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2 Reyes 18:31 - Biblia Version Moderna (1929)

31 No escuchéis a Ezequías; porque así dice el rey de Asiria: Haced paz conmigo, y salid a mí; y comed cada cual de su vid y cada cual de su higuera, y bebed cada cual de las aguas de su cisterna;

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Biblia Reina Valera 1960

31 No escuchéis a Ezequías, porque así dice el rey de Asiria: Haced conmigo paz, y salid a mí, y coma cada uno de su vid y de su higuera, y beba cada uno las aguas de su pozo,

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Biblia Nueva Traducción Viviente

31 »”¡No escuchen a Ezequías! El rey de Asiria les ofrece estas condiciones: hagan las paces conmigo; abran las puertas y salgan. Entonces cada uno de ustedes podrá seguir comiendo de su propia vid y de su propia higuera, y bebiendo de su propio pozo.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

31 No hagan caso a Ezequías, sino más bien al rey de Asur que les dice: Hagan la paz conmigo, ríndanse, y cada uno de ustedes seguirá comiendo de su viña y de su higuera, y bebiendo el agua de su cisterna.

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La Biblia Textual 3a Edicion

31 No escuchéis a Ezequías, porque así dice el rey de Asiria: Haced la paz conmigo y salid a mí, y cada uno comerá de su vid y de su higuera, y cada uno beberá el agua de su pozo,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

31 No escuchéis a Ezequías, pues así habla el rey de Asiria: haced la paz conmigo, rendíos a mí, y cada uno comerá de su viña y de su higuera y beberá agua de su pozo,

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2 Reyes 18:31
10 Tagairtí Cros  

Y diréis también: He aquí, tu siervo Jacob viene en pos de nosotros. Porque decía: Aplacaré su ira con el presente que va delante de mí; después de esto veré su rostro; quizás me mirará benignamente.


Ruégote aceptes el regalo que te he traído; porque Dios me ha hecho merced, y porque tengo de todo. Instóle pues, y lo aceptó.


Mientras tanto Judá e Israel eran  muchos, como las arenas que están junto al mar en multitud, comiendo, y bebiendo, y alegrándose.


Y así los de Judá e Israel habitaban seguros, cada cual bajo su parra y bajo su higuera, desde Dan hasta Beer-seba, todos los días de Salomón.


Por lo cual, he aquí que yo me propongo edificar Casa al Nombre de Jehová mi Dios, conforme lo había ordenado Jehová a David mi padre, diciendo: Tu hijo que yo pondré en tu lugar sobre tu trono, él edificará Casa a mi Nombre.


Ni tampoco os haga confiar Ezequías en Jehová, diciendo: De seguro que Jehová nos librará, y esta ciudad no será entregada en mano del rey de Asiria.


La dádiva del hombre le abre ancho paso, y le conduce a la presencia de los grandes.


Quien cuida de la higuera, comerá el fruto de ella; y el que mira por los intereses de su señor, será honrado.


Y sus nobles envían a sus criados por agua; van éstos a los pozos, mas no hallan aguas: se vuelven con sus vasijas vacías: avergonzados y confusos, cubren sus cabezas.


En aquel día, dice Jehová de los Ejércitos, vosotros convidaréis cada cual a su compañero, sentados debajo de su parra, y debajo de su higuera.


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