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2 Reyes 19:23 - Biblia Version Moderna (1929)

23 Por mano de tus mensajeros has vituperado al Señor, y has dicho: ¡Con la multitud de mis carros yo he subido a las alturas de las montañas, a lo más inaccesible del Líbano: cortaré pues sus altos cedros, y los más escogidos de sus abetos; alojaréme en sus más elevadas cumbres, el bosque de sus feraces campos!

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Biblia Reina Valera 1960

23 Por mano de tus mensajeros has vituperado a Jehová, y has dicho: Con la multitud de mis carros he subido a las alturas de los montes, a lo más inaccesible del Líbano; cortaré sus altos cedros, sus cipreses más escogidos; me alojaré en sus más remotos lugares, en el bosque de sus feraces campos.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

23 Por medio de tus mensajeros, has desafiado al Señor. Dijiste: ‘Con mis numerosos carros de guerra conquisté las montañas más altas, sí, las cimas más remotas del Líbano. Corté sus cedros más altos y sus mejores cipreses. Alcancé sus rincones más lejanos y exploré sus bosques más espesos.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

23 ¡Por boca de tus emisarios insultaste al Señor! Dijiste: Con mis numerosos carros ascendí las cumbres de los cerros, las faldas del Líbano. Talé el bosque de cedros y los cipreses más hermosos. Llegué hasta el más lejano de sus refugios y hasta su jardín boscoso.

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La Biblia Textual 3a Edicion

23 Por mano de tus mensajeros has vituperado a Adonay, y has dicho: Con la multitud de mis carros yo he escalado la cima de las montañas, a lo más inaccesible del Líbano, y de allí he cortado los cedros altos y lo mejor de sus cipreses,° y he entrado en su más remoto refugio, en su bosque más frondoso.°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

23 Por boca de tus mensajeros has escarnecido a mi Señor y has dicho: con la multitud de mis carros he subido a la cumbre de los montes, a las cimas del Líbano. He talado sus más altos cedros, sus más escogidos cipreses. Penetré en sus lugares más remotos, en sus más frondosos bosques.

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2 Reyes 19:23
15 Tagairtí Cros  

¶Entonces el rey de Asiria envió a Tartán y a Rab-sarís y a Rabsaces, desde Laquís a Ezequías, con grande ejército hasta Jerusalem; los cuales subieron y se llegaron a Jerusalem. Subieron pues y se llegaron, e hicieron alto junto al acueducto del estanque superior, que está junto a la calzada del Campo del Batanero.


Ahora pues, yo te ruego que canjees garantías con mi señor, el rey de Asiria, y yo te daré dos mil caballos, si de tu parte puedes poner jinetes sobre ellos.


Quizá oirá Jehová tu Dios todas las palabras de Rabsaces, a quien su amo, el rey de Asiria, ha enviado para vituperar al Dios vivo; y reprenderá las palabras que ha oído Jehová tu Dios: haz pues oración a favor del resto que aún nos queda.


Edificó también torres en el desierto, y abrió a pico muchas cisternas; porque tenía grandes posesiones de ganado, así en la Sefela como en la mesa de Judá; tenía también labradores y viñadores en las montañas, y en el Carmelo de Judá; porque era aficionado a la agricultura.


Escribió también cartas para vituperar a Jehová, el Dios de Israel, y para hablar contra él, diciendo: ¡Como los dioses de las naciones de las otras tierras, que no han librado a su pueblo de mi mano, así tampoco el Dios de Ezequías librará a su pueblo de mi mano!


Estos confían en carros de guerra, y aquéllos en caballos; pero nosotros nos acordaremos del nombre de Jehová, nuestro Dios.


Ellos están postrados y caídos; pero nosotros nos hemos levantado, y estamos en pie.


Porque ha dicho él: con el  poder de mi mano yo he hecho todo esto, y por mi sabiduría; pues que soy entendido; y así cambio los linderos de los pueblos, y robo sus tesoros; y hago descender, como valiente que soy, a los sentados sobre tronos;


y mi mano ha hallado, cual nido, las riquezas de los pueblos: y como cualquiera recoge los huevos desamparados, así he recogido yo los tesoros de toda la tierra: y no hubo quien moviese ala, ni abriese el pico, ni chirriase.


y consumirá totalmente la gloria de su bosque y de su campo fructífero: y ello será como el desfallecimiento de un enfermo.


Más aún, hasta contra el príncipe de la milicia celestial se engrandeció; de modo que por él fué quitado el holocausto continuo, y fué echado por tierra el lugar de su Santuario.


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