12 Y he aquí que al frente de nosotros, está el mismo Dios, y sus sacerdotes con las trompetas resonantes, para tocar alarma contra vosotros. ¡Oh hijos de Israel, no queráis pelear contra Jehová, el Dios de vuestros padres, porque no podréis salir con bien!
12 Y he aquí Dios está con nosotros por jefe, y sus sacerdotes con las trompetas del júbilo para que suenen contra vosotros. Oh hijos de Israel, no peleéis contra Jehová el Dios de vuestros padres, porque no prosperaréis.
12 Así que como pueden ver, Dios está con nosotros; él es nuestro líder. Sus sacerdotes tocan las trompetas y nos dirigen en batalla contra ustedes. ¡Oh pueblo de Israel, no luches contra el Señor, Dios de tus antepasados, porque no tendrás éxito!».
12 Miren que Dios está con nosotros, a nuestra cabeza, con sus sacerdotes y las trompetas que se van a tocar frente a ustedes. Hijos de Israel, no hagan la guerra contra Yavé, el Dios de sus padres, porque nada conseguirán.
12 Pero he aquí, ’Elohim está con nosotros a la cabeza, y sus sacerdotes con las trompetas hacen resonar la alarma contra vosotros. ¡Oh hijos de Israel, no luchéis contra YHVH, el Dios de vuestros padres, porque no prosperaréis!
12 He aquí que con nosotros, a nuestra cabeza, está Dios con sus sacerdotes, y están las trompetas vibrantes para hacerlas resonar contra vosotros. ¡Israelitas, no luchéis contra Yahveh, Dios de vuestros padres, porque no prosperaréis!'.
Entonces el Espíritu de Dios revistió a Zacarías hijo de Joiada, el sacerdote; el cual poniéndose en pie, dónde estaba más alto que el pueblo, les dijo: Así dice Dios: ¿Por qué quebrantáis el mandamiento de Jehová? No podéis prosperar; pues por cuanto habéis dejado a Jehová, él también os ha dejado a vosotros.
¡Con él está un brazo de carne; pero con nosotros está Jehová nuestro Dios, para ayudarnos, y para pelear nuestras batallas! Y el pueblo apoyóse en las palabras de Ezequías rey de Judá.
¡Ay de aquel que contiende con su Hacedor! (¡un tiesto de entre los tiestos de barro!) ¿Dirá acaso el barro al alfarero: qué haces? ¿o tu obra dirá de ti: no tiene manos?
Ninguna arma forjada contra ti tendrá éxito; y a toda lengua que en juicio se levantare contra ti, condenarás. Esta es la herencia de los siervos de Jehová, y su justicia es de mí, dice Jehová.
De aquél también te apartarás con las manos sobre tu cabeza; por cuanto Jehová ha rechazado con desdén los objetos de tu confianza, y no podrás sacar partido de ellos.
Te tendí un lazo, y también has sido cogida, oh Babilonia; cuando menos lo pensabas; has sido hallada y también prendida, porque te has puesto en contienda con Jehová.
Diles: Así dice Jehová el Señor: ¿Acaso prosperará? ¿No arrancará sus raíces la primera águila, y cortará su fruto, para que se seque? Todas sus hojas lozanas se secarán; y eso sin gran poder ni mucha gente, que sea necesario para arrancarla por sus raíces.
Y serán como valientes que huellan a sus enemigos en el barro de las calles, en la batalla: y pelearán, por cuanto Jehová está con ellos; y serán avergonzados los que montan en caballos.
De manera que los envió Moisés a la guerra, mil de cada tribu; enviólos a la guerra, a ellos y a Finees, hijo de Eleazar sumo sacerdote, llevando él en su mano los instrumentos santos, y las trompetas para tocar alarma.
por manera que palparás al medio día como palpa un ciego en las tinieblas; y no serás prosperado en tus caminos, sino que serás solamente oprimido y robado todos los días; y no habrá quien te salve.
Pues convenía a aquel para quien son todas las cosas, y por medio de quien son todas las cosas, habiendo de llevar muchos hijos a la gloria, hacer perfecto al autor de su salvación por medio de los padecimientos.