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2 Crónicas 16:7 - Biblia Version Moderna (1929)

7 ¶En aquel tiempo Hanani vidente vino a Asa rey de Judá, y le dijo: Por cuanto te has apoyado en el rey de Siria, y no té apoyaste en Jehová, el ejército del rey de Siria se ha escapado de tu mano.

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Biblia Reina Valera 1960

7 En aquel tiempo vino el vidente Hanani a Asa rey de Judá, y le dijo: Por cuanto te has apoyado en el rey de Siria, y no te apoyaste en Jehová tu Dios, por eso el ejército del rey de Siria ha escapado de tus manos.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

7 En ese tiempo, Hananí el vidente fue a ver al rey Asa y le dijo: «Por cuanto pusiste tu confianza en el rey de Aram en lugar de confiar en el Señor tu Dios, perdiste la oportunidad de destruir al ejército del rey de Aram.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

7 En aquel tiempo el vidente Janani fue donde Asá, rey de Judá, y le dijo: 'Porque te has apoyado en el rey de Aram y no en Yavé, tu Dios, por eso se ha escapado de tu mano el ejército del rey de Aram.

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La Biblia Textual 3a Edicion

7 En aquel tiempo el vidente Hanani fue a Asa, rey de Judá, y le dijo: Por cuanto te has apoyado en el rey de Siria, y no te has apoyado en YHVH tu Dios, por eso el ejército del rey de Siria escapó de tu mano.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

7 En aquel tiempo, Jananí, el vidente se presentó a Asá, rey de Judá, y le dijo: 'Por haberte apoyado en el rey de Aram y no haberte apoyado en Yahveh, tu Dios, se ha escapado de tus manos el ejército del rey de Aram.

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2 Crónicas 16:7
19 Tagairtí Cros  

Haya pacto entre mí y ti, como hubo entre mi padre y tu padre. He aquí, te he enviado un regalo de plata y oro; anda pues, rompe tu pacto con Baasa rey de Israel, para que él se retire de mí.


Y JEHÚ hijo de Hanani tuvo revelación de Jehová contra Baasa, que decía así:


Y también por medio del profeta Jehú hijo de Hanani fué hecha revelación de Jehová contra Baasa y contra su casa; tanto por toda la maldad que había hecho a los ojos de Jehová, para provocarle a ira con la obra de sus manos, haciéndose semejante a la casa de Jeroboam, como también porque le había muerto.


En Jehová, el Dios de Israel, confió; y después de él no hubo otro como él entre todos los reyes de Judá, ni tampoco lo hubo entre los que habían sido antes de él.


Y fueron ayudados contra ellos; de modo que los Agarenos y todos los que con ellos había, fueron entregados en su mano; porque clamaron a Dios en la batalla, y él les favoreció, por cuanto confiaban en él.


Así fueron humillados los hijos de Israel en aquel tiempo; y prevalecieron los hijos de Judá, por cuanto se habían apoyado en Jehová, el Dios de sus padres.


Entonces Asa clamó a Jehová su Dios, y dijo: ¡Oh Jehová, para contigo no hay diferencia alguna entre ayudar a los fuertes o a los de ningún poder! ¡Ayúdanos, oh Jehová, Dios nuestro, porque nos apoyamos en ti, y en tu nombre salimos contra esta multitud de gente! ¡Oh Jehová, tu eres nuestro Dios! ¡no prevalezca contra ti el hombre mortal!


Entonces el rey Asa tomó consigo a todo Judá: y se llevaron de Ramá las piedras y las maderas con que edificaba Baasa; y con ellas edificó a Geba y a Mizpa.


Entonces salió a encontrarle Jehú vidente, hijo de Hanani, y dijo al rey Josafat: ¿Debes tú ayudar a los malos, y amar a los que aborrecen a Jehová? Por esto pues la ira de la presencia de Jehová está sobre ti.


Y anduvo en el camino de su padre Asa, sin apartarse de él, haciendo lo que era recto a los ojos de Jehová.


Y el resto de las cosas de Josafat, así las primeras como las postreras, he aquí que están escritas en la historia de Jehú hijo de Hanani; la cual fué inserta en el libro de los reyes de Israel.


Pues con poca gente vino el ejército de los Siros, mas Jehová entregó en su mano un ejército muy grande; por cuanto habían ellos dejado a Jehová, el Dios de sus padres. Así ejecutaron juicios contra Joás.


¡AY de los que bajan a Egipto por socorro, y se apoyan en caballos; y ponen su confianza en carros de guerra, porque son muchos, y en caballería, por ser muy fuerte; pero no miran al Santo de Israel, ni acuden a Jehová!


Y será un Varón como escondedero contra el viento, y como abrigo contra la tempestad; como corrientes de aguas en un lugar de sequía, y como le sombra de una peña grande en tierra de cansancio.


Entonces vino el profeta Isaías al rey Ezequías, y le preguntó: ¿Qué te han dicho esos hombres? ¿y de dónde han venido a ti? Y respondió Ezequías: De una tierra lejana han venido a mí; de Babilonia.


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