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2 Reyes 18:24 - Biblia Version Moderna (1929)

24 ¿Cómo entonces podrás hacer volver el rostro de un solo prefecto de los menores de los siervos de mi señor, poniendo tu confianza en Egipto para proveerte de carros y caballería?

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Biblia Reina Valera 1960

24 ¿Cómo, pues, podrás resistir a un capitán, al menor de los siervos de mi señor, aunque estés confiado en Egipto con sus carros y su gente de a caballo?

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Biblia Nueva Traducción Viviente

24 Con tu pequeño ejército, ¿cómo se te ocurre desafiar siquiera al contingente más débil de las tropas de mi amo, aunque contaras con la ayuda de los carros de guerra y sus conductores de Egipto?

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Biblia Católica (Latinoamericana)

24 Pero, ¡si ni siquieras puedes hacer retroceder al último de los oficiales que sirven a mi señor! Mientras tú confiabas en Egipto para recibir carros y caballería,

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La Biblia Textual 3a Edicion

24 ¿Cómo te atreves a desairar a un capitán, o al menor de los siervos de mi señor, confiando en los carros y en los jinetes de Egipto?

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

24 ¿Cómo vas a hacer retroceder a un gobernador, a cualquiera de los menores servidores de mi señor? Tú confías en Egipto, en espera de carros y jinetes.

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2 Reyes 18:24
21 Tagairtí Cros  

Subieron también con él carros y gente de a caballo; y era el cortejo muy grande.


Con lo cual Ben-hadad le envió a decir: ¡Así hagan conmigo los dioses, y más aún, si el polvo de Samaria ha de bastar para llenar los puños de toda la gente que me sigue!


Ahora bien, he aquí que confías en este báculo de caña cascada, es decir, en Egipto, en quien si alguno se apoyare, le entrará en la mano y se la traspasará. Tal es Faraón rey de Egipto para todos los que confían en él.


Ahora pues, yo te ruego que canjees garantías con mi señor, el rey de Asiria, y yo te daré dos mil caballos, si de tu parte puedes poner jinetes sobre ellos.


¿Acaso he subido yo ahora sin Jehová contra este lugar, para destruirlo? Jehová mismo me ha dicho: Sube contra esta tierra y destrúyela.


Porque dice: ¿Acaso mis príncipes no son otros tantos reyes?


¡AY de los hijos rebeldes, dice Jehová, que toman consejo, mas no de mí, que ratifican pactos, pero sin mi Espíritu, para añadir pecado sobre pecado!


¡AY de los que bajan a Egipto por socorro, y se apoyan en caballos; y ponen su confianza en carros de guerra, porque son muchos, y en caballería, por ser muy fuerte; pero no miran al Santo de Israel, ni acuden a Jehová!


Pero los Egipcios son hombres, y no Dios, y sus caballos son carne, y no espíritu; cuando pues Jehová extendiere su mano, tropezarán los ayudantes, y caerán los ayudados, y todos ellos fracasarán juntos.


He aquí que confías en el báculo de esa caña cascada, es decir, Egipto, en quien si alguno se apoyare, le entrará en la mano, y se la traspasará. Tal es Faraón rey de Egipto para con todos los que confían en él.


¿cómo pues podrás hacer volver el rostro de un solo prefecto de los menores de los siervos de mi señor, poniendo tu confianza en Egipto para proveerte de carros y caballería?


Así dice Jehová, el Dios de Israel:  Así diréis al rey de Judá que os ha enviado a mí para consultarme: He aquí que el ejército de Faraón, que salió para ayudaros, ya volvió a su tierra, a Egipto;


Esto no obstante, se rebeló contra él, enviando sus embajadores a Egipto para que éste le diese caballería y mucha gente. ¿Acaso prosperará? ¿acaso escapará el que tales cosas hace? ¿o romperá el pacto, y con todo escapará?


Y ni aun con gran fuerza ni con numeroso ejército conseguirá Faraón nada por él en la guerra, cuando se levanten terraplenes y se edifiquen torres, para cortar muchas vidas.


Y conocerán todos los habitantes de Egipto que yo soy Jehová; por cuanto ellos han sido báculo de caña cascada para los hijos de Israel.


tú mismo eres, oh rey, que has crecido y te has hecho grande: pues tu grandeza ha crecido hasta llegar al cielo, y tu dominio hastalos fines de la tierra.


Ahora pues yoNabucodonosor alabo, ensalzo y glorifico al Rey del cielo; porque todas sus obras son verdad, y sus caminos justicia, y a aquellos que andan con soberbia, él los puede abatir.


Tu rey, empero, no ha de multiplicar para sí caballos, ni hará volver el pueblo a Egipto para hacer que abunden los caballos; por cuanto Jehová os ha dicho: Nunca más habéis de volver por este camino.


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