Biblia Todo Logo
Bíobla ar líne

- Fógraí -





2 Crónicas 30:8 - Biblia Version Moderna (1929)

8 Ahora pues, no endurezcáis vosotros la cerviz como vuestros padres; dad la mano a Jehová, y venid a su Santuario, que él ha santificado para siempre; y servid a Jehová vuestro Dios, para que se aparte de vosotros el ardor de su ira.

Féach an chaibidil Cóip


Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

8 No endurezcáis, pues, ahora vuestra cerviz como vuestros padres; someteos a Jehová, y venid a su santuario, el cual él ha santificado para siempre; y servid a Jehová vuestro Dios, y el ardor de su ira se apartará de vosotros.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Nueva Traducción Viviente

8 No sean tercos como fueron ellos, sino sométanse al Señor y vengan a su templo que él mismo separó como santo para siempre. Adoren al Señor su Dios, para que su ira feroz se aleje de ustedes.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Católica (Latinoamericana)

8 No endurezcan sus corazones como nuestros padres, sino que den la mano a Yavé, vengan a su santuario que él ha santificado para siempre, sirvan a Yavé, nuestro Dios, y el furor de su ira se apartará de ustedes.

Féach an chaibidil Cóip

La Biblia Textual 3a Edicion

8 Ahora pues, no endurezcáis vuestra cerviz como vuestros padres; someteos a YHVH° y venid a su Santuario, que Él consagró para siempre. Servid a YHVH vuestro Dios, y el ardor de su ira se apartará de vosotros.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Serafín de Ausejo 1975

8 Ahora, pues, no endurezcáis vuestra cerviz como vuestros padres. Tended la mano a Yahveh y venid a su santuario, que él ha santificado para siempre. Servid a Yahveh, vuestro Dios, para que él aparte de vosotros el ardor de su cólera.

Féach an chaibidil Cóip




2 Crónicas 30:8
30 Tagairtí Cros  

Sin embargo de esto, no volvió Jehová del ardor de su grande ira con que su ira ya ardía contra Judá, a causa de todas las provocaciones con que Manasés le había provocado.


Asimismo todos los príncipes, y los valientes, y también todos los hijos del rey David, prestaron homenaje al rey Salomón.


Ahora pues oídme, y dejad volver a los cautivos que habéis tomado, que son de vuestros hermanos; porque la ira de Jehová ya arde contra vosotros.


y les dijeron: ¡No habéis de traer esos cautivos acá! porque a más del delito contra Jehová que está ya sobre nosotros, estáis pensando aumentar todavía más nuestros pecados y nuestros delitos; porque grande es nuestro delito, y ya arde la ira contra Israel.


Ahora pues tengo en mi corazón propósito de hacer un pacto con Jehová, el Dios de Israel, para que aparte de nosotros el ardor de su ira.


Y también contra el rey Nabucodonosor se rebeló, el cual le había hecho jurar por Dios; pero él endureció su cerviz, y obstinó su corazón para no volverse a Jehová, el Dios de Israel.


Desde el día que saqué a mi pueblo de la tierra de Egipto, no escogí ciudad entre todas las tribus de Israel, para edificarme Casa donde estuviese mi Nombre; ni elegí varón que fuese caudillo de mi pueblo Israel;


mas ahora sí, he escogido a Jerusalem, para que esté mi Nombre allí, y he elegido a David para que sea sobre mi pueblo Israel.


porque ahora he escogido y santificado esta Casa, para que esté mi Nombre en ella perpetuamente; y estarán mis ojos y mi corazón allí todos los días.


Sean pues constituídos nuestros príncipes árbitros por parte de toda la Congregación; y todos los que en nuestras ciudades hayan tomado mujeres extranjeras, vengan a tiempos aplazados, y con ellos los ancianos de cada ciudad, y los jueces de ella; hasta tanto que se aparte de nosotros la ardiente ira de nuestro Dios en lo tocante a este asunto.


los cuales dieron su mano con promesa de despedir sus mujeres extranjeras; y siendo culpables ofrecieron un carnero de los rebaños como ofrenda por el pecado.


para ver tu poder y tu gloria, así como te he visto en el Santuario!


¡Se han visto tus caminos, oh Dios, los caminos de mi Dios, de mi Rey, en el Santuario!


Príncipes vendrán de Egipto: Etiopía, con vehemente deseo, extenderá sus manos hacia Dios.


hasta que entré en el Santuario de Dios, y entendí el paradero de ellos.


Envió  sobre ellos el ardor de su ira; indignación, y saña, y angustia; misión de ángeles de mal.


Jehová dijo también a Moisés: Yo he observado a este pueblo, y he aquí que es pueblo de dura cerviz.


¡Levantad el grito contra ella a la redonda! tiende sus manos pidiendo merced; sus baluartes han caído ya, derribados están sus muros; porque venganza de Jehová es ésta: ¡tomad venganza de ella! ¡conforme ha hecho, haced vosotros con ella!


Jesús entonces le dice: ¡Apártate, Satanás! porque escrito está:  Al Señor tu Dios adorarás, y a él solamente servirás.


Si alguno me sirve, sígame; y en donde yo estoy, allí también estará mi servidor: si alguno me sirviere, a éste le honrará mi Padre.


Mas en cuanto a Israel, dice: Todo el día he extendido mis manos a un pueblo desobediente y contradictor.


Mas ahora, habiendo sido libertados del pecado, y habiendo venido a ser siervos de Dios, tenéis vuestro fruto para santificación, y al fin, vida eterna.


Circuncidad pues vuestros corazones, y no endurezcáis más vuestra cerviz;


A Jehová tu Dios temerás, y a él servirás, y por su nombre solamente jurarás.


Guardad escrupulosamente los mandamientos de Jehová vuestro Dios, y sus testimonios, y sus estatutos que él te ha prescrito, oh Israel.


Y si mal os parece servir a Jehová, escogeos hoy a quién debáis servir, si a los dioses que sirvieron vuestros padres que habitaban más allá del río, o a los dioses de los Amorreos en cuya tierra habitáis: que en cuanto a mí y a mi casa, nosotros serviremos a Jehová.


Por esto están delante del trono de Dios, y le  sirven día y noche en su templo: y el que está sentado sobre el trono extenderá su tabernáculo sobre ellos.


Lean orainn:

Fógraí


Fógraí