y no la quitamos de mano del rey de la Siria?


¶Y llegó un hombre de Baal-salisa que trajo al varón de Dios panes de primicias, (veinte panes de cebada, con espigas de trigo nuevo), en su alforja. Y él dijo: Dáselo a la gente, para que coma.


Y entró alguno y se lo avisó a su señor, diciendo: Así y así ha dicho la muchacha que vino de la tierra de Israel.


Y llevó la carta al rey de Israel; la cual decía así: Ahora pues, cuando llegare a ti esta carta, sabrás que, he aquí, yo he enviado a ti a Naamán, siervo mío, para que tú le sanes de su lepra.


La dádiva del hombre le abre ancho paso, y le conduce a la presencia de los grandes.


DIJE conmigo mismo: ¡Ven pues, yo te probaré con la vida alegre! ¡goza pues del placer! ¡Mas he aquí que esto también era vanidad!


Ahora pues dejad que os haga saber lo que voy a hacer a mi viña: Quitaré su seto vivo, y será pastada; derribaré su tapia, y será hollada;


¶Fueron pues los ancianos de Moab y los ancianos de Madián, con las recompensas de la adivinación en su mano; y llegando a donde estaba Balaam, le refirieron las palabras de Balac.


¶Ea ahora, los que decís: Hoy o mañana iremos a tal ciudad, y pasaremos allí un año, y negociaremos y medraremos;


a los cuales les dijo Samsón: Voy a proponeros un enigma; si de manera alguna me lo declarareis dentro de los siete días del banquete, descubriendo el sentido, entonces yo os daré treinta camisas y treinta mudas de vestidos.


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