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2 Crónicas 6:21 - Biblia Version Moderna (1929)

21 Oye pues la súplica de tu siervo y de tu pueblo Israel, que ellos presentaren en este lugar: sí, oye tú desde el lugar de tu morada, el cielo, y cuando oyes, perdona.

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Biblia Reina Valera 1960

21 Asimismo que oigas el ruego de tu siervo, y de tu pueblo Israel, cuando en este lugar hicieren oración, que tú oirás desde los cielos, desde el lugar de tu morada; que oigas y perdones.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

21 Que atiendas las peticiones humildes y fervientes de mi parte y de tu pueblo Israel cuando oremos hacia este lugar. Sí, óyenos desde el cielo donde tú vives y, cuando nos escuches, perdona.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

21 Oye, pues, las plegarias de tu siervo y las de Israel, tu pueblo, cuando recen en este lugar. Escucha tú desde el lugar de tu morada, desde los cielos; escucha y perdona.

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La Biblia Textual 3a Edicion

21 Y Tú oirás las súplicas de tu siervo y de tu pueblo Israel cuando oren hacia este lugar. ¡Sí!, oye desde el lugar de tu morada en los cielos, y cuando hayas oído, entonces perdona.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

21 Escucha, pues, la súplica de tu siervo y de tu pueblo Israel cuando oren en este lugar. Escucha desde el lugar de tu morada, en el cielo. Escucha y perdona.

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2 Crónicas 6:21
16 Tagairtí Cros  

Por fin, los sacerdotes se pusieron en pie y bendijeron al pueblo; y su voz fué oída de Dios, y entró su oración en el cielo, santa morada suya.


¶Si pecare alguno contra su prójimo, y se le impusiere juramento, haciéndole jurar, de modo que venga y jure delante de tu altar en esta Casa,


entonces desde el cielo, el asiento permanente de tu morada, oye tú su oración y sus súplicas, y mantén su causa, y perdona a tu pueblo en lo que hubiere pecado contra ti.


¡LEVANTO mis ojos a ti, que estás sentado en los cielos!


No hables temerariamente con tu boca, y no se apresure tu corazón a proferir cualquiera cosa delante de Dios; porque Dios está en el cielo, y tú sobre la tierra: por tanto sean pocas tus palabras.


Porque así me ha dicho Jehová: Estaré quieto, y los miraré desde mi morada, como el genial calor sobre las hierbas, o como una nube de rocío entre los calores de la siega.


Yo, yo soy aquel que borro tus transgresiones a causa de mí mismo, y no me acordaré más de tus pecados.


He borrado, como nublado, tus transgresiones, y como una nube, tus pecados; ¡vuélvete a mí, porqué yo te he redimido!


Porque así dice el Alto y el Excelso, que habita la eternidad, y cuyo nombre es el Santo: Yo habito en el lugar alto y santo; habito también con aquel que es de espíritu contrito y humilde; para vivificar el espíritu de los humildes, y para vivificar el corazón de los contritos.


¡Oh Señor, oye! ¡oh Señor, perdona! ¡oh Señor, presta atención, y hazlo así! ¡no te tardes, por tu propia causa, oh Dios mío; porque tu ciudad y tu pueblo son llamados de tu nombre!


¿Quién es un Dios semejante a ti, que perdona la iniquidad, y pasa por alto la transgresión del resto de su herencia? no retiene para siempre su ira, porque se deleita en la misericordia.


Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores.


Vosotros, pues, orad así:  ¶Padre nuestro, que estás en los cielos:  Santificado sea tu nombre.


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