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2 Reyes 4:38 - Biblia Version Moderna (1929)

38 ¶Y Eliseo se volvió a Gilgal. Había entonces hambre en el país; y estando los hijos de los profetas sentados delante de él, dijo a su criado: Pon la olla grande, y cuece potaje para los hijos de los profetas.

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Biblia Reina Valera 1960

38 Eliseo volvió a Gilgal cuando había una grande hambre en la tierra. Y los hijos de los profetas estaban con él, por lo que dijo a su criado: Pon una olla grande, y haz potaje para los hijos de los profetas.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

38 Eliseo regresó a Gilgal, y había hambre en la tierra. Cierto día, mientras un grupo de profetas estaba sentado frente a él, le dijo a su sirviente: «Pon una olla grande al fuego y prepara un guisado para el resto del grupo».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

38 Eliseo volvió a Guilgal; había hambruna en la región. Cuando los hermanos profetas estaban sentados a su lado, dijo a su sirviente: 'Toma la olla grande y prepara un caldo para los hermanos profetas'.

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La Biblia Textual 3a Edicion

38 Y Eliseo volvió a Gilgal. Había entonces hambre en la tierra, y los hijos de los profetas se sentaron delante de él, y dijo a su siervo: Prepara la olla grande y guisa un potaje para los hijos de los profetas.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

38 Volvió Eliseo a Guilgal. Había entonces hambre en la región. Estando los hijos de los profetas sentados ante él, dijo a su criado: 'Pon la olla grande y cuece un potaje para los hijos de los profetas'.

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2 Reyes 4:38
34 Tagairtí Cros  

Y un día guisaba Jacob un potaje, cuando Esaú llegó del campo; y estaba rendido de cansancio.


Y HUBO en los días de David hambre durante tres años seguidos; por lo cual David buscó la faz de Jehová. Y dijo Jehová: Es por causa de Saúl y su casa sanguinaria; por cuanto él mató a los Gabaonitas.


ENTONCES Elías tesbita, que era de los habitantes de Galaad, dijo a Acab: ¡Vive Jehová, el Dios de Israel, delante de quien yo estoy en pie, cual siervo suyo, que no habrá en estos años ni rocío ni lluvia, sino conforme a mi palabra!


Y ACONTECIÓ que cuando Jehová iba a hacer  que Elías subiese en  un torbellino al cielo, partió Elías con Eliseo desde Gilgal.


Y los hijos de los profetas que había en Bet-el salieron a recibir a Eliseo, y le dijeron: ¿Acaso sabes que hoy mismo Jehová va a quitar a tu señor de sobre ti? A lo que dijo: Yo también lo sé; ¡callad!


Y CIERTA mujer de las mujeres de los hijos de los profetas, clamó a Eliseo, diciendo: Tu siervo mi marido es muerto, (y sabes que tu siervo era temeroso de Jehová); y el acreedor ha venido con el fin de llevarse mis dos hijos por siervos.


Salió entonces alguno al campo para coger verduras; y hallando una vid silvestre, cogió de ella calabazas silvestres, cuantas cupiesen en la doblez de su ropa: y vino, y rajándolas, las echó en la olla del potaje; pues no sabían lo que eran.


Y ELISEO avisó a la mujer cuyo hijo él había resucitado, diciendo: Levántate y véte, tú y tu casa, a habitar temporalmente en dondequiera que puedas; porque Jehová ha llamado el hambre; la cual también vendrá sobre el país por siete años.


Arrancan barrilla junto a los arbustos; y raíces de retama es su comida.


¡Bienaventurado el hombre que me escucha, velando diariamente a mis umbrales, aguardando a los postes de mis puertas!


los cuales dicen: No está cerca el tiempo de edificar casas en Babilonia: esta ciudad es la olla, y nosotros, la carne.


Por tanto así dice Jehová el Señor: Los que habéis muerto y dejado tendidos en medio de ella, ellos son la carne, y esta ciudad es la olla. Mas en cuanto a vosotros, yo os sacaré de en medio de ella.


Hijo del hombre, cuando una tierra pecare contra mí, portándose deslealmente para conmigo, y yo extendiere mi mano contra ella, quebrando el báculo de su pan, y enviando hambre en ella, y haciendo cortar de ella hombre y bestia;


Profiere pues una parábola a la casa rebelde, y les dirás: Así dice Jehová el Señor: ¡Pon la olla, sí, ponla, y también echa agua en ella!


Cuando yo os hubiere quebrado el báculo del pan, diez mujeres cocerán vuestro pan en un solo horno, y os devolverán vuestro pan por peso; y comeréis, mas no os saciaréis.


¶Y respondiendo Amós, dijo a Amasías: Yo no era profeta, ni hijo de profeta, sino que era pastor de ganado, y cosechador de cabrahigos;


Mas él respondiendo, les dijo: Dadles vosotros de comer. Y le dijeron: ¿Hemos de ir y comprar doscientos denarios de pan, y dárselo a comer?


Y ésta tenía una hermana llamada María, la cual, habiéndose sentado a los pies de Jesús, escuchaba su palabra.


Y sucedió que tres días después le hallaron en el Templo, sentado en medio de los doctores, oyéndoles y preguntándoles.


De cierto os digo, que muchas viudas había en Israel, en los días de Elías, cuando el cielo fué cerrado por tres años y seis meses, de manera que hubo grande hambre en toda la tierra;


Y salieron las gentes a ver lo que había acontecido: y vinieron a Jesús, y hallaron al hombre de quien habían salido los demonios, a los pies de Jesús, sentado, vestido, y en su juicio cabal; y tuvieron temor.


Mas el hombre de quien habían salido los demonios, le rogaba le permitiese estar con él. Jesús empero la despidió, diciendo:


Pero él les dijo: Dadles vosotros de comer. Ellos dijeron: No tenemos más que cinco panes y dos peces; a no ser que vayamos a comprar alimentos para toda esta gente.


Les dice entonces Jesús: ¿Hijos, tenéis algo de comer? Le respondieron: No.


Luego que saltaron a tierra, vieron allí un fuego de carbón, y un pescado puesto encima, y pan.


relativo a Jesús de Nazaret; cómo Dios le ungió con el Espíritu Santo y con poder; el cual anduvo haciendo bienes por todas partes, y sanando a todos los oprimidos del diablo; porque Dios era con él.


¶Y después de algunos días, dijo Pablo a Bernabé: Volvamos ahora, y visitemos a los hermanos en cada ciudad, donde hemos proclamado la palabra del Señor, y veamos cómo están.


Yo soy judío, nacido en Tarso, en Cilicia, pero educado en esta ciudad, a los pies de Gamaliel, instruído por él conforme a lo más riguroso de la ley de nuestros padres, siendo celoso por Dios, así como vosotros lo sois el día de hoy.


Entonces Saúl envió mensajeros para prender a David. Mas como ellos viesen la compañía de profetas que estaban profetizando, y a Samuel en pie que los presidía, estuvo sobre los mensajeros de Saúl el Espíritu de Dios, de manera que ellos también profetizaron.


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