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2 Reyes 25:7 - Biblia Version Moderna (1929)

7 Y a los hijos de Sedequías los degollaron ante su misma vista; luego le sacaron los ojos a Sedequías, y le sujetaron con grillos de bronce, y le llevaron a Babilonia.

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Biblia Reina Valera 1960

7 Degollaron a los hijos de Sedequías en presencia suya, y a Sedequías le sacaron los ojos, y atado con cadenas lo llevaron a Babilonia.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

7 Hicieron que Sedequías observara mientras masacraban a sus hijos. Luego le sacaron los ojos, lo ataron con cadenas de bronce y lo llevaron a Babilonia.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

7 El rey de Babilonia mandó degollar a los hijos de Sedecías ante sus propios ojos, luego le sacó los ojos y lo llevó encadenado a Babilonia con una doble cadena de bronce.

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La Biblia Textual 3a Edicion

7 Degollaron a los hijos de Sedequías ante sus propios ojos, luego le sacaron los ojos a Sedequías, y atándolo con cadenas de bronce, lo llevaron a Babilonia.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

7 Degollaron a los hijos de Sedecías en su presencia. Luego mandó sacar los ojos a Sedecías, lo ató con cadenas, y lo trasportó a Babilonia.

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2 Reyes 25:7
23 Tagairtí Cros  

y fué y sentóse en frente, a distancia de un tiro de arco; porque decía: No vea yo la muerte del niño. Así pues se sentó en frente, y alzó su voz y lloró.


Porque ¿cómo podré yo volver a mi padre, sin estar el mozo conmigo? No, no sea que yo vea el mal que ha de sobrevenir a mi padre.


Por lo cual trajo Jehová contra ellos los príncipes del ejército del rey de Asiria, los cuales tomaron cautivo a Manasés con argollas, y le ataron con grillos, y le hicieron ir a Babilonia.


Contra éste subió Nabucodonosor rey de Babilonia, y le puso en grillos para hacerle ir a Babilonia.


para aprisionar sus reyes con grillos, y sus nobles con cadenas de hierro;


Todos tus jefes huyen a la vez; por los flecheros son atados; todos los tuyos que son hallados, son atados juntos: a ti habían huído de lejos.


Y después de esto, dice Jehová, entregaré a Sedequías rey de Judá, y a sus siervos y al pueblo, (es decir, a los que en esta ciudad fueren dejados de la peste y de la espada y del hambre), en mano de Nabucodonosor rey de Babilonia, y en mano de los demás enemigos de ellos, y en mano de los que buscan su vida; y él los herirá a filo de espada: no los perdonará, ni tendrá piedad, ni usará de compasión.


Así dice Jehová: Escribid a este hombre como sin hijos, hombre que no prosperará en todos sus días; porque ningún hombre de su linaje prosperará de modo que se siente sobre el trono de David, y gobierne más en Judá.


Y tú no escaparás de su mano, sino que serás ciertamente tomado preso, y en su mano serás entregado; y tus ojos verán los ojos del rey de Babilonia, y él hablará contigo boca a boca; y tú irás a Babilonia.


envió el rey Sedequías, y le trajo a sí; y el rey le preguntó secretamente en su casa, diciendo: ¿Acaso hay algo de parte de Jehová? Y respondió Jeremías: Sí, lo hay. Y dijo: Tu serás entregado en mano del rey de Babilonia.


También sacarán a todas tus mujeres y a tus hijos a los Caldeos; y tú mismo no podrás escapar de su mano; porque serás tomado preso por mano del rey de Babilonia; y harás que esta ciudad sea quemada a fuego.


TAV.- Sus puertas están hundidas en tierra; él mismo destruyó e hizo pedazos sus barras; su rey y sus príncipes están entre las naciones ¡ya no hay ley; y sus profetas no hallan más visión de Jehová!


Diles: Yo os serviré de tipo. Conforme yo he hecho, así se ha de hacer a ellos; en destierro, en cautiverio irán.


El rey andará de luto, y los príncipes se vestirán de asombro; asimismo las manos del pueblo de la tierra temblarán. Conforme a su camino voy a hacer con ellos, y conforme a sus costumbres los voy a juzgar: y conocerán que yo soy Jehová.


de manera que estarás frenético a causa de lo que verás con tus mismos ojos.


Jehová te hará ir a ti y al rey que habrás puesto sobre ti, a nación que no has conocido, ni tú ni tus padres; y allá servirás a otros dioses, de palo y de piedra.


Le prendieron pues los Filisteos, y le sacaron los ojos, y le hicieron descender a Gaza, donde le sujetaron con grillos de bronce; y tuvo que moler en la casa de los encarcelados.


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